En ningún momento es una condición propia del envejecimiento y su presencia es siempre patológica.

Las causas de la incontinencia fecal se pueden clasificar en varios tipos:

  • Por rebosamiento

En pacientes ancianos o con estreñimiento severo y de larga evolución puede haber escurrimiento de las heces más liquidas provenientes de tramos más proximales de intestino, pasando a través de la masa dura fecal (o fecaloma); aparece entonces una pseudodiarrea. Los líquidos son más difíciles de contener en el recto (incluso en condiciones normales) y habitualmente los grandes fecalomas alteran el mecanismo y el juego de presiones de la pared rectal y los esfínteres que contribuyen a la continencia. Por esto, en estas situaciones aparece incontinencia a las heces liquidas que han rebosado por el fecaloma. Esta situación es conocida como impactación fecal.

  • Disminución de reservorio (colónico, rectal o los dos)

La disminución de la capacidad de almacenamiento altera la relación entre presión y volumen en el recto, de tal forma que para cierto volumen de distensión aumentan las presiones rectales. Las personas afectas de enfermedad intestinal inflamatoria (colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn) que compromete al recto y al colon distal, la afectación del colon y recto por radiación, la isquemia rectal crónica y la cirugía con eliminación del colon y unión del íleon (parte final del intestino delgado) al recto disminuyen la capacidad de almacenaje de las heces, despertando precozmente el reflejo defecatorio.

  • Alteraciones rectoesfinterianas

Por anomalías neurológicas tanto periféricas, que afectan a la sensibilidad de la zona rectal, a la inervación de los músculos que forman los esfínteres anales interno (involuntario) y externo (voluntario), como centrales, en las que no se reconoce el estímulo defecatorio como tal y por tanto no se puede inhibir en situaciones inapropiadas. Problemas como lesiones del suelo pélvico (posparto, neoplásica, post radiación, traumatismos), neoplasia de sigma y recto, prolapso de recto, alteraciones del sistema nervioso central (demencias, secuelas de accidente vascular cerebral, tumores, enfermedades desmielinizantes) o del sistema nervioso periférico (espinales como esclerosis múltiple, tumores, mielopatias traumáticas, isquémicas o tumorales, o de los nervios periféricos como lesiones del plexo sacro de origen traumático, tumoral o metabólico) pueden producir incontinencia fecal.

En la mayoría de los casos puede haber diversos mecanismos afectados en la presencia de la incontinencia fecal, por lo que es útil clasificarla en Incontinencia fecal menor y mayor. Las causas y mecanismos principalmente implicados son:

  • Incontinencia fecal menor

    • Soiling (ensuciar la ropa interior): mala higiene, hemorroides trombosadas, otras enfermedades perianales, diarrea, inmovilidad, demencia y depresión.
    • Incontinencia de gas: común, poca trascendencia médica. Evitar comidas flatulentas y bebidas carbónicas.
    • Urgencia defecatoria: incontinencia de líquidos. Sienten las heces (líquidas) en el recto, pero son incapaces de mantener la continencia hasta llegar al baño. Las causas más frecuentes son proctocolitis inflamatoria, colon irritable y diarrea severa.
    • Incontinencia verdadera a heces líquidas: frecuente relación en el anciano con la impactación fecal por fecalomas, disfunción del suelo pélvico y del esfínter anal.
  • Incontinencia fecal mayor

    • Lesión del suelo pélvico (postquirúrgica, obstétrica, traumatológica) y anomalías congénitas anorrectales.
    • Fármacos: laxantes y antibióticos.
    • Prolapso rectal completo.
    • Cáncer de recto.
    • Alteraciones neurológicas: centrales (ictus, demencia), espinales (esclerosis múltiple, mielopatías, tumores) y periféricas (neuropatías).
    • Enfermedades miopáticas: distrofias y polimiositis.
    • Enfermedades sistémicas: esclerodermia y amiloidosis.

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