También se puede expulsar sangre por la boca por otros motivos, como puede ser si hay un sangrado por la nariz. En este caso se denomina epistaxis, y al caer hacia atrás sale contenido por la boca. También puede ser que provenga del tracto respiratorio, lo que se define como hemoptisis.

¿Hay que preocuparse?

El vómito con sangre es una urgencia médica, por lo que hay que consultar al médico lo antes posible para detectar la causa e iniciar tratamiento y asegurar que el paciente permanece estable hasta resolver el origen del sangrado.

La sangre puede ser de color rojo intenso, lo que indicaría un sangrado reciente o activo, o puede ser de color más oscuro (que parece posos del café) siendo un sangrado más antiguo o expuesto a los ácidos del estómago.

La hematemesis suele indicar lesión en el esófago, en el intestino o en la primera porción del intestino delgado (duodeno).

¿Por qué puede producirse?

Existen diferentes causas en función de la edad del paciente, la medicación habitual y los antecedentes médicos. Entre las más frecuentes están:

  • Las úlceras o erosiones, que se pueden localizar tanto en el esófago como en el estómago o en el duodeno. Estas lesiones profundizan en la mucosa hasta afectar a un vaso haciendo que se produzca el sangrado. Como complicación también puede haber una perforación. Son más frecuentes en el duodeno que en el estómago.
  • Existen úlceras causadas por el uso crónico de fármacos antiinflamatorios no esteroideos, corticoides o el uso de sustancias como el alcohol.
  • La gastritis y la esofagitis también son muy frecuentes, pueden ser únicas o múltiples, la diferencia con las úlceras es que las lesiones que causa la gastritis son más superficiales en la zona de mucosa afectada.
  • Otra de las causas que se suele asociar al paciente con patología hepática avanzada o con mal control es el sangrado de varices esofágicas. En paciente generalmente cirrótico se produce un aumento de presión en estas venas que finalmente puede acabar rompiéndolas y hacer que sangren. Es la causa más frecuente de sangrado en pacientes hepatópatas.
  • Por neoplasis: cáncer gástrico, esofágico o de páncreas. El crecimiento de la lesión puede dañar la mucosa y los vasos y producir un sangrado.
  • Síndrome de Mallory-Weiss: es el desgarro de la mucosa del esófago después de vómitos intensos.
  • Por una angiodisplasia, que se debe a un defecto en la formación de las venas o arterias en la mucosa del estómago afectando a los vasos sanguíneos.

¿Cómo se procede ante esta situación?

  • Una vez se ha estabilizado al paciente en urgencias y se ha asegurado que la vía aérea no está comprometida, generalmente la prueba diagnóstica a realizar en primer lugar es la endoscopia.
  • En algunas ocasiones durante el procedimiento se podrá controlar del sangrado mediante diferentes técnicas, como la escleroterapia, que consiste en inyectar sustancias esclerosantes que frenarán el sangrado.
  • La gastroscopia, por su parte, detectará la lesión sangrante en casi la totalidad de los pacientes y se suele realizar a las 12-48 horas del sangrado, la identificación del lugar de sangrado y la magnitud de la lesión ayudarán a valorar el riesgo del episodio.

La hemorragia digestiva alta es un motivo de consulta frecuente en urgencias, el pronóstico varía en función de su origen, edad y patologías asociadas del paciente, recidiva del sangrado y aspecto endoscópico de la lesión sangrante

Es importante saber que ante una hemorragia digestiva, ya sea con sangre roja u oscura hay que acudir a urgencias lo antes posible.

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Lo que debes saber…

  • El vómito con sangre es una urgencia médica, por lo que hay que consultar al médico lo antes posible para detectar la causa e iniciar tratamiento y asegurar que el paciente permanece estable hasta resolver el origen del sangrado.
  • Las úlceras o erosiones, que se pueden localizar tanto en el esófago como en el estómago o en el duodeno son una de las causas más frecuentes de vómitos con sangre. Estas lesiones profundizan en la mucosa hasta afectar a un vaso haciendo que se produzca el sangrado.
  • Una vez se ha estabilizado al paciente en urgencias y se ha asegurado que la vía aérea no está comprometida, generalmente la prueba diagnóstica a realizar en primer lugar es la endoscopia, en algunas ocasiones durante el prodecimiento se podrá controlar del sangrado mediante diferentes técnicas.