Las escalas funcionan muy bien, permiten ser rápidos y sistemáticos, no dejando lugar a la ambigüedad.

¿Cómo surge la escala de coma de Glasgow?

La escala de Glasgow fue creada en 1974 por Graham Teasdale y Bryan Jennett, dos neurocirujanos ingleses miembros del Instituto de Ciencias Neurológicas de la Universidad de Glasgow. Su objetivo fue el de proporcionar un método simple y fiable de registro y monitorización del nivel de conciencia en pacientes con traumatismo craneoencefálico. Ambos publicaron en la revista The Lancet, bajo el título de Assessment of coma and impaired consciousness, la primera versión de esta escala. Durante los años 60, Jennet creó una base de datos con todos los casos en los que había tenido lugar un traumatismo craneoencefálico y que había atendido en Glasgow, junto a otros de sus colaboradores en Holanda y Estados Unidos. Esta recopilación se convirtió en la base sobre la que se creó la escala de coma de Glasglow.

Aunque en un principio fue creada para evaluar los traumatismos craneoencefálicos, la precisión y relativa sencillez provocaron la rápida universalización de su uso, así como su aplicación a otras patologías traumáticas y no traumáticas, permitiendo su manejo en situaciones de emergencia y por diferentes profesionales.

Actualmente, su uso se ha generalizado hasta tal punto que se ha convertido en la herramienta más empleada en el ámbito hospitalario y prehospitalario.

¿Para qué sirve?

Una exploración neurológica de un paciente debe ser simple, objetiva y rápida.  Esto es determinante en pacientes en situación clínica grave como un traumatismo craneoencefálico. Para evitar términos ambiguos como estuporoso, somnoliento, inconsciente o comatoso, se ha universalizado el empleo de la GCS. Entre sus ventajas se encuentran su sencillez de aplicación y proporcionar un lenguaje común y objetivo que facilita la comunicación entre profesionales.

La Escala de Coma de Glasgow utiliza tres parámetros:

  • La respuesta verbal
  • La respuesta ocular
  • La respuesta motora.

El puntaje más bajo es de 3 puntos, mientras que el valor más alto es de 15 puntos.

La aplicación sistemática a intervalos regulares de esta escala permite obtener datos objetivos de la evolución del paciente.

Los usos de la escala de Glasgow

Se usa para valorar estados de alteración de la conciencia en diferentes situaciones en situaciones postraumáticas así como la profundidad del coma y su duración.

En situaciones graves o de emergencia, cuando alguien sufre un fuerte impacto en la cabeza, por ejemplo, la exploración neurológica debe realizarse en la mayor brevedad de tiempo posible con una herramienta simple, objetiva y rápida. El aspecto más importante que debe tenerse en cuenta es el nivel de conciencia, por ello la GCS en estos casos resulta clave. La puntuación obtenida por el paciente nos informa de la severidad de la lesión.

Por otro lado, permite identificar el estado de coma y evaluar la  evolución del paciente. En este caso su aplicación puede realizarse a lo largo del tiempo para realizar un seguimiento de los cambios en el nivel de conciencia.

Puntuación e interpretación

Se valora cada uno de los tres aspectos dando una puntuación a la mejor respuesta obtenida en cada categoría. La calificación total más baja es de 3 (1+1+1) y la más alta, de 15 (4+5+6). 

Respuesta apertura ocular

Respuesta verbal

Mejor respuesta motora

En lactantes

La severidad del traumatismo craneoencefálico se determina en función de puntuación total de la Escala de Glasgow:

  • Leve: 14 – 15 puntos
  • Moderado: 9 – 13 puntos
  • Grave: < 9 puntos

En cuanto al nivel de alteración de consciencia (estado de coma), el gradiente varía:

  • Leve: > 13 puntos. La duración del coma suele ser menor a 20 minutos
  • Moderado: 9 – 12 puntos. La duración del coma es mayor de 20 minutos y menor de 6 horas tras la admisión del paciente.
  • Grave o severa: < 8 puntos. La duración del coma es mayor de 6 horas tras la admisión del paciente.

Lo que debes saber…

  • Se usa para valorar estados de alteración de la conciencia diferentes situaciones en situaciones postraumáticas así como la profundidad del coma y su duración.
  • Aunque en un principio fue creada para evaluar los traumatismos craneoencefálicos, la precisión y relativa sencillez provocaron la rápida universalización de su uso, así como su aplicación a otras patologías traumáticas y no traumáticas, permitiendo su manejo en situaciones de emergencia y por diferentes profesionales.
  • Actualmente, su uso se ha generalizado hasta tal punto que se ha convertido en la herramienta más empleada en el ámbito hospitalario y prehospitalario.