Sin embargo, son muchas las personas que no pueden aprovechar este importante avance a causa del intenso miedo que les produce volar, dejando pasar muchas oportunidades laborales, sociales o de ocio. Pero otras, a pesar del intenso miedo que experimentan, no tienen más remedio que hacerle frente debido a la exigencia de un determinado puesto de trabajo o por tener familiares en otros países.

¿Por qué se presenta el miedo a volar?

Una persona que experimenta miedo a volar puede sentirlo de una forma más específica ante situaciones como: la posibilidad de sufrir un atentado o un accidente aéreo, experimentar un ataque de pánico o perder el control cuando se hallan en el avión, alejarse de un lugar seguro como la propia casa o la ciudad, permanecer encerrada dentro de un avión o sufrir un problema médico durante el vuelo entre muchas otras situaciones. Asimismo, las alturas a las que el avión se eleva, la inestabilidad, los ruidos y las turbulencias son otros factores que inciden directamente en la sensación de miedo.

¿Cómo se manifiesta el miedo a los vuelos?

Éste suele manifestarse de muchas formas, pero principalmente aparece ya cuando se anticipa una experiencia de vuelo. Una persona con miedo a volar tratará de aplazar o evitar el viaje y tenderá a imaginar situaciones dramáticas y experiencias negativas sobre el mismo, lo que le llevará a sufrir inquietud, ansiedad, pánico o irritabilidad durante los días, semanas o incluso meses previos.

Durante el vuelo se mostrará hipervigilante y muy pendiente de cualquier ruido o señal en el avión, así como de las expresiones faciales y los movimientos de la tripulación. Durante este momento, podrán aparecer síntomas de ansiedad como palpitaciones, mareos, temblores, sensación de falta de aire, tensión y molestias digestivas, así como un deseo irrefrenable de escapar. Por este motivo, en algunas ocasiones, las personas con este problema tratan de compensar o protegerse de este miedo tomando tranquilizantes o consumiendo alcohol durante el vuelo, intentando distraerse, solicitando el asiento más cercano al pasillo o más próximo a la salida de emergencia o, incluso, solicitando la atención de la tripulación continuamente.

Consejos para saber como vencer el miedo a volar

Por todo ello, es importante que una persona que experimenta miedo a volar tenga en cuenta las siguientes orientaciones:

  • Es lógico y coherente sentir cierto temor y respeto por una actividad que por naturaleza no es propia del hombre; es decir, el ser humano no está programado para volar, como lo están, por ejemplo, las aves.
  • También puede suceder que la persona recuerde alguna noticia previa sobre un atentado o un accidente aéreo y se sienta vulnerable y frágil, con miedo a padecer una experiencia similar por el hecho de hallarse en el mismo contexto.
  • Una gran parte del miedo es debido al desconocimiento sobre el funcionamiento y la tecnología utilizada para la fabricación del avión, así como a la posible incidencia de las condiciones atmosféricas sobre el mismo. De esta forma, una persona puede asustarse ante determinados ruidos, movimientos o ligeras sacudidas, que por otra parte suelen ser normales y habituales. En este sentido es importante recordar que la tecnología que se utiliza para fabricar un avión está pensada para salvaguardar la seguridad y está equipado con recursos para cualquier caso extremo: flotador, máscaras de oxígeno, etc.
  • Otra dificultad presente en las personas con miedo a volar suele ser la de la falta de control sobre el vehículo y, por lo tanto, la necesidad de confiar en la profesionalidad y la preparación del piloto encargado del vuelo. En este sentido, puede ser de utilidad mentalizarse de la gran preparación y experiencia exigida al personal del vuelo y de su obligación de velar por la seguridad dentro del avión.
  • Se debe tener en cuenta que actualmente el avión es el medio de transporte más seguro. Las estadísticas demuestran la dificultad para producirse un accidente, puesto que, por ejemplo, el espacio aéreo está más descongestionado que las carreteras.
  • Es importante no consumir bebidas estimulantes, como el café o el alcohol antes o durante el vuelo.
  • Se aconseja preparar el viaje y el equipaje con antelación para evitar el estrés de última hora, así como realizar los primeros vuelos acompañado por alguna persona de confianza.
  • Si cuando se accede al avión se siente miedo, puede ser de utilidad expresar o compartir la sensación experimentada con otra persona o comunicarlo al personal de la tripulación para que puedan colaborar en el bienestar, e informar o contrastar las dudas o percepciones experimentadas.
  • Puede ser de utilidad la puesta en práctica de determinados ejercicios de relajación o respiración abdominal, entrenados anteriormente y una vez se haya experimentado el efecto positivo de los mismos.
  • También puede ser adecuado distraerse con alguna interesante conversación con otros pasajeros, realizar pasatiempos que requieran de cierta atención y concentración, o leer o escuchar música.

El miedo a volar es una dificultad superable y si en el contexto de los vuelos se experimentan intensos síntomas de ansiedad, crisis de angustia o claustrofobia, es aconsejable recurrir a la ayuda de un profesional de la psicología para abordarlo.

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Lo que debes saber…

  • El miedo suele aparecer cuando se anticipa una experiencia de vuelo y se imaginan situaciones dramáticas o experiencias negativas sobre el mismo.
  • Puede ser útil realizar ejercicios de relajación o respiración abdominal, entrenados antes y con los que se ha experimentado un efecto positivo.
  • Si se presenta ansiedad intensa, crisis de angustia o claustrofobia durante el vuelo es conveniente recurrir a un psicólogo para abordarlo.