Es la anomalía congénita del tracto gastrointestinal más frecuente. Comúnmente se hace referencia al divertículo de Meckel con la regla de los 2:

  • Se da en el 2% de la población (con mayor exactitud, entre el 1% y 4%).
  • Es más frecuente en niños que en niñas, con una relación 2:1.
  • Se localiza con mayor frecuencia a 2 pies (60 cm) de la válvula ileocecal.
  • Mide, generalmente, unos 2 cm de diámetro.
  • Puede contener 2 tipos diferentes de tejidos: gástrico y pancreático.
  • Es más frecuente antes de los 2 años.

¿Qué es el divertículo de Meckel?

El divertículo de Meckel es un resto del conducto onfalomesentérico. Durante una fase del desarrollo intrauterino el intestino primitivo se comunica con el saco vitelino que está localizado fuera del embrión. Este conducto que los comunica se llama conducto onfalomesentérico. Al desarrollarse el embrión tanto el saco vitelino como el conducto onfalomesentérico desaparecen progresivamente, pero en un pequeño porcentaje de la población puede permanecer algún resto de este conducto y es lo que llamamos divertículo de Meckel.

¿Qué problemas puede dar?

Muchas personas que presentan este divertículo están asintomáticas, es decir, no les da problemas. En el caso de dar la cara suele hacerlo en la primera infancia, sobre todo en los primeros dos años de vida.
El divertículo de Meckel puede contener en su interior mucosa del estómago que es capaz de secretar ácido clorhídrico, por lo que puede provocar ulceración, hemorragias y una posible perforación intestinal.
Alrededor del 33% de los pacientes presentan síntomas, mientras que un 16% de los pacientes permanecen asintomáticos, siendo el divertículo de Meckel un hallazgo casual durante una intervención quirúrgica indicada por una patología distinta.
Cuando el divertículo de Meckel presenta manifestaciones clínicas, éstas suelen ser inespecíficas y por tanto se dificulta el diagnóstico y el diagnóstico se sospecha cuando se desarrollan complicaciones, en un 4-5% de los casos. La incidencia de complicaciones disminuye conforme aumenta la edad. La complicación más frecuente en niños es la hemorragia.
En los adultos la complicación más común es la obstrucción, seguida por la diverticulitis.
En la literatura médica se han descrito el desarrollo de neoplasias malignas en pacientes con divertículo de Meckel entre el 0.5% y el 4.9% de los pacientes.

¿Cuáles son los síntomas?

  • Dolor abdominal agudo localizado en la parte central o derecha del abdomen, y que confundirse clínicamente con una apendicitis aguda. Puede acompañarse de sangrado en las heces, pero no siempre.
  • Presencia de sangre en las heces sin dolor abdominal que puede causar incluso problemas de hemorragias importantes y shock.
  • Puede ser la causa de una invaginación intestinal, que produce dolor abdominal, vómitos, irritabilidad y una masa palpable en el lado derecho del abdomen. Esta clínica se da con mayor frecuencia en los niños menores de seis años.
  • Obstrucción intestinal. Es un cuadro muy grave donde las asas del intestino se enrollan alrededor del ligamento onfalomesentérico. El niño presenta malestar importante, vómitos, dolor, distensión abdominal y estreñimiento agudo.

¿Cómo se diagnostica?

  • El diagnóstico se realiza de manera diferente en función de si el cuadro clínico es agudo o subagudo.
  • Cuando la sintomatología que presenta el niño es tan grave que se necesita ir a quirófano, es en el momento de la intervención donde se observa la estructura anatómica y se filia la causa del sangrado masivo, del dolor abdominal agudo o de la obstrucción intestinal con el divertículo de Meckel.
  • En los casos donde se sospecha sangrado crónico en heces sin dolor ni urgencia vital, el diagnóstico se realiza mediante una gammagrafía con un isótopo que es captado por la mucosa gástrica que el divertículo de Meckel tiene en su interior, mostrando su existencia y localización. Una vez diagnosticado, se programa la cirugía para extirparlo y evitar problemas futuros.

Lo que debes saber…

  • En el caso de dar la cara suele hacerlo en la primera infancia, sobre todo en los primeros dos años de vida. La complicación más frecuente en niños es la hemorragia.
  • Se puede manifestar con dolor abdominal agudo y sangre en las heces.
  • Una vez diagnosticado, se programa la cirugía para extirparlo y evitar problemas futuros.