Otomicosis u hongos en los oídos

Resumen del contenido
Licenciada en Medicina y Cirugía (Universitat Autònoma de Barcelona)
Especialista en Medicina Interna (Hospital Universitari de Bellvitge)
Máster en Comunicación Científica, Médica y Ambiental (Universitat Pompeu Fabra)
Aunque no es tan común como las infecciones bacterianas, puede resultar bastante molesta y, si no se trata adecuadamente, puede complicarse.
Los hongos más comúnmente implicados son Aspergillus (especialmente Aspergillus niger) y Candida albicans, aunque pueden intervenir otros tipos.
¿Cuáles son los factores que favorecen su aparición?
Ciertas condiciones hacen que algunas personas tengan mayor riesgo de desarrollar otomicosis:
Ambientes cálidos y húmedos.
Uso frecuente de bastoncillos.
Exceso de limpieza del oído.
Baños frecuentes en piscinas o mar.
Uso prolongado de antibióticos o gotas otológicas.
Personas con sistemas inmunológicos debilitados.
La otomicosis suele ser una infección benigna y superficial. Sin embargo, en algunas situaciones, la infección puede ser recurrente. En los casos más severos afecta a los tejidos de alrededor del oído o perfora la membrana timpánica y afecta el oído medio, con potenciales complicaciones graves. Este tipo de otitis más graves las sufren, sobre todo, personas inmunocomprometidas por otras enfermedades.
Síntomas de la otomicosis
Los síntomas se deben a la inflamación local que provoca la infección en el canal auditivo y los más frecuentes incluyen:
Sensación de oído tapado.
Dolor moderado o ardor.
Secreción con mal olor.
Pérdida temporal de la audición.
Zumbidos leves (acúfenos).
Diagnóstico
El diagnóstico de la otomicosis se basa en la historia clínica y la exploración del conducto auditivo externo con un otoscopio. Para diferenciarlo de otras infecciones, muchas veces es necesaria la toma de muestras del exudado del canal para cultivo específico de hongos y para visualización directa en el microscopio.
¿Cuál es su tratamiento?
Para el correcto tratamiento y curación de esta infección es necesario:
- Limpieza del conducto auditivo.
- Uso de antifúngicos tópicos en gotas óticas (como clotrimazol o nistatina), a veces asociados a corticoides o combinados con antibióticos.
- Evitar la humedad.
- Tratamiento del dolor si es necesario.
- Seguimiento médico.
La duración del tratamiento antifúngico lo establecerá el médico en el seguimiento. En algunos casos, pueden requerirse antifúngicos por vía oral.
¿Cómo se puede prevenir?
Las medidas preventivas se basan en:
Evitar introducir objetos dentro del oído.
No limpiar excesivamente el canal auditivo.
Secar bien los oídos tras nadar.
Consultar ante síntomas persistentes.
Conclusión
La otomicosis puede ser una infección molesta, pero su tratamiento es efectivo si se realiza de manera oportuna. La clave está en el diagnóstico adecuado y en seguir las indicaciones del especialista.
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LO QUE DEBES SABER…
La otomicosis es una infección fúngica del canal auditivo externo causada principalmente por los hongos Aspergillus y Candida, que puede ser molesta y complicarse si no se trata.
Se diagnostica mediante examen clínico y cultivos, y se trata con limpieza, antifúngicos tópicos, cuidado para evitar humedad y seguimiento médico.
La prevención incluye evitar introducir objetos en el oído, no limpiarlo en exceso, secarlo bien tras nadar y consultar al médico ante síntomas persistentes.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Bojanović, M., Stalević, M., Arsić-Arsenijević, V., Ignjatović, A., Ranđelović, M., Golubović, M., Živković-Marinkov, E., Koraćević, G., Stamenković, B., & Otašević, S. (2023). Etiology, Predisposing Factors, Clinical Features and Diagnostic Procedure of Otomycosis: A Literature Review. Journal of Fungi, 9(6), 662. Disponible en: https://doi.org/10.3390/jof9060662
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