Según las encuestas, el 80% de los niños entre 11 y 14 años se preocupan por su imagen. El dato más preocupante es que en los últimos años el número de menores ingresados en las unidades hospitalarias de trastornos alimenticios ha ido en aumento.

Los niños en riesgo de padecer un desorden alimenticio comparten rasgos de personalidad similares: mucha ansiedad, perfeccionistas y tendencias obsesivo-compulsivas. También a menudo son objeto de presiones externas, como el acoso escolar, el abuso o el divorcio de los padres. En estos niños, restringir la ingesta de alimentos es una forma en la que un niño pretende sentir que tiene el control de su vida. Probablemente el inicio de un trastorno alimenticio es la manera que tiene el niño o la niña de expresar que tiene un malestar emocional que necesita ayuda.

Un repentino cambio en el tamaño de las porciones ingeridas, evitar los alimentos que antes disfrutaba, aquellos altos en calorías y la pérdida de peso repentina son señales de advertencia de que un niño está desarrollando un trastorno alimenticio.

Detectado a tiempo, en las fases más precoces es cuando la intervención es más eficaz para resolver cualquier tipo de trastorno relacionado con la alimentación, como la bulímia o la anorexia. El origen de un posible trastorno de la conducta alimentaria es psicológico: baja autoestima, tendencia al perfeccionismo extremo, impulsividad o bien ideas sobrevaloradas del aspecto físico. La autoestima es la característica más común y el factor de riesgo clave en estos trastornos, que condiciona una percepción negativa de su aspecto físico.

La preadolescencia y la adolescencia son momentos claves donde la detección de un trastorno alimentario es crucial. Lo más importante es acudir ante los primeros síntomas a un especialista.

Señales de alarma ante un trastorno alimenticio

1.- Alimentarias

  • Sigue dietas restrictivas
  • Preocupación excesiva de todo lo relacionado con la alimentación
  • Interés por el contaje de calorías, dietas, composición de los alimentos…
  • Sentimiento de culpabilidad tras la ingesta de alimentos
  • Comportamientos extraños con la comida: comer de pie, jugar con la comida, esconderla…
  • Encerrarse en el baño después de cada comida

2.- Peso

  • Pérdida de peso injustificada
  • Miedo al sobrepeso
  • Practicar el vómito autoinducido
  • Uso de diuréticos o laxantes

3.- Imagen corporal

  • Percepción errónea de su imagen corporal (como verse gorda)
  • Intenta esconder su cuerpo con ropa amplia o evitando ir a la playa o piscina

4.- Ejercicio físico

  • Practicar ejercicio en exceso
  • Finalidad de utilizar el ejercicio para adelgazar

5.- Comportamiento

  • Insatisfacción personal constante
  • Estado depresivo e irritable
  • Cambios de humor frecuentes
  • Aislamiento social
  • Dificultad de concentración

 

Lo que debes saber…

  • Ansiedad, perfeccionismo, tendencia obsesivo-compulsiva… son rasgos de personalidad propios de niños en riesgo de sufrir un trastorno alimenticio.
  • Un trastorno alimentario suele empezar como llamada de atención para expresar que tiene un malestar emocional.
  • Lo más importante es acudir a un especialista ante los primeros síntomas.