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Se considera que el 50% de mujeres presentan dismenorrea, siendo más común entre las jóvenes. El dolor se puede manifestar en la zona pélvica, lumbar o en las piernas y acompañarse en ocasiones de náuseas, vómitos, diarrea, cefalea o mareos.

Causas

Puede presentarse en mujeres completamente sanas y es debido a la síntesis de una sustancia química llamada prostaglandina, que se acumula en el tejido endometrial durante el ciclo menstrual ovulatorio. Este tejido endometrial es el que recubre el interior de la cavidad uterina y está diseñado para nutrir al embarazo en sus etapas iniciales. Las prostaglandinas son las responsables de contraer el útero durante la regla para que expulse completamente el tejido endometrial que no ha sido útil al no haber embarazo. Estas sustancias también son responsables de las contracciones uterinas que se producen durante el parto, y es el motivo del dolor menstrual.

Con lo cual deducimos que la regla es dolorosa por un mecanismo fisiológico, que afecta más a unas mujeres que a otras, y que el dolor menstrual intenso solo se da en ciclos ovulatorios. Por esto, las reglas no les suelen doler a las adolescentes en sus primeros ciclos ni a las mujeres que toman anticonceptivos porque evitan la ovulación y, por tanto, la producción de prostaglandinas y el dolor.

Tratamiento

Ante una paciente que presenta reglas dolorosas hay que realizar un buen interrogatorio y exploración física para descartar patologías que puedan ser responsables del dolor durante las reglas, como la endometriosis o malformaciones uterinas. Si se trata de una dismenorrea esencial, sin patología añadida, se pueden indicar tratamientos que actúen por distintas vías: analgésicos o relajantes musculares para aliviar las contracciones uterinas (los antiinflamatorios más comunes, tipo ibuprofeno o diclofenaco inhiben la síntesis de prostaglandinas) o anticonceptivos hormonales, que son efectivos en un 90% de mujeres, para inhibir la ovulación.

Otros tratamientos

Otros tratamientos que han demostrado ser efectivos son la electroestimulación y la acupuntura o digitopuntura.

Otras alternativas, que no han aportado suficiente evidencia científica, pero se han apuntado como atenuantes al dolor son:

  • Evitar el tabaco y las bebidas alcohólicas.
  • El ejercicio físico regular, porque aumenta la síntesis de endorfinas naturales y disminuye la producción de prostaglandinas, y actúa como un relajante muscular.
  • El calor local en la pelvis o en la zona lumbar o los masajes pueden aliviar también por su efecto relajante.
  • Hay en el mercado farmacéutico algunos productos que estimulan los receptores cannabinoides celulares pudiendo actuar como analgésicos alternativos a los clásicos.
  • Ciertas dietas ricas en ácidos grasos omega 3, presentes en los aceites del pescado, disminuyen la síntesis de prostaglandinas. El magnesio, un mineral presente en vegetales de hoja verde, nueces, semillas y granos integrales. El zinc, la vitamina B o las infusiones de jengibre, valeriana, canela… pueden ayudar a sobrellevar mejor esos días si no queremos recurrir a un tratamiento médico.

Ante una dismenorrea grave, que incapacita para realizar las tareas habituales, hay que consultar al ginecólogo. Será el especialista indicado para descartar, identificar y tratar la posible patología que sea causante del dolor e indicar el tratamiento más adecuado para combatirla.

Lo que debes saber…

  • Puede presentarse en mujeres completamente sanas y es debido a la síntesis de una sustancia química llamada prostaglandina, que se acumula en el tejido endometrial durante el ciclo menstrual ovulatorio.
  • Si una paciente presenta reglas dolorosas hay que realizar un buen interrogatorio y exploración física para descartar patologías que puedan ser responsables del dolor durante las reglas, como la endometriosis o malformaciones uterinas.
  • Existen diferentes tipos de tratamientos según se conozca la causa del dolor o no, y será el ginecólogo quien determine el más adecuado según cada paciente y su situación.

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