El dengue es una enfermedad infecciosa vírica que se transmite a través de las picaduras de las hembras del mosquito Aedes aegypti o Aedes albopictus que sean portadoras de este virus. Es una enfermedad propia de las zonas tropicales y subtropicales del planeta, especialmente en regiones urbanas y suburbanas. Es más frecuente en el sudeste asiático y en islas del Pacífico occidental, pero su incidencia ha aumentado rápidamente en América Latina y en la región del Caribe.

El dengue está causado por 4 tipos diferentes del virus del dengue (DEN 1, DEN 2, DEN 3 y DEN 4) y los síntomas aparecen al cabo de entre 3 y 14 días de la picadura, apareciendo en general durante la primera semana tras la picadura y puede afectar a personas de cualquier edad.

Qué síntomas produce y cómo evoluciona

En su forma leve el cuadro clínico es similar al de un cuadro gripal. El paciente puede presentar:

  • Fiebre que puede ser alta
  • Dolor muscular y articular
  • Erupción cutánea
  • Malestar general
  • Náuseas y vómitos
  • Inflamación de varios ganglios
  • Dolor ocular

En el 80% de los casos los pacientes se recuperan sin ningún tipo de secuelas tras una semana. Tras padecer la enfermedad se consigue inmunidad contra el serotipo que haya causado la infección, pero no contra los otros tres restantes.

En algunos casos puede producirse un cuadro de dengue grave y potencialmente mortal, que puede causar la llamada fiebre hemorrágica. Las fiebres hemorrágicas pertenecen a un grupo de enfermedades causadas por virus que se caracterizan por la presencia de fiebre elevada y diversos sangrados como el virus del ébola o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.

El dengue hermorrágico

En el dengue hemorrágico se producen lesiones en los vasos sanguíneos, lo cual provoca sangrados en diversos órganos y también disminuye el número de plaquetas y de factores de la coagulación en la sangre. Esto hace que sea más difícil controlar estos sangrados. En casos de un dengue hemorrágico el paciente puede presentar:

  • Dolor abdominal intenso
  • Vómitos
  • Sangrado por las encías o la nariz
  • Aparición espontánea de hematomas cutáneos
  • Sangre en la orina o las heces
  • Dificultad respiratoria
  • Riesgo de fallo multiorgánico: puede hacer que el paciente entre en choque séptico, que puede llegar a ser mortal si no se estabiliza en un centro hospitalario.

El hecho de haber padecido un dengue leve previamente hace que la persona sea más susceptible a padecer un dengue hemorrágico si se infecta con otro serotipo contra el cual no tenga inmunidad.

¿Cómo puedo saber que tengo el dengue?

El diagnóstico del dengue suele ser clínico, es decir, a partir de los síntomas del paciente, la zona donde se encuentren o donde hayan estado y la presencia de una posible picadura de mosquito. Existen métodos de laboratorio para diagnosticarlo, como la detección directa del virus o de anticuerpos contra el mismo. Sin embargo, estos procedimientos no siempre están disponibles en los centros médicos donde es habitual el dengue y su detección no puede demorar el tratamiento.

¿Tiene cura?

El dengue tiene cura, pero no tiene tratamiento específico, ni en su forma leve ni en la forma hemorrágica. En la forma leve se deberá tratar como otro cuadro viral, con reposo, antitérmicos e hidratación. En los casos de dengue hemorrágico grave se requiere la asistencia en un hospital pues puede ser preciso que se tenga que transfundir al paciente o tratar un choque séptico en una unidad de cuidados intensivos.

¿Hay vacuna?

Desde el 2015 existe una vacuna tetravalente, Dengvaxia®, cuyo uso se ha aprobado para personas entre 9 y 45 años que vivan en zonas endémicas de dengue y que hayan sufrido ya una primera infección por alguno de los serotipos de este virus. Más allá de estos, si se tiene que viajar a estos países, se deben tomar medidas para evitar las picaduras, como asegurarse que las ventanas y las camas disponen de mosquiteras, llevar manga y pantalones largos de ropa clara (el mosquito Aedes es más activo en horarios diurnos) y utilizar espray repelente de mosquito que tengan concentraciones de 45% de DEET, la molécula repelente.

En caso de sospechar el contagio de dengue es importante ponerse en contacto cuanto antes con un servicio médico. El dengue, como enfermedad potencialmente peligrosa y transmisible, es de declaración obligatoria.

 

Lo que debes saber…

  • Es una enfermedad propia de las zonas tropicales y subtropicales del planeta.
  • El dengue no tiene tratamiento específico, pero sí tratamiento y vacuna.
  • En caso de sospechar el contagio de dengue es importante ponerse en contacto cuanto antes con un servicio médico.