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La hemorragia nasal también se llama epistaxis, que procede del griego y significa «goteo». Se utiliza para referirse a un sangrado de la mucosa que recubre el interior de la nariz y que sale a través de las fosas nasales. La epistaxis es una de las emergencias otorrinolaringológicas más frecuentes. La mayoría de estos sangrados, aproximadamente el 90%, proviene de la zona anterior del tabique nasal, principalmente del plexo Kiesselbach y lo más frecuente es que sea unilateral. En pediatría, la epistaxis es una situación frecuente, hasta un 60% llegará a presentar un episodio en algún momento de sus vidas, sobre todo en niños de 2 a 10 años, siendo menos habitual en los menores de dos años y en adolescentes.

¿Por qué se produce la hemorragia nasal?

La nariz es un órgano muy vascularizado. En concreto, el tabique nasal está recubierto por una mucosa que contiene muchos vasos sanguíneos, cuya función es la de calentar y dar humedad al aire que se respira. Cualquier situación que afecte a esta mucosa nasal puede provocar un sangrado. En pediatría, las causas son:

  • Idiopáticas (de origen desconocido).
  • Traumatismos: golpe, rascarse o “hurgarse” la nariz, cuerpo extraño en la fosa nasal.
  • Inflamación: catarro, alergia.
  • Infección: por colonización por Staphylococcus aureus.
  • Irritación: sequedad ambiental.

Causas menos frecuentes

  • Alteración de la coagulación: las coagulopatías implican un mayor riesgo de episodios recurrentes y de mayor severidad, en especial en casos con antecedentes familiares.
  • Malformaciones congénitas arteriovenosas
  • Latrogenia: irritación por medicación endonasal como corticoides nasales o descongestionantes nasales, inhalación de drogas (cocaína).
  • Tensión arterial aumentada.
  • Neoplasias: son una causa muy infrecuente de epistaxis. El tumor más común es el angiofibroma nasofaríngeo juvenil, el cual es un tumor sólido, altamente vascularizado, que se presenta con mayor frecuencia en varones de 10 a 16 años.

La epistaxis puede ocurrir en cualquier momento del día, pero es frecuente que ocurra por la noche cuando el niño duerme.

¿Cómo se trata?

  • Muy importante: mantener la calma y no asustar al propio niño. La epistaxis puede ser muy escandalosa, pero en niños suele ser leve y muy raramente tenga una repercusión importante. En muchas ocasiones, cede por sí misma en unos minutos.
  • Cortar la hemorragia con una maniobra muy sencilla y eficaz: apretar con un dedo la nariz por el lado de donde sale la sangre o bien haciendo la pinza con el índice y el pulgar en la porción cartilaginosa del tabique nasal, con la fuerza suficiente y continua para que deje de sangrar, durante 5-20 minutos. La postura del niño debe ser sentado o de pie, con la cabeza en la posición habitual, ni echando la cabeza hacia atrás ni hacia adelante. Conviene esperar algún minuto después de que deje de sangrar para retirar la presión. La inmensa mayoría de las epistaxis en pediatría se resuelven haciendo esta presión externa.
  • Sólo si pasados 20 minutos no ha cedido la hemorragia, es aconsejable acudir a un centro médico o servicio de urgencias. Si persiste la epistaxis, se aplicará una gasa o algodón impregnado de un vasoconstrictor tópico (en mayores de 6 años) dentro de las fosas nasales.
  • Muy excepcionalmente, en los casos que persiste la hemorragia a pesar de las medidas anteriores o en los que la epistaxis es recurrente e interfiere en la vida del niño, puede quemarse (cauterizarse) la zona de la mucosa nasal sangrante o realizar un taponamiento nasal con gasas durante 72 horas.

¿Cómo se previene?5

Después de una epistaxis, en la zona de la nariz que ha sangrado se forma una pequeña costra que puede saltar al mínimo roce y volver a sangrar. Por este motivo, se recomienda seguir con las actividades de la vida diaria con normalidad, pero evitar las que conlleven riesgo de golpe en la nariz (judo, rugby, etc.), procurar no tocarse la nariz ni hacer lavados nasales en esa fosa nasal durante unos días.

En los casos de alergia, el uso de antihistamínicos orales puede ayudar a controlar estos episodios. Evitar durante unos días el uso de corticoides nasales.
Si la causa es un ambiente seco, puede ser útil el empleo de humidificadores en los dormitorios.

Lo que debes saber…

  • La mayoría de las epistaxis en pediatría son causadas por traumatismo o contusión, o irritación de la mucosa nasal. Suelen ser epistaxis anteriores (provienen de la zona anterior del tabique nasal), y unilaterales.
  • Un gran porcentaje de las hemorragias nasales son leves y pueden ser manejadas en casa sin necesidad de acudir a un centro médico.
  • Ante una hemorragia nasal, es importante mantener la calma y apretar la parte cartilaginosa de la nariz durante 5-20 minutos de forma continua. Si no cede, acudir a un centro médico.

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