¿Qué causa el dedo en gatillo?

El dedo en gatillo se produce por una inflamación y engrosamiento del tendón flexor (el que dobla el dedo) y su vaina a nivel de la articulación metacarpo falángica, en la base del dedo (a nivel de la estructura anatómica conocida como “polea A1”), que acaba dificultando la movilidad y atrapando el tendón. Es más frecuente en mujeres y suele diagnosticarse entre los 40-65 años. Puede asociarse a algunas enfermedades: diabetes, hipotiroidismo, artritis reumatoide, gota, tendinopatías locales previas (síndrome del túnel carpiano, tendinitis de Quervain o contractura de Dupuytren), amiloidosis, acromegalia -aumento de producción de la hormona del crecimiento-) o insuficiencia cardíaca. En los niños es más infrecuente y suele afectar casi exclusivamente al pulgar.
En un porcentaje importante de casos, se produce por microtraumatismos o movimientos repetidos (por ejemplo, el uso de tijeras pesadas).

¿Cómo se diagnostica?

  • El diagnóstico se basa en la clínica y la exploración física. Causa dolor, rigidez (que puede aumentar tras periodos de inactividad) y una sensación de bloqueo o atrapamiento al flexionar y extender el dedo. El dedo puede bloquearse en una posición determinada, más a menudo en flexión (posición doblada). Cuando el paciente intenta mover el dedo con más fuerza, más allá de la restricción, el dedo puede chasquear y el paciente puede sentir mucho dolor. En ocasiones se palpa un nódulo en la zona afectada.
  • En caso de duda puede ser útil una ecografía o, si hay antecedentes de traumatismo, enfermedad inflamatoria… puede estar indicada la práctica de una radiografía o una resonancia magnética.

¿Cómo se trata?

  • Inmovilización
    • Por lo general, se utiliza una férula hecha a medida para sostener la articulación metacarpofalángica del dedo afectado en una flexión de 10-15º durante 4-6 semanas.
    • Está indicada en casos leves o en las primeras fases.
  • Antiinflamatorios no esteroideos: pueden ser útiles para controlar el dolor.
  • Infiltraciones locales de corticoides
    • Se inyectan corticoides con anestesia en la vaina del tendón, no directamente en el tendón porque aumenta el riesgo de rotura.
    • Tras la infiltración, se recomienda la aplicación de frío durante los primeros 3-4 días y la administración de analgesia si es necesario. En ocasiones se inmoviliza el dedo un par de semanas y se suele recomendar evitar los movimientos repetitivos durante 3-4 semanas e iniciar ejercicios pasivos de estiramiento a partir de la tercera semana; la reincorporación laboral dependerá del tipo de trabajo. Se puede realizar una segunda inyección de corticoesteroides varias semanas después de la primera. Si tras dos o quizás tres inyecciones no hay mejoría, hay que plantear la cirugía.
    • La mayoría de los pacientes responden a la inyección de corticoides con o sin el uso asociado de una férula. La mayoría de las recaídas ocurren en los dos primeros años. La eficacia de las infiltraciones en personas diabéticas podría ser menor.
    • Los efectos adversos más importantes son: atrofia cutánea o subcutánea, hipopigmentación de la piel, sangrado y muy raramente infección o rotura tendinosa.
  • Cirugía
    • Está indicada cuando el tratamiento conservador no es eficaz y en casos graves o de larga evolución. Suele realizarse con anestesia local y es un tratamiento muy efectivo. La liberación quirúrgica antes de los 4 años de edad en los casos pediátricos que no se resuelven espontáneamente es muy efectiva.
    • Existen varias técnicas: abierta (incisión en piel con visión directa de las estructuras), percutánea (incisión sin visión directa) y endoscópica.
    • Las complicaciones importantes (infección, lesiones del tendón) son raras.


Lo que debes saber…

  • El dedo en gatillo causa dolor, rigidez (que puede aumentar tras periodos de inactividad) y una sensación de bloqueo o atrapamiento al flexionar y extender el dedo, normalmente el dedo pulgar o anular, aunque puede afectar a cualquier dedo de ambas manos.
  • En casos leves y primeras fases, se inmoviliza con férula a medida en la articulación afectada y antiinflamatorios no esteroideos para el dolor. También pueden realizarse infiltraciones locales de corticoides con o sin el uso asociado de una férula.
  • La cirugía está indicada cuando el tratamiento conservador no es eficaz y en casos graves o de larga evolución.

Bibliografía

  • Dedo en gatillo. Guía Fisterra. Revisión febrero 2019
  • Satishchandra Kale.Trigger Finger. Medscape. Updated: Jan 17, 2023