Por ello, y precisamente por esas dificultades, mantener una relación de pareja estable y satisfactoria con el paso de los años supone un importante reto en la vida de muchas personas.

Dificultades en la pareja

Entre los obstáculos que pueden aparecer y que influyen en este cambio de experiencia se encuentran:

  • El tránsito del enamoramiento inicial al conocimiento más real y completo del otro. La proximidad de la convivencia facilita que los miembros de la pareja descubran aspectos de la personalidad del cónyuge desconocidos hasta el momento y que éstos puedan molestar o desagradar. Ambos suelen llegar a conocerse con el paso del tiempo de una forma muy completa, con puntos fuertes y débiles, y en ocasiones en la dinámica diaria los pequeños desacuerdos o diferencias pueden tomar una gran relevancia.
  • El cambio entre la disposición inicial por parte de ambos miembros para lograr un adecuado acoplamiento mutuo a dejar de cuidar y fomentar este encaje.
  • El desarrollo y establecimiento, con el paso del tiempo, de determinadas dinámicas de funcionamiento que pueden ser insatisfactorias o perjudiciales para uno o ambos miembros de la pareja, como, por ejemplo, en la forma de tomar decisiones importantes o ante desacuerdos.

Con todo ello, es fácil incurrir en frecuentes discusiones y desencuentros, quejas y conflictos, así como en mutuos sentimientos de incomprensión.

Sin embargo, la vida en pareja puede ser también una gran oportunidad de aprendizaje y de crecimiento mutuo cuando ambos miembros pueden expresarse libre y abiertamente con respeto; cuando cada uno se responsabiliza de los propios actos y cuando ambos coinciden y se apoyan en sus objetivos y proyectos, cooperando.

Consejos para mejorar la relación de pareja

Para mantener una relación satisfactoria de pareja con el paso del tiempo, se pueden tener en cuenta las siguientes propuestas:

  • Respetar la autonomía y los espacios individuales de cada miembro al mismo tiempo que se buscan y se potencian actividades compartidas y espacios para la comunicación entre ambos.
  • Revisar las expectativas depositadas en la relación por parte de cada uno de los miembros y contrastarlas con las del otro cada cierto periodo de tiempo.
  • Aprender a expresar las propias necesidades y deseos con claridad, sin dar por supuesto que el otro ya las conoce.
  • Ser conscientes de los proyectos e ilusiones personales y de los compartidos en el seno de la relación de pareja y apoyar, en la medida de lo posible, la consecución de los mismos.
  • Reconocer y aceptar al otro tal como es pero sin descartar la posibilidad de introducir cambios y ajustes en la relación cuando se estime necesario para avanzar en la misma. Para ello, es importante desarrollar habilidades de comunicación y de negociación entre los miembros de la pareja.
  • Aceptar las diferencias entre los miembros, no interpretándolas como amenazas sino como una oportunidad de enriquecimiento de la relación. Ante los desacuerdos, no se debe intentar imponer o convencer, sino más bien practicar mutuamente el ejercicio de ponerse en el lugar del otro y comprenderlo, con el objetivo final de ampliar el campo de visión y llegar a un acuerdo.
  • Ante los inevitables problemas y discusiones, se debe permitir que éstos puedan acabar fortaleciendo la relación mediante la comprensión y la adaptación. Es importante la capacidad para llegar a acuerdos.
  • Introducir cambios, novedades y alicientes en la dinámica diaria de la relación, evitando caer en la monotonía y el aburrimiento de lo conocido y lo previsible.

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Lo que debes saber…

  • Con el tiempo aparecen obstáculos que hay que saber afrontar para mantener una relación estable.
  • El tránsito del enamoramiento al conocimiento del otro real del otro es uno de los obstáculos que puede darse con el tiempo.
  • Respetar la autonomía y espacios de cada uno, reconocer y aceptar al otro, introducir cambios y novedades favorecen la relación.