Aparte de provocarnos un evidente problema estético, nos puede llegar a causar un problema de salud al dañar la estructura de soporte de los dientes (lo que llamamos periodondo) y provocarnos una inflamación de las encías, halitosis (mal aliento), pérdida de hueso y, a la larga, su consecuente pérdida de piezas dentales.

La placa bacteriana

Para hablar sobre el sarro primero es necesario explicar un poco sobre la placa bacteriana porque está muy relacionada. La placa bacteriana es una mezcla de restos alimenticios, saliva y microorganismos que se va depositando en la superficie de los dientes. La placa bacteriana no es visible, sólo la podemos detectar visualmente cuando adquiere cierto grosor. Es muy importante tener en cuenta que esta placa bacteriana se puede eliminar mediante el cepillado dental.

Si no se elimina parcial o totalmente, se van depositando sales de calcio y fósforo (sales provenientes de la saliva) que nos van a provocar una mineralización de esta placa bacteriana. Y es entonces cuando pasa a ser y a denominarse sarro, cálculo dental o tártaro dental (que es como se le conoce científicamente). El sarro dental no se puede eliminar con el cepillado dental por mucho que se intente, puesto que es duro (está calcificado) y está muy adherido a los dientes.

Tipos de sarro

Según su localización, se distingue entre el sarro supragingival, cuando se encuentra por encima de la línea de la encía, y el subgingival o infragingival, cuando se encuentra por debajo de la misma. El sarro suele acumularse con más frecuencia en las caras internas de los dientes anteroinferiores. La única forma de eliminarlo es mediante una higiene profesional, es decir, mediante una tartrectomía.

Prevención

Para intentar prevenir la formación de sarro es necesario realizar una buena técnica de cepillado dental y hacer un buen uso del hilo o seda dental. También resulta muy recomendable para este fin el uso de irrigador. Se trata de un aparato de aspecto parecido a un cepillo eléctrico pero que dispone, además, de un depósito para poner agua. El aparato también tiene varios cabezales pequeños y especiales para sacar agua a presión y limpiar la superficie entre el diente y la encía y, sobre todo, entre los dientes (superficie interproximal). Este aparato se recomienda especialmente a pacientes portadores de prótesis fija, ya sean puentes, coronas o implantes, y pacientes en tratamiento de ortodoncia con brackets.

Y no olvides realizarte de vez en cuando una limpieza dental

Lo que debes saber…
  • El sarro daña la estructura de soporte de los dientes.
  • Una buena técnica de cepillado, el uso de hilo dental y el irrigador son clave para prevenir su formación.
  • No se puede eliminar con el cepillado dental, por lo que sólo la higiene profesional puede hacerlo.