Los movimientos que permite esta articulación son múltiples y son estos mismos cuando se realizan de manera repetitiva los que pueden provocar una situación patológica.

Existen deportes en los que la buena condición del codo es fundamental para que los gestos técnicos sean lo más perfectos posible. Cuando estos movimientos se repiten una y otra vez pueden acabar por producir una lesión. Dependiendo de la zona afectada tendrá un nombre u otro. Cuando la parte afectada es la parte externa del codo estaremos ante una “epicondilitis” pero cuando el dolor o la molestia aparecen en la parte interna será entonces una “epitrocleitis” . Ambas afectan al codo pero el origen y las estructuras afectadas son diferentes.

A la epicondilitis se la suele conocer como “el codo del tenista”. Esto es así porque el movimiento de flexoextensión en el saque o los movimientos forzados del antebrazo, sobre todo en supinación, afectan a una serie de músculos (extensores y supinadores) que se insertan en esta zona ósea.

Tras realizar una y otra vez esos movimientos, aparece inflamación e incluso micro-traumatismos que afectan directamente al tendón. Aunque se le conoce como se ha comentado, como codo del tenista, esta patología es también una patología asociada al ámbito laboral ya que gestos como escurrir una fregona o desatornillar de manera frecuente pueden provocarla.

Codo de tenista: síntomas, prevención y tratamiento

Quien la sufre se queja de tener una movilidad limitada y, en general, dolorosa. Llega a imposibilitar los movimientos más sencillos como levantar la raqueta. A la palpación existe dolor en la parte externa del codo y aumenta cuando se le pide al paciente hacer un movimiento “contraresistencia”. Mejora cuando se está en reposo, con la aplicación de frío o con medicación antiinflamatoria pero el mejor tratamiento en este caso es la prevención.

Para evitarlo, lo mejor es hacer un trabajo preventivo, estirar correctamente los músculos que suelen verse implicados en el gesto deportivo, evitar la sobrecarga y conocer la técnica.

Y de la epitrocleitis

En este caso la afectación se sitúa en el lado interno del codo y en lugar de codo de tenista se le conoce como “codo del golfista” .Los movimientos del jugador de golf son diferentes a los del que realiza el tenista, aun usando los dos, el codo como articulación de manera importante.

En este caso predomina la pronación y es por ello que la lesión se sitúa en el lado contrario a la anteriormente descrita.

Las molestias y el dolor son igualmente limitantes. El tratamiento se basa en la misma terapia que en la epicondilitis y del mismo modo la prevención es básica, lo que supone trabajar los músculos afectados.

Lo que debes saber…

  • Cuando la parte afectada es la parte externa del codo se habla de “epicondilitis” (codo del tenista) pero si el dolor o la molestia aparecen en la parte interna sería una “epitrocleitis”.
  • Es importante hacer un trabajo preventivo que incluye estirar correctamente los músculos que suelen verse implicados en el gesto deportivo, evitar la sobrecarga y conocer la técnica.
  • Algunos seguros incluyen reconocimiento médico deportivo y servicio de entrenador personal para prevenir y/o asesorar en el caso de codo del tenista y otras molestias del deportista.

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