Anisomastia o asimetría mamaria
Resumen del contenido
Médico especializada en ginecología y obstetricia. Con más de dos décadas de experiencia en la profesión, es una experta en ecografía de 20 semanas, diagnóstico prenatal, parto, histeroscopia quirúrgica y laparoscopia, entre otras. Compagina su trabajo en diferentes centros con la docencia y la redacción de artículos.
El desarrollo de la glándula mamaria empieza entre los 8 y los 12 años por influencia de las hormonas segregadas por los ovarios. El primer signo es el crecimiento del llamado botón mamario, una prominencia de 1-2 cm de diámetro, sobreelevada, bajo la piel de la areola, sensible al tacto. Este botón mamario aparece primero en un lado y después en el otro. El decalaje entre uno y otro suele ser de semanas o meses, de media entre 6 y 12 meses. Posteriormente se identificarán también cambios en el tamaño y forma de la mama que no completa su desarrollo hasta los 18-20 años.
¿Cómo cambian?
Así pues, el crecimiento de la mama es asimétrico desde el principio, pero a medida que el desarrollo se completa se van simetrizando, y aunque la simetría exacta entre las mitades izquierda y derecha del cuerpo no existe, y las mamas no son exactamente iguales, las diferencias habitualmente son mínimas e imperceptibles, pero en un 10% de los casos pueden ser muy evidentes y es en estos casos en los que hablamos de asimetría mamaria. Técnicamente, se consideran asimétricas las mamas con una diferencia de un 25% o más entre ellas.
Sin embargo, la mama sigue cambiando a lo largo de la vida, sobre todo con los cambios hormonales del embarazo, la lactancia y la menopausia, y amamantar de forma desigual puede provocar también asimetrías que no eran tan evidentes antes del embarazo.
Otras causas
Aparte de estos tipos de asimetría del desarrollo y cambios fisiológicos a lo largo de la vida, cualquier modificación en el tamaño o forma de una mama más allá de haber finalizado su madurez deben ser evaluados por un médico pues puede tratarse de alguna patología mamaria benigna, o incluso maligna.
Pero el objeto de esta revisión es hablar sobre las mamas que, sin una patología, se desarrollan de forma desigual llegando la mujer a la edad adulta con una diferencia objetivable entre el tamaño o forma de sus mamas, que no comporta ningún peligro y es meramente un problema estético, pero que no hay que infravalorar, pues puede tener un gran impacto sobre su autoestima y causarle mucho sufrimiento.
¿Todas las asimetrías son iguales?
Hay distintos grados de asimetría, siendo los casos extremos la amastia, una condición rara en la que existe una falta total de desarrollo mamario uni o bilateral, o una condición genética también de muy baja frecuencia llamada Síndrome de Poland, en la que, de forma congénita, falta una mama y el músculo pectoral.
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Dejando de lado estas causas congénitas poco frecuentes, la principal causa es simplemente una diferencia en el desarrollo de una u otra mama, aunque también puede ser secundaria a algún factor externo tipo traumatismo, cirugía o radioterapia en la zona, que secundariamente haya impactado en el desarrollo normal de una mama.
¿Cómo se aborda?
- Cirugía: una vez descartada una patología responsable, y una vez adquirida la madurez fisiológica de la mama, si la asimetría es evidente, aunque se trate de una mera diferencia estética, si a la paciente le preocupa lo suficiente, debe considerarse la cirugía. La técnica será individualizada según el caso. En ocasiones hay que reducir el tamaño de la mama mayor si es exagerado, o colocar una prótesis en la pequeña. En estos casos es importante que la paciente manifieste qué tamaño es normal para ella. Otras veces hay que actuar sobre ambas, pues frecuentemente la mama más grande, por su peso puede tener una posición y proyección diferentes.
- Otra técnica útil en estos casos es el lipofilling, es decir, extraer grasa de la propia mujer de otro lugar e implantarla en la mama. Puede haber infinitas opciones dependiendo del caso, pero el objetivo es conseguir la simetría razonable entre ambas mamas y el complejo areola/pezón, tanto en forma, tamaño y posición.
Hoy en día, las cirugías en general hay que considerarlas seguras, el conocimiento y evolución de los materiales, fármacos anestésicos y la pericia de los cirujanos plásticos, cada vez más demandados, ha de dar confianza a la mujer para solucionar el problema si lo es para ella.
En otros casos, en que la diferencia no sea tan grande, o simplemente no sea un motivo de preocupación para la mujer, obviamente es una condición que no requiere ningún tratamiento y para la que pueden también encontrarse soluciones prácticas con el uso de almohadillas o sujetadores asimétricos.
Lo que debes saber…
- El desarrollo mamario es naturalmente asimétrico desde la pubertad y, aunque suele equilibrarse con la madurez, hasta un 10% de mujeres presentan diferencias visibles sin que exista patología.
- La asimetría mamaria puede deberse al desarrollo desigual, a cambios hormonales de la vida (embarazo, lactancia, menopausia) o a causas externas, y solo debe preocupar si aparece tras la madurez o va acompañada de otros signos clínicos.
- El abordaje depende del grado de asimetría: puede no requerir tratamiento, resolverse con recursos prácticos o recurrir a cirugía o lipofilling para lograr una simetría razonable si genera malestar estético.
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