El término nootrópico se aplica a fármacos que contienen sustancias químicas que pueden ser de utilidad para personas con elevada demanda intelectual o para prevenir el deterioro cognitivo. Este mismo efecto lo generan algunos alimentos sin llegar a contener estas sustancias, es decir, son alimentos que mejoran el rendimiento intelectual, ejercitan la agilidad mental y la memoria.

6 alimentos para mejorar la función cerebral

  1. Huevo: además de su contenido en proteínas, vitaminas del grupo B y grasas de calidad, contiene un nutriente muy interesante para la función cerebral: la colina. Se trata de un precursor de la acetilcolina, una neurohormona que parece proteger de enfermedades degenerativas cerebrales, como la demencia senil, y la enfermedad de Alzheimer
  2. Nueces: son ricas en ácidos grasos omega 3 y omega 6, que nos ayudan a prevenir el deterioro cognitivo y favorecen el aprendizaje. Además, contienen vitaminas y minerales como la vitamina E, magnesio, polifenoles y vitamina B6 que, en general, benefician la memoria y la concentración.
  3. Cacao: estimula el rendimiento intelectual debido a su contenido en flavonoides que, como hemos dicho anteriormente, son potentes antioxidantes cerebrales. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el cacao debe estar presente en grandes concentraciones (mayores del 70%) dentro de una tableta de chocolate ya que el efecto antioxidante y estimulante sólo se aplicará a chocolates puros con un alto contenido en cacao.
  4. Brócoli y verduras de hoja verde: estos vegetales tienen en común una elevada concentración de antioxidantes, carotenoides, minerales, y vitamina K, conocida por su función coagulante sanguínea y también por sus efectos positivos en el tratamiento para el Alzheimer.
  5. Arándanos: estos frutos rojos propician la concentración, protegen al cerebro de los radicales libres y mejoran la memoria a largo plazo debido a su contenido en vitaminas antioxidantes como los flavonoides. Además, contienen potasio, mineral que contribuye a la transmisión y generación de neurotransmisores, ayudando a reducir el declive cognitivo y la pérdida de memoria.
  6. Plátano: su elevado contenido en triptófano junto con el potasio, magnesio y vitamina C, confieren al plátano un elevado potencial antioxidante que puede ser muy útil a la hora de reducir y gestionar el estrés.

¿Y el café? El principal compuesto activo del café es la cafeína, cuyo efecto estimulante inhibe los receptores cerebrales de adenosina (sustancia que hace sentir cansancio), produciendo una mayor agudeza mental que puede ser útil en situaciones de falta de sueño. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el café se considera un psicoestimulante que puede producir dependencia química si se toma en grandes cantidades.

El ejercicio como aliado

Por último, debemos destacar que, además de llevar a cabo una alimentación saludable, nuestras funciones cognitivas pueden mejorar mucho si realizamos actividad física ya que el cerebro es un órgano que mejora su plasticidad con el ejercicio físico que, a su vez, promueve la liberación de neurotransmisores (como la serotonina y la dopamina) produciendo una mayor salud mental y una mejora en las funciones de la memoria.

5 Nutrientes que necesita nuestro cerebro

Aunque es un nutriente indispensable, no sólo de glucosa vive el cerebro. Nuestras conexiones nerviosas necesitan minerales, vitaminas, aminoácidos y grasas para un óptimo funcionamiento, sin obviar que la hidratación (agua, infusiones, caldos, etc.) es imprescindible para evitar el cansancio mental y la pérdida de concentración.

Grasas saludables

En especial el omega 3 presente en pescados azules, semillas de lino o nueces, contiene una serie de ácidos grasos denominados DHA que también forman parte de la estructura de las membranas de células nerviosas. Por ello, es muy importante ingerir alimentos ricos en estas grasas para favorecer las funciones cognitivas.

Hierro, magnesio y zinc

Son minerales que contribuyen a mantener una función cognitiva normal y cuya deficiencia se relaciona con síntomas de depresión y ansiedad. Entre los alimentos más ricos en estas sustancias están las carnes rojas no procesadas, el hígado, los vegetales de hoja verde, las espinacas, los frutos secos, las legumbres y las ostras.

Vitaminas de grupo B (B1, B6, B12)

Son las que más influyen en el buen funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso ya que su déficit puede acarrear episodios de depresión, irritabilidad, falta de concentración y nerviosismo. Entre las diversas fuentes de vitamina B encontramos la soja, el germen de trigo, el hígado y vísceras de animales, los huevos, el queso, las legumbres y la avena.

Antioxidantes

El kiwi, la naranja o los pimientos rojos tienen un efecto antioxidante debido a su contenido en vitamina C, vitamina que evita la degradación prematura de los receptores neuronales. Además, dentro de los antioxidantes encontramos unas sustancias denominadas flavonoides (presentes en el chocolate negro) que previenen problemas neurodegenerativos causados por la alta contaminación medioambiental.

Triptófano

Es un aminoácido precursor de la serotonina y la melatonina, sustancias que regulan el humor y el comportamiento, previenen el estrés y la ansiedad y ayudan en la conciliación del sueño. Encontramos triptófano en los plátanos, huevos, pescados, carnes magras, soja y lácteos.

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Lo que debes saber…

  • Además de glucosa, las conexiones nerviosas necesitan minerales, vitaminas, aminoácidos y grasas para un óptimo funcionamiento, sin obviar que la hidratación.
  • La colina del huevo es un precursor de la acetilcolina, una neurohormona que parece proteger de enfermedades degenerativas cerebrales.
  • El cacao estimula el rendimiento intelectual debido a su contenido en flavonoides