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Dormir bien durante la noche y sentirse despierto durante el día es importante para mantener una buena salud física y psicológica e influye en nuestra calidad de vida.

La somnolencia diurna excesiva (EDS, por sus siglas en inglés) se define en la Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño (3ª edición) como la incapacidad de mantenerse despierto y alerta durante los principales períodos de vigilia lo que resulta en períodos de necesidad irreprimible de dormir o lapsos no intencionales hacia la somnolencia o el sueño.

Uno de los principales riesgos de la EDS son los accidentes de tráfico y también es causa de accidentes domésticos o laborales; podría estar asociada con un aumento del riesgo de morbilidad y mortalidad relacionadas con patologías cardiovasculares, psiquiátricas y neurodegenerativas, por lo que es importante su diagnóstico y el tratamiento de la causa que la esté provocando.

¿Cómo se mide la somnolencia?

El cuestionario más utilizado es la Escala o cuestionario de somnolencia diurna de Epworth (ESS). La persona contesta con qué probabilidad ha podido quedarse dormido, en una escala del 0 (nunca) al 3 (alta frecuencia), en el último mes, en 8 situaciones cotidianas (sentado y leyendo, sentado y conversando con alguien…). Se suma la puntuación para obtener un número total. Cuando la puntuación se considera patológica se remite al paciente a un especialista en trastornos del sueño.

¿Qué pruebas se realizan?

  • Test de latencias múltiple del sueño (MSLT por sus siglas en inglés): se mide lo que tarda el paciente en quedarse dormido en unas condiciones fijadas durante 5 sesiones.
  • Prueba de Mantenimiento de la Vigilia (MWT, por sus siglas en inglés): se mide el tiempo que el paciente puede permanecer despierto en unas condiciones fijadas durante 4 sesiones.
  • Actigrafía: un dispositivo llamado actígrafo registra movimientos y patrones de actividad a lo largo del tiempo. Permite monitorizar el sueño y la actividad física.
  • Polisomnografía o estudio del sueño: Registra las apneas e hipopneas (interrupción completa o parcial del flujo de aire que entra en los pulmones lo que puede llevar a una disminución de los niveles de oxígeno en la sangre), las fases del sueño, el electrocardiograma para ver el ritmo cardiaco, y la frecuencia cardíaca y respiratoria durante el sueño. Además, mide el movimiento de los ojos y las piernas. Se suele realizar en una Unidad del sueño. Debe realizarse ante la sospecha de una apnea obstructiva del sueño. La poligrafía es un estudio más simplificado que registra solo unas pocas variables fisiológicas durante el sueño, como la respiración y la saturación de oxígeno en la sangre.

Trastornos que pueden producir somnolencia diurna

El sueño insuficiente

Es la causa principal de EDS. Las personas de 18 a 60 años deben dormir aproximadamente 7 horas por la noche de manera regular para una salud óptima del sueño.

Los trastornos respiratorios

Afectan hasta a una de cada siete personas en todo el mundo. La apnea obstructiva del sueño asocia disminución en las concentraciones de oxígeno y un sueño fragmentado que provoca una sensación de sueño no reparador. Suelen ser pacientes roncadores y junto a la EDS presentan fatiga, vigilancia alterada y disfunción cognitiva durante el día. Es más frecuente en hombres con sobrepeso, con una prevalencia que aumenta con la edad, o secundaria a problemas anatómicos (hipertrofia amigdalar, obstrucción nasal, obstrucciones provocadas por el paladar …). No todos los pacientes con apnea obstructiva del sueño refieren EDS y por el contrario un porcentaje de pacientes siguen refiriendo EDS a pesar de realizar un tratamiento correcto. La apnea del sueño puede aumentar el riesgo entre otros de hipertensión arterial, cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular.

El sueño fragmentado

También puede estar relacionado con el síndrome de piernas inquietas y el trastorno de movimientos periódicos de las extremidades o deberse a algunas condiciones médicas por ejemplo dolor crónico de cualquier naturaleza, disfunción urinaria, reflujo gastroesofágico…

Trastornos circadianos

A consecuencia de un “jet-lag” o un cambio en los turnos de trabajo o por un desajuste entre el ritmo circadiano personal y el entorno externo.

Trastornos de hipersomnia central

La narcolepsia tipo 1 (NT1) afecta aproximadamente al 0,03% de la población mundial y comienza con mayor frecuencia en la infancia o adolescencia. Se produce a consecuencia de la pérdida selectiva de neuronas que secretan el neuropéptido promotor del despertar orexina (hipocretina). Es frecuentemente grave y se acompaña de cataplejía, que consiste en una debilidad muscular generalizada repentina o parcial que puede afectar los músculos de la cara, del cuello o las extremidades. Los episodios de cataplejía son desencadenados por emociones fuertes generalmente positivas (reír…).

Dos trastornos relacionados son la narcolepsia tipo 2 (NT2) y la hipersomnia idiopática. Los pacientes con hipersomnia idiopática muestran tiempos de sueño de más de 11 horas en 24 horas.

El Síndrome de Kleine-Levin es un trastorno infrecuente que cursa con hipersomnia periódica o recurrente junto a exceso de apetito e hipersexualidad. Afecta a adolescentes, con un ligero predominio en varones.

Enfermedades neurológicas

Encefalopatías tóxicas o metabólicas, encefalitis, traumatismos, demencias. Enfermedad de Parkinson, accidente cerebrovascular, esclerosis múltiple o enfermedades neuromusculares pueden asociar EDS.

Enfermedades psiquiátricas

Aunque la depresión se suele asociar a insomnio, algunos pacientes refieren EDS.

Otras enfermedades

Enfermedades hepáticas, endocrinas (por ejemplo hipotiroidismo)…

Fármacos

Sedantes, hipnóticos, antidepresivos, ansiolíticos, antihistamínicos, antiepilépticos… Tóxicos como el alcohol o el cannabis o al suspender un consumo elevado de cafeína son otras causas de ESD.

Tratamiento para evitar la somnolencia diurna

  • Medidas de higiene del sueño: horario regular de sueño en ambiente relajado, con control de temperatura y ruido; evitar el uso de dispositivos electrónicos (televisión o teléfono móvil), no tumbarse en la cama sin necesidad; evitar el ejercicio físico en las horas previas; procurar no hacer cenas copiosas, ni tomar tóxicos e irritantes (alcohol, tabaco…) ni realizar actividades de alta concentración.
  • Tratamiento de la causa:
    • Valorar toma de fármacos que puedan provocar somnolencia o tratar la enfermedad que está produciendo la ESD.
    • Síndrome de apnea obstructiva del sueño:
      • Pérdida de peso, evitar el alcohol y los fármacos sedantes, dormir en decúbito lateral (no sobre la espalda).
      • CPAP: dispositivo que mantiene las vías aéreas abiertas aplicando una presión positiva continua.
      • Cirugía si hay una causa anatómica de obstrucción de la vía aérea.
      • Según el caso: dispositivos de avance mandibular, dilatadores nasales, dispositivos de retención lingual, estimulación del nervio hipogloso y terapia miofuncional.
    • Trastornos de la hipersomnia central: fármacos neuroestimulantes…

 

Lo que debes saber…

  • La somnolencia diurna es la incapacidad de mantenerse despierto y alerta durante los principales períodos de vigilia, lo que resulta en períodos de necesidad irreprimible de dormir o lapsos no intencionales hacia la somnolencia o el sueño.
  • El sueño insuficiente es la causa principal de EDS. Las personas de 18 a 60 años deben dormir aproximadamente 7 horas por la noche de manera regular para una salud óptima del sueño.
  • Tratar la causa y adoptar medidas de higiene de sueño son las claves del tratamiento de este trastorno, uno de los principales riesgos de la EDS son los accidentes de tráfico y también es causa de accidentes domésticos o laborales.

 

Bibliografía

  • Pérez-Carbonell L, Mignot E, Leschziner G, Dauvilliers Y. Understanding and approaching excessive daytime sleepiness. Lancet. 2022 Sep 24;400(10357):1033-1046. doi: 10.1016/S0140-6736(22)01018-2. Epub 2022 Sep 14. PMID: 36115367.
  • Apnea obstructiva del sueño. Guía Fisterra . Fecha revisión 2 enero 2023.