La viruela símica o viruela del mono (monkeypox) es una zoonosis viral o enfermedad transmitida entre los animales vertebrados y el hombre. No es una viruela humana, porque su hospedador habitual no es el hombre, sino otros animales. La manipulación de animales, la presencia del hombre en zonas endémicas y la pérdida de la inmunidad frente a la viruela son las hipótesis barajadas por los especialistas para la explicación de este brote.

Cómo se transmite

Es una enfermedad de causa vírica (virus ortopoxvirus zoonótico) cuyo reservorio está en los animales y puede ser transmitida a personas. Se apuntan como posibles hospedadores a los roedores, que provocan brotes en primates y, periódicamente, casos en humanos.

La transmisión de la viruela del mono a los humanos se produce por el contacto con un animal o humano infectado, o a través de material contaminado con el virus. El patógeno ingresa en el cuerpo a través de la piel lesionada, el tracto respiratorio o las membranas mucosas. Su transmisión es, pues, a través del contacto con fluidos, pequeñas gotas y lesiones (pústulas) de la piel enferma. La principal fuente de contagio es piel-piel.

Cómo se manifiesta

Clínicamente se trata de un virus similar al de la viruela, que se manifiesta con un cuadro de malestar general, erupción cutánea, fiebre, cefalea, mialgias, dolor de espalda, inflamación de los ganglios linfáticos, escalofríos y agotamiento.

Estos síntomas y la forma de presentación son similares a los de la viruela humana (que se erradicó en 1980). Sin embargo, su gravedad, transmisibilidad y mortalidad son de menor envergadura, según la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).

La vacunación

Recordemos que el último caso conocido de viruela ocurrió en 1977. Por ello, la vacunación sistemática se suspendió en todo el mundo en 1980. Los anticuerpos o inmunidad selectiva desaparecen total o parcialmente a los 10 años. Así, la mayoría de la población actual es vulnerable a la viruela (la población joven no está vacunada frente a la viruela y la población adulta ya no presenta inmunidad efectiva frente a la misma, al menos de forma absoluta).

La vacuna de la viruela tiene una eficacia de un 80% frente a la viruela del mono. Pero, hasta que no se consolide el brote, no se contempla la vacunación de toda la población. Por otro lado, y, a pesar de disponer de la vacuna inicial con efectos secundarios no despreciables, disponemos ya de dos generaciones posteriores de esta vacuna con una tolerancia muy superior. La segunda generación, más purificada, se obtuvo en Dinamarca con menor riesgo de efectos secundarios. Existe una de tercera generación, aprobada en 2019 con disponibilidad limitada. Como novedad, en 2022, se ha aprobado un tratamiento antiviral específico que aún no está comercializado en España y del que hay también una disponibilidad muy limitada.

La vacuna contra la viruela contiene virus vaccinia vivo y atenuado. Puede ser peligrosa para algunas personas inmunológicamente comprometidas (VIH, pacientes con quimioterapia o enfermedades sanguíneas) y embarazadas, aunque, paradójicamente, son las más proclives.

Esta vacuna es más eficaz antes de la exposición. Sin embargo, puede ser beneficiosa si se administra hasta cuatro días después de la exposición. Contribuye a prevenir la enfermedad o limitar su gravedad.

Brote epidémico

La detección de los primeros casos en Reino Unido el día 14 de mayo y, posteriormente, otros casos confirmados en Europa han disparado las alarmas. Se están trazando las cadenas de transmisión. Nos encontramos en un momento de hipersensibilidad por una pandemia que nos ha azotado y aún no se ha erradicado. Por el momento, el mensaje de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que se trata de un brote epidémico de una enfermedad endémica que se ha presentado de forma multifocal en Europa, hay 10 países afectados con algún caso. Es necesario determinar un protocolo de actuación para delimitar y controlar los casos (diagnóstico precoz, aislamiento de los casos, declaración de los mismos…). Si bien no hay motivo para una alarma social, sí es necesaria una alarma epidemiológica por tratarse de una enfermedad contagiosa que debemos controlar. No es equiparable a una pandemia, es un brote epidémico con un comportamiento epidemiológico y un mecanismo de transmisión distintos.

Cómo se está actuando

Los casos confirmados deben ser aislados y acotados para interrumpir la transmisión. En el caso de España, una fuente clara ha sido una sauna en Madrid. Al ser transmitido por fluidos corporales, puede haber una transmisión también de hombre a mujer y de mujer a mujer.

Algunos expertos apuntan que ahora estamos ante una explosión de casos que continuará durante algún tiempo y luego descenderá. Aplicar un protocolo de actuación rápido es la clave junto a la búsqueda de la trazabilidad de los casos (buscar los nexos y frenar la transmisión del virus).

Ante un caso sospechoso se pide como prueba diagnóstica la PCR del monkeypox. Si el caso es positivo, se debe investigar la trazabilidad de todos los casos. Y, a partir de ahí, ejecutar el aislamiento para frenar la transmisión del virus. Los pacientes confirmados en España se encuentran estables y evolucionan de forma favorable en aislamiento domiciliario, según confirman fuentes sanitarias de la Comunidad de Madrid.

Los nacidos antes de 1980 podrían tener protección parcial frente al virus por la inmunidad otorgada por la vacuna contra la viruela cuando aún estaba contemplada en el calendario vacunal.

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Lo que debes saber…

  • Clínicamente se trata de un virus similar al de viruela que se manifiesta con un cuadro de malestar general, erupción cutánea, fiebre, cefalea, mialgias, dolor de espalda, inflamación de los ganglios linfáticos, escalofríos y agotamiento.
  • No es equiparable a una pandemia, es un brote epidémico con un comportamiento epidemiológico y un mecanismo de transmisión distinto.
  • Algunos expertos apuntan que ahora estamos ante una explosión de casos que continuará durante algún tiempo y luego descenderá.

 

Dra. Ana García

Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria de Teladoc Health