Los planes de yoga facial son una de las técnicas más novedosas en estética relacionada con la cara. Permite unir los milenarios conocimientos de la cultura india con una serie de movimientos que mejoran el funcionamiento de los músculos faciales, evitan las arrugas y mejoran el estado de ánimo.

¿Qué es el yoga facial?

Tal y como su nombre indica, un plan de yoga facial aplica los principios de dicha disciplina en el rostro. Aunque en muchas ocasiones el ejercicio físico se relacione únicamente con el cuerpo, merece la pena recordar que la cara está compuesta por un gran número de músculos que trabajan diariamente y que pueden ser entrenados. Es por esa razón, que el yoga facial incorpora una serie de expresiones y movimientos que permiten que el rostro mejore su belleza de manera natural teniendo un cutis facial firme y bonito. Además de las posiciones que se realicen, es conveniente tener en cuenta la respiración y la relajación de la mente.

¿Qué beneficios aporta?

El yoga facial conlleva numerosas ventajas. Por un lado, se consigue destensar la musculatura de la cara, haciendo que se disminuyan las arrugas. También logra reducir el estrés y minimizar las ojeras y el cansancio del rostro. Además, activa los diferentes músculos faciales, haciendo que se tonifiquen y que se disponga de una mejor circulación. En resumen, el yoga facial consigue mejorar la belleza del rostro a la vez que disminuye la tensión diaria y previene los síntomas de envejecimiento.

¿Cada cuánto hay que practicar planes de yoga facial?

El yoga facial consiste en una serie de sencillos ejercicios que se realizan de manera diaria durante 10 o 15 minutos, por lo que no precisa dedicar mucho tiempo. Sin embargo, es preciso que este tipo de acciones se realicen de manera habitual para conseguir buenos resultados.

Un aspecto positivo de este conjunto de técnicas es que pueden llevar a cabo en cualquier espacio y que, por lo tanto, se puede realizar yoga facial viendo la televisión, leyendo o trabajando enfrente del ordenador.

Ejercicios

En un completo plan de yoga facial no pueden faltar las siguientes posiciones:

  • Neck roll. Se centra en los músculos del cuello y consiste en inclinar la cabeza hacia adelante para posteriormente girarla hacia la derecha y hacia la izquierda de manera lenta hasta que alcance el hombro. Se deben de realizar tres repeticiones a cada lado.
  • Besar el cielo. Es una de las actividades de yoga facial más populares porque permite devolver la firmeza a la línea del cuello y la mandíbula. En primer lugar, se debe inclinar la cabeza hacia arriba y, una vez alcanzada la posición, se realiza el gesto de lanzar un beso. Los expertos aconsejan repetir diez veces.
  • Suave sonrisa. El paso inicial es ocultar los dientes con los labios y poner la boca en forma circular. A continuación, se estira la comisura para conseguir una amable sonrisa, pero que mantenga los dientes ocultos. Se debe de realizar un mínimo de seis veces.
  • Piel brillante. El objetivo de este plan de yoga facial es reactivar la circulación de la piel para mejorar su aspecto. Utilizando el pulgar y el dedo índice se aprieta de manera suave toda el área facial, especialmente las mejillas y el surco nasolabial. Es un ejercicio que suele durar 30 segundos y que es muy interesante realizar por las mañanas.

Es un plan que aplica las técnicas orientales de relajación a la cara, consiguiendo reducir el estrés del rostro y aumentar su belleza. Para lograr una sensación de bienestar más intensa, los ejercicios deben de completarse con una amplia atención médica como la que ofrece el Seguro de MAPFRE Salud.