No es un secreto: los lunes (por lo general) no gustan. Encabezan la semana recordándonos todo lo que tenemos que hacer y lo mucho que queda para el fin de semana. Pero ¿son todos los lunes igual de “tortuosos”? ¿Será el 21 de enero, el peor de todo el 2019? ¿Por qué se llama Blue Monday?

¿Qué es el Blue Monday?

Se llama “Blue Monday” (lunes triste, en castellano) al tercer lunes de enero y se considera “el día más deprimente del año”. No sólo es lunes, sino que además se añaden otros factores como el frío, la cuesta de enero, el efecto emocional que nos han dejado las Navidades (problemas familiares, ausencias…), los propósitos del nuevo año aún sin cumplir (ir al gimnasio, estudiar inglés, comer sano…) y la lejanía de las próximas vacaciones o puentes (probablemente en Semana Santa).
Todo esto puede generar síntomas como tristeza, ansiedad, cansancio, insomnio, dificultades de concentración, apatía, etc.

La fórmula

El término “Blue Monday” fue propuesto en 2005 por Cliff Arnall, un psicólogo inglés, y se sustenta en la siguiente fórmula matemática: ([W+(D-d)]xTQ/MxNA)

  • W es el clima.
  • D es nuestro nivel de endeudamiento.
  • d es el sueldo.
  • T el tiempo que ha pasado desde las Navidades.
  • Q el tiempo que llevamos fracasando en nuestros propósitos del nuevo año.
  • M es la motivación.
  • NA es la necesidad de emprender nuevas tareas.

Si bien los parámetros que utiliza parecen tener sentido, es cierto que son imposibles de cuantificar y de operativizar. Aunque, según Arnall, su intención siempre fue motivar a las personas e inspirarlas en la autorrealización personal, detrás de esta ecuación había una conocida agencia de viajes, que utilizó el concepto para promocionar esta época como la mejor para viajar. Fue todo un éxito.

¿Existe realmente el día más triste del año?

Si bien cada vez se da más visibilidad a este día en nuestro país, no está exento de críticas. Sí es cierto que en enero los profesionales de la salud mental notamos un aumento en el número de consultas, pero concretar en un único día estaría poco fundamentado.

El Blue Monday se ha asociado con la manipulación y estrategias de marketing, sin embargo, es innegable que, en enero, los factores depresógenos comentados existen. A nadie le gustan las deudas, ni dejar de hablarse con un familiar cercano, ni sentirse culpable por no cumplir los propios objetivos. No obstante, estos factores no tienen por qué generar depresión.

Sí es interesante tener en cuenta la peligrosidad de interiorizar los efectos de la institucionalización del “día más deprimente del año”, ya que se podría producir el denominado efecto de la profecía que se autocumple, convirtiendo la creencia en tristeza real. La persona puede sugestionarse de que va a ser un mal día, y acabar realmente teniéndolo.

¿Qué hacer para combatirlo?

Más allá de la controversia que pueda generar el Blue Monday, enero es, como hemos comentado, un mes difícil en general, por lo que sí puede resultar interesante trazar unas líneas para potenciar el autocuidado psicológico.
La tristeza no es “mala”, es una emoción básica normal tan necesaria como la alegría o la rabia. Tiene una función. Indica lo que no va bien o no nos gusta de nuestra vida. Aprender a escuchar qué nos quiere decir puede generar cambios que nos hagan vivir mejor.
El estado de ánimo no es algo lineal, sino que puede haber ciertas fluctuaciones que tienen que ver con lo que nos rodea. Es posible que sintamos más angustia, tristeza o desmotivación, pero esto no significa que exista una depresión.

  1. Comunícate. Expresar lo que nos angustia puede inyectar oxígeno en nuestro interior y ayudarnos a encontrar otros puntos de vista. Ojo con no caer en el victimismo o delegar en los demás el cuidado que tenemos que procurarnos nosotros mismos.
  2. Especifica. Pregúntate qué es concretamente lo que te aqueja, no te quedes con respuestas generales ya que es en lo concreto donde podemos buscar soluciones. Es diferente decir “me agobia el trabajo” que “me molesta que mi compañero de al lado no pare de hablar”. Después busca alternativas a los problemas que has concretado.
  3. Crea objetivos vitales realistas y asígnales un tiempo. Busca sentido en tu vida.
  4. Aumenta tu nivel de actividad. La depresión se nutre del abandono personal.
  5. Prémiate. Es importante potenciar las pequeñas autogratificaciones tras un día duro. No es necesario derrochar el dinero, las mejores cosas de la vida son gratis. No esperes al fin de semana para descansar o disfrutar, ya que encontrar un hueco en tu día a día, por pequeño que sea, va a ser un promotor de salud mental.
  6. Cubre necesidades físicas básicas: duerme, come bien, date una ducha, toma el sol (vitamina D), etc. Parece obvio, pero a veces las descuidamos.
  7. Pensarás mejor.
  8. Ojo con las redes sociales, no te compares con las supuestas vidas idílicas de los otros. No es oro todo lo que reluce. Practica el JOMO

La tristeza es transitoria. Si realmente notas el efecto Blue Monday, piensa que mañana será martes. Si no es un Blue Monday, sino que ya llevas varios “Blue Months” o incluso un “Blue Year”, no te habitúes a sentirte así. Consulta a un psicoterapeuta.

Lo que debes saber…

  • Sí es cierto que en enero los profesionales de la salud mental notamos un aumento en el número de consultas, pero concretar en un único día el más triste del año estaría poco fundamentado.
  • Enero puede ser un mes difícil en general (frío, cierto endeudamiento postnavideño, propósitos que no acabamos de cumplir…), por lo que sí puede resultar interesante trazar unas líneas para potenciar el autocuidado psicológico.
  • Compartir cómo nos sentimos, concretar qué nos afecta/entristece, intentar poner objetivos realistas, premiarse en el día a día, cuidarse… son cosas que podemos hacer para no dejarnos arrastrar por blue Mondays… Practica el JOMO.