¿Qué es?

En los casos de que haya una disminución en la velocidad de crecimiento también deben ser estudiados. Puede afectar a niños y a niñas. Durante los primeros años, el crecimiento puede ser normal, y aparecer la alteración más tarde. Una medida aislada de la talla en un niño no tiene valor, se debe realizar siempre la curva de crecimiento. La talla es uno de los aspectos que más preocupan a los padres, junto con la ganancia de peso. Es inevitable la comparación con el resto de niños de la clase. Los niños de una misma edad pueden medir centímetros de diferencia y estar dentro de la normalidad; los casos donde la talla baja es una situación claramente patológica son detectados en las revisiones sistemáticas del Pediatra.

Los factores que influyen en la talla final de un individuo son:

  • Factores genéticos: la herencia es fundamental, la talla de los dos padres influye por igual sobre la talla que alcanzarán sus hijos.
  • Factores hormonales: varias hormonas intervienen en el crecimiento, el equilibrio entre ellas es fundamental. La hormona más conocida es la que se llama «hormona de crecimiento» (GH).
  • Sexo y edad de comienzo de la pubertad: en la pubertad el niño hace una aceleración del crecimiento y, a su vez, madura sexualmente apareciendo los caracteres sexuales secundarios: vello, desarrollo mamario, maduración testicular… En las niñas la pubertad aparece antes que en los niños, hacen el «estirón» más temprano. Los niños empiezan la pubertad más tarde y crecen más centímetros.
  • Nutrición y enfermedades del niño: la correcta nutrición asegura un crecimiento adecuado al niño. El padecimiento de enfermedades crónicas puede afectar al crecimiento.

Causas de talla baja

  • Talla baja familiar: en este caso los padres son bajitos y los factores genéticos son fundamentales. Al nacer ya son un poquito más pequeños y siguen una curva de crecimiento por debajo del p3 paralela a la normalidad, con buena progresión. Su velocidad de crecimiento es normal y la edad ósea (edad según la maduración de los huesos) se corresponde con su edad cronológica (en años). Al llegar a la vida adulta siguen siendo bajitos pero no hay ninguna enfermedad que lo justifique, tan solo, la herencia de sus padres.
  • El retraso constitucional del desarrollo: es este caso se produce un retraso en el inicio de la pubertad y del «estirón». Durante un tiempo el niño puede parecer más bajo pero alcanzará una buena talla en la edad adulta. También influyen factores genéticos: alguno de los padres o ambos iniciaron la pubertad muy tarde. En estos casos la edad ósea está atrasada respecto a la edad cronológica del niño. Las pruebas hormonales son normales. Al final la talla adulta está dentro de los límites de la normalidad.
  • Alteraciones de la hormona de crecimiento: la ausencia completa de esta hormona es una enfermedad muy rara. Lo más frecuente es que se detecten pequeños déficits, alteraciones en su producción, de la calidad o de los sitios donde actúa la hormona.

Tratamiento

Para alcanzar la talla genética del individuo debe nutrirse correctamente y no tener ninguna enfermedad que altere el proceso. El único tratamiento que existe es la administración de hormona de crecimiento en el caso de que éste fuera el problema. Hay que descartar otros tipos de déficits hormonales.

Para administrar este tratamiento se deben hacer amplios estudios al niño y tener una talla realmente baja. La administración de GH (hormona de crecimiento) se hace mediante inyecciones diarias que los padres o el mismo niño se pone en casa y debe ser un tratamiento supervisado siempre por un endocrinólogo infantil.

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