La moringa es una especie bastante desconocida todavía para Europa, pero contiene un alto concentrado en vitaminas y minerales, lo que hacen de ella un remedio natural con numerosas propiedades antioxidantes y antinflamatorias a tener en cuenta para la salud.

Hoy en día, se cultiva en zonas de Asia, África y América del Sur, y cada vez en más lugares porque tiene una gran facilidad para crecer en casi cualquier tipo de suelo, incluidos aquellos con mayor aridez estacional. Puede alcanzar los 12 metros de altura, llegando a su primer año a los cinco metros si las condiciones son idóneas. Sus flores, que son comestibles, aparecen a los siete meses de su plantación, y también produce vainas colgantes en las que se encuentran sus semillas, que cuentan con numerosas propiedades. En realidad, es un árbol del que se pueden aprovechar prácticamente todas sus partes con fines terapéuticos y nutritivos: hojas, vainas (frutos), flores, semillas, corteza y raíz. La parte más utilizada son las hojas.

Composición nutricional

La moringa es especialmente rica en diversos nutrientes, además de en sustancias antioxidantes. Para dar una idea de esta concentración, la tabla muestra la cantidad de vitaminas y minerales que aporta una sola cucharada de hoja seca de moringa (5 g), además del porcentaje de las CDR o cantidades recomendadas de cada nutriente.

Composición nutricional de la moringa (por 5 g)
NUTRIENTE APORTE CDR
Calcio 95 mg 12%
Magnesio 24 mg 7%
Hierro 2 mg 10%
Vitamina A 3,6 mg 20%
Vitamina B1 0,13 mg 12%
Vitamina B2 0,06 mg 4%
Vitamina B6 1,6 mg 7%
Ácido Fólico 27 mcg 14%
Vitamina C 8,6 mg 14%
Vitamina E 3 mg 23%
  • Fuente de calcio y magnesio: ambos minerales son necesarios para fortaleces los huesos, el sistema nervioso y tono muscular. Puede tener muy buenas aportaciones para personas de la tercera edad con signos de osteoporosis, deportistas como apoyo a fortalecer estructura ósea y contracción muscular y para cualquier situación en la que se quiera relajar el sistema nervioso, como estados de estrés, nerviosismo, ansiedad.
  • Fuente de hierro de buena biodisponibilidad, como apoyo en estados anémicos de personas mayores, convalecientes, mujeres en periodo fértil y deportistas.
  • Fuente en antioxidantes: la moringa posee más de 40 antioxidantes, entre los que destaca la vitamina A y la quercitina. La vitamina A se halla en forma de betacaroteno, un potente antioxidante que protege especialmente la piel, las mucosas y órganos como la vejiga. La quercitina refuerza el poder anticancerígeno y antidegenerativo de los procesos biológicos.
  • Fuente en vitamina E: se encuentra principalmente en las semillas y la extracción de su aceite. Es importante para proteger las membranas celulares y beneficia al sistema cardiovascular e inmunitario.
  • Fuente en vitamina B1, involucrada en el metabolismo de los alimentos ricos en hidratos de carbono para favorecer la obtención de energía.

Beneficios para la salud

Los estudios realizados hasta ahora han arrojado algo de luz. De todas formas, todavía falta más evidencia para confirmar la eficacia y más campos de acción. La moringa ha sido analizada con interés para combatir una variedad de enfermedades. Veamos a continuación en qué situaciones puede contribuir:

Diabetes

Algunos trabajos sugieren que puede ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre, lo que la hace beneficiosa para personas con diabetes tipo 2 o en riesgo de desarrollar la enfermedad. Actúa en dos aspectos:

  • Regula el azúcar en sangre: se ha observado que la moringa contiene compuestos bioactivos, como isotiocianatos y flavonoides, que pueden ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina y a promover una mejor absorción de la glucosa en las células, lo que contribuye a mantener niveles saludables de azúcar en la sangre.
  • Reduce la resistencia a la insulina: los extractos de moringa pueden ayudar a reducir la resistencia a la insulina, lo que mejora la capacidad del cuerpo para utilizar la glucosa de manera efectiva y puede ser beneficioso para las personas con diabetes tipo 2.

Hipertensión arterial

Se ha demostrado que la moringa puede tener efectos beneficiosos sobre la presión arterial, lo que podría ayudar a reducir el riesgo de hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares asociadas. Sus principales beneficios son:

  • Acción vasodilatadora: se ha demostrado que ciertos compuestos como los flavonoides y los ácidos fenólicos tienen propiedades vasodilatadoras, lo que significa que pueden ayudar a relajar y dilatar los vasos sanguíneos, lo que reduce la presión arterial.
  • Efecto diurético: la moringa también tiene propiedades diuréticas suaves, lo que significa que puede aumentar la producción de orina y ayudar a eliminar el exceso de sodio y agua del cuerpo, lo que contribuye a reducir la presión arterial.

Inflamación

La moringa posee propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo, lo que podría ser beneficioso para personas que sufren enfermedades inflamatorias crónicas como la artritis. Su acción se centra en dos aspectos:

  • Acción antiinflamatoria: la moringa contiene varios compuestos con propiedades antiinflamatorias, como los isotiocianatos y los flavonoides, que pueden ayudar a reducir la producción de mediadores inflamatorios en el cuerpo y reducir la inflamación en los tejidos.
  • Modulación del sistema inmunitario: algunos estudios sugieren que la moringa puede modular la respuesta inmunitaria del cuerpo, lo que puede ayudar a reducir la inflamación crónica asociada con enfermedades autoinmunes y trastornos inflamatorios.

Es importante tener en cuenta que, si bien la moringa ofrece una variedad de beneficios para la salud, es posible que algunas personas experimenten efectos secundarios o interacciones con ciertos medicamentos. Siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier suplemento nuevo, especialmente si estás embarazada, amamantando o tomando medicamentos.

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Lo que debes saber…

  • La moringa es especialmente rica en calcio, magnesio, hierro, vitamina E, además de en sustancias antioxidantes.
  • Se ha demostrado que la moringa puede tener efectos beneficiosos sobre la presión arterial, así como propiedades antiinflamatorias.
  • Por los posibles efectos secundarios e interacciones con medicamentos, siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier suplemento nuevo, especialmente en embarazo, lactancia y si estamos medicándonos.

 

“Nota informativa: los contenidos incluidos en esta sección ofrecen información relativa a terapias existentes explicadas por especialistas con experiencia en la materia con un objetivo divulgativo. MAPFRE no pretende en ningún caso posicionarse sobre su idoneidad ni promover expresamente su uso”.