Esta peculiar fruta empieza a aparecer en nuestros mercados a mediados de septiembre y permanece en buenas condiciones hasta finales de enero. La granada es una fruta de otoño, pero no por ello menos refrescante, nos aporta agua, potasio, antioxidantes y destaca por su versatilidad, pues resulta ideal para ensaladas, guisos y postres.

Propiedades nutricionales de la granada

En cuanto a alimentación, a menudo se buscan alimentos que nos proteja de todos los males y nos cure cualquier dolor o enfermedad. La granada puede llegar a ser uno de esos alimentos que llegan a divinizarse. Debemos tener en cuenta que, aunque la granada es un alimento multitud de beneficios y propiedades nutricionales para nuestra salud, no hace magia.

Ácido fólico

Entre las frutas la granada es una de las que contiene mayores cantidades de ácido fólico o vitamina B9. Recordemos que esta vitamina es muy interesante en la gestación por su implicación en el desarrollo fetal, por lo que la granada puede ser un buen aderezo en las ensaladas de las gestantes, aunque no olvidemos que actualmente se recomienda la suplementación en ácido fólico desde unos meses antes a la concepción.

Vitamina C

Aunque cuando hablamos de vitamina C solemos pensar en frutas cítricas y kiwi, la granada también es una buena fuente de esta vitamina, aunque contiene cantidades algo inferiores, así que para aquel que no sienta especial atracción por naranjas y mandarinas la granada es una buena opción para tomar esta vitamina.

Fibra

Las granadas también nos proporcionan fibra, que precisamente es la que se va a encargar de retrasar la absorción de azúcares en nuestro organismo, propiciando que el incremento de glucosa en sangre sea más lento y progresivo, y en definitiva menor. Es por ello que el consumo de frutas enteras se relaciona con beneficios para la salud, mientras que el consumo de zumos u oros subproductos en los que se pierde la fibra no se relaciona con dichos beneficios.

Hidratos de carbono

El principal macronutriente presente en las granadas son los hidratos de carbono simples, azúcares en forma de fructosa que va a estar en mayor cantidad como más madura esté la fruta. No obstante, no nos debe asustar este contenido, recordemos que el azúcar presente en las frutas no se considera dentro de los azúcares libres que se deben evitar.

Agua

Las granadas, como la mayoría de las frutas, son ricas en agua, ya que el 80% de su porción comestible es agua.

Potasio

Un elemento mineral característico de verduras y frutas es el potasio, y la granada no es una excepción, con 247mg por 100g, la granada es una buena fuente de este elemento que está implicado en múltiples funciones de nuestro organismo, entre ellas la contracción muscular y con ella el mantenimiento adecuado del ritmo cardíaco.

Betacaroteno

Los carotenos son pigmentos de color rojo anaranjado intenso que se encuentran en las plantas y las frutas. El betacaroteno es la forma más común de caroteno en las plantas. Los carotenoides vegetales son la principal fuente dietética de provitamina A. La vitamina A ayuda a la formación y al mantenimiento de dientes, tejidos blandos y óseos, membranas mucosas y piel sanos.

Antioxidantes

Las granadas nos proporcionan otros compuestos interesantes como los flavonoides,  en concreto los taninos y antocianinas, y ácidos como el ácido cítrico y málico. Hablamos con compuestos con propiedades antioxidantes. Los taninos confieren la astringencia característica de la granada y que podemos notar de forma exagerada cuando consumimos un trocito de las fibras blanquecinas que separan los granos de granada. Las antocianinas por su parte les confieren el color rojizo característico.

Composición nutricional

Como podemos observar en la tabla, en su composición de macronutrientes (Hidratos de carbono, grasas y proteínas) solo merece la pena destacar los hidratos de carbono, pero en cuanto a micronutrientes (vitaminas y minerales, principalmente) la cosa cambia, pues las granadas nos proporcionan potasio, ácido fólico, vitamina C, carotenoides…

Beneficios para la salud

  • Para los niños: las granadas suelen ser bien aceptadas por los más pequeños de casa, por su llamativo color, su textura crujiente y sus pequeños granitos. Además, una vez desgranada puede conservarse bien para llevar de merienda o desayuno o se puede introducir en otros platos para contribuir a una ingesta adecuada de fruta.
  • Para situaciones de estreñimiento: las granadas también contribuyen al consumo de fibra y ésta al descenso del bolo fecal a lo largo del intestino, así que su consumo puede contribuir a mejorar el tránsito intestinal a pesar de lo que la cultura popular nos ha hecho creer en algunas ocasiones en las que se dice que mucha granada puede estreñir.
  • Para personas con trastornos de la conducta alimentaria: el tratamiento de cualquier trastorno alimentario es complejo y multidisciplinar junto con un psicólogo especialista, ahora bien, dentro de los alimentos que se pueden ofrecer a una persona que sufra un trastorno como la bulimia en que se suceden episodios de vómitos, un alimento como la granada va a ser adecuado, tanto por su contenido en potasio, que ayudará a reponer las pérdidas de este mineral, como por su fama de poco calórico.
  • Para después del ejercicio: después de un deporte, en que la sudoración nos habrá hecho perder agua y minerales, y el trabajo muscular habrá gastado glucógeno, nos viene bien un alimento con agua, potasio, sodio, aunque poco, y azúcares que nos pueden ayudar a reponernos, junto a otros alimentos, en función del tipo de deporte, duración e intensidad de ejercicio que hayamos realizado.

Cuando se desaconseja tomarla

  • En casos de patología renal: si la insuficiencia renal ocasiona una limitación en la ingesta de potasio se va a tener que medir la cantidad que se consume de este mineral presente en verduras y frutas como la granada.
  • En casos de diverticulosis: el tema de las semillas en diverticulosis es controvertido, pero en caso de que nuestro médico digestólogo recomiende eliminar los alimentos ricos en semillas o pepitas, la granada es uno de ellos.
  • En personas que padezcan problemas dentales: los granitos de granada no son especialmente duros, pero sí debemos tener en cuenta que sus pequeñas semillitas pueden quedar entre los dientes o en pequeños orificios en las encías tras una extracción dental y podrían favorecer una infección si no se limpian correctamente.

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Lo que debes saber…

  • Temporada: son típicas del otoño y su temporada se extiende a parte del invierno, pues empezamos a verlas en setiembre y siguen en buenas condiciones hasta final de enero.
  • Beneficios: son una buena fuente de potasio, y tampoco podemos despreciar su aporte en vitamina C y fibra, además de contribuir a la hidratación del organismo.
  • Ideales para: las granadas son una fantástica manera de introducir la fruta en aquellas personas que suelen tomarla por su gran versatilidad, puesto que las podemos incluir, además de en postres, en ensaladas, guisos y diferentes tipos de acompañamientos o aderezos.