Según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen cuatro tipos de virus gripales: A, B, C y D. Los virus gripales de tipo A y B son los más comunes y causan epidemias estacionales de la enfermedad.

La gripe A es más grave que la B al tener el virus mayor capacidad de mutación y poder pasar de animales a humanos.

La gripe de tipo B afecta exclusivamente a los humanos, el virus muta mucho menos que el A lo que nos permite desarrollar una mayor inmunidad. Aunque la gripe B es más leve sus síntomas suelen durar más tiempo y, en general, afecta más jóvenes y niños.

¿Cómo se transmite la gripe A?

La gripe es muy contagiosa ya que se transmite fácilmente de una persona a otra a través de las gotitas de saliva o secreciones que expulsamos al hablar, toser o estornudar.
También podemos contagiarnos al tocar algo con el virus e inmediatamente llevarnos las manos a la boca o nariz.
El riesgo de contraer la Nueva Gripe o Gripe A/H1N1 es mayor precisamente por tratarse de un nuevo subtipo de virus frente al que no estamos inmunizados.
Aunque es la más contagiosa, en la mayoría de los casos la enfermedad cursa con un cuadro leve y se cura en una semana sin necesidad de ingreso hospitalario tomando la medicación ordinaria para tratar la gripe común. Tiene una mortalidad inferior o similar a la gripe común, es más grave y causa más mortalidad en enfermos frágiles y/o con patologías crónicas.

¿Qué síntomas tiene?

Los síntomas son similares a los de una gripe común:

  • Fiebre mayor de 38°C, con un inicio súbito con temperatura mayor de 39ºC.
  • Tos frecuente e intensa.
  • Aumento de la secreción nasal.
  • Malestar general.
  • Mialgias.
  • Síntomas digestivos: pérdida de apetito, náuseas, vómitos y/o dolor abdominal con diarrea.

¿Qué debemos hacer si nos contagiamos?

  • Lo primero es mantener el lugar donde nos encontramos ventilado y procurar una buena limpieza de la casa.
  • Imprescindible lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón.
  • Beber abundantes líquidos (agua, zumos…) y alimentarse de forma sana y equilibrada (frutas y verduras…).
  • Si tenemos fiebre alta que, en el caso de la gripe, suele aparecer de manera súbita, conviene utilizar antitérmicos que lleven, preferiblemente, paracetamol en su composición.
  • En caso de fiebre que se mantiene alta, tos persistente, dolor de cabeza, muscular y de articulaciones, se aconseja acudir al médico.

Tratamiento

El tratamiento es el mismo que en la gripe común, por lo que se mantendrán las medidas indicadas en el párrafo anterior.
Debemos acudir a urgencias en caso de sensación de falta de aire, ahogo o dificultad para respirar con normalidad, dolor en el pecho con tos muy intensa o fiebre alta persistente durante 48 horas que no remite con la medicación habitual.
Los antivirales como oseltamivir y zanamivir (inhibidores de la neuraminidasa) podrían ser eficaces en casos graves, pero se deben utilizar siempre bajo prescripción y supervisión médica.

Prevención del contagio

Una persona con gripe es contagiosa desde el día anterior a que se presenten los síntomas. Los adultos siguen siendo contagiosos hasta siete días después de haberse enfermado, y los niños pueden seguir siendo contagiosos durante un período aún más largo.

La prevención es la mejor medida frente al contagio y la diseminación, para ello basta con ser estrictos en mantener los hábitos higiénicos habituales:

  • Taparse la boca y la nariz al toser o estornudar con un pañuelo desechable de papel y, si no es posible, con el brazo.
  • Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón, antes de comer, de manipular alimentos, después de salir del baño y tras sonarse la nariz o toser.
  • No compartir cubiertos, vasos, toallas u objetos que hayan podido estar en contacto con saliva o secreciones.
  • Evitar besos y contacto cercano con personas contagiada.
  • Ser más estrictos con la limpieza en zonas comunes con los productos de limpieza habitual (incluir pomos de puertas, grifos, tiradores, etc. que a veces pasan desapercibidos en la limpieza diaria).
  • Llevar un estilo de vida sano: dormir bien, alimentación saludable, beber líquidos (sobre todo agua), y evitar alcohol y tabaco.
  • Ventilar diariamente la casa, tanto habitaciones como espacios comunes.
  • Limpiar las superficies y objetos de uso común con los productos de limpieza habitual.
  • Usar mascarilla tanto el enfermo cuando está en presencia de otras personas como acompañantes sanos cuando están en presencia del enfermo.

Lo que debes saber…

  • El riesgo de contraer la Nueva Gripe o Gripe A/H1N1 es mayor precisamente por tratarse de un nuevo subtipo de virus frente al que no estamos inmunizados.
  • El tratamiento es el mismo que en la gripe común.
  • Una persona con gripe es contagiosa desde el día anterior a que se presenten los síntomas. Los adultos siguen siendo contagiosos hasta siete días después de haberse enfermado, y los niños pueden seguir siendo contagiosos durante un período aún más largo.

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