Sangrado entre reglas, ¿a qué se debe?
Dra. Natalia García Montaner
Médico especializada en ginecología y obstetricia. Con más de dos décadas de experiencia en la profesión, es una experta en ecografía de 20 semanas, diagnóstico prenatal, parto, histeroscopia quirúrgica y laparoscopia, entre otras. Compagina su trabajo en diferentes centros con la docencia y la redacción de artículos.
A esto le llamamos sangrado o pérdida intermenstrual, y frecuentemente “spotting”, que es el término inglés para describir una pequeña mancha.
¿Por qué se producen?
Las causas pueden ser diversas y la mayoría no revisten gravedad, pero procede una visita al ginecólogo para identificar el origen, sobre todo si no se ha presentado nunca antes y se repite varios ciclos.
Las características del sangrado nos dan información sobre el origen del mismo, de manera que la sangre roja o rosada implica sangre fresca. Cuando la pérdida es muy escasa es muy probable que al ser el flujo muy lento, al llegar al exterior la sangre se ha oxidado y es de color beige-marrón-oscura.
Un contexto muy frecuente, y que no tiene ninguna importancia, es el sangrado periovulatorio coincidiendo con un pico hormonal que se produce en el momento de la ovulación, se provocan unos cambios en el tejido que reviste el interior de la cavidad uterina (endometrio), y se produce un pequeño sangrado, de sangre roja mezclada con flujo mucoso transparente, que es el predominante en la fase ovulatoria de la mujer. Este sangrado se observa justo a la mitad de ciclo, entre una regla y otra, y es escaso y no dura más de dos o tres días. Puede acompañarse de ligero dolor pélvico. Hay mujeres que lo experimentan a menudo y otras ocasionalmente y es absolutamente intrascendente.
Otra causa de sangrado frecuente, y que tampoco tiene una traducción orgánica es el que se produce en los días previos a la regla, durante la segunda fase del ciclo, más frecuente en mujeres de más de 40 años y sobre todo alrededor de la menopausia, por déficit de secreción de una hormona, la progesterona, que es la que predomina en esa fase, pero que cuando está deficitaria puede provocar pequeños desprendimientos de ese tejido endometrial. Es un trastorno hormonal, que no tiene importancia, pero que puede ser molesto y es fácilmente evitable administrando un suplemento de progesterona durante esta fase del ciclo.
También podemos incluir en este apartado de trastornos hormonales los sangrados que frecuentemente se producen con la toma de anticonceptivos orales, los implantes anticonceptivos o el DIU hormonal, sobre todo al principio del tratamiento, que suelen corregirse espontáneamente con el tiempo o modificando la dosis hormonal.
Aunque no es un trastorno hormonal también podemos citar aquí los sangrados que se producen las primeras semanas de la inserción de un DIU no hormonal hasta que se adapta a la forma uterina y el cuerpo lo acepta.
Y como tercera causa más frecuente de sangrados que no son ocasionados por ninguna patología orgánica están las pérdidas de sangre que se originan en la mucosa del cuello uterino, que en determinadas mujeres y en determinados momentos del ciclo puede ser muy tierna y friable y sangrar con los esfuerzos o las relaciones sexuales o incluso espontáneamente. Si son sangrados persistentes, en ocasiones se tratan con sustancias reepitelizantes o cauterizando este tejido friable para que cicatrice y se haga más resistente.
Otras causas…
Por otro lado, tenemos todas las patologías orgánicas que pueden ocasionar un sangrado, que tendrán mayor o menor importancia según de qué se trate pero que requerirán tratamiento: pólipos endocervicales o endometriales, que son unas formaciones carnosas que crecen en el interior del útero y que típicamente sangran fuera del ciclo menstrual.
Cuando se diagnostican se extirpan de forma sencilla, sea en la consulta o en quirófano mediante cirugías mínimamente invasivas y ambulatorias. Los miomas uterinos, cuando están localizados cerca de la cavidad uterina también pueden sangrar.
Y las infecciones, por la inflamación que pueden ocasionar en la mucosa vaginal o el cérvix, tanto infecciones banales como los hongos, o de transmisión sexual, pueden provocar flujo sanguinolento. Y aunque son poco frecuentes, y es la última hipótesis a valorar, algunos tumores malignos del tracto genital pueden dar su primer síntoma con un manchado irregular.
Otro capítulo que podría explicar muchos sangrados anormales es durante la gestación, sobre todo las primeras semanas, pequeños sangrados de implantación de embarazos que evolucionan normalmente y amenazas de aborto o abortos que debutan con este síntoma. También se producen sangrados irregulares en embarazos ectópicos. Así que ante un sangrado en una mujer que pueda tener posibilidades de estar embarazada es recomendable hacer una prueba de embarazo.
Así que, aunque hay muchas opciones sin trascendencia, ante un sangrado intermenstrual, y más si se repite en distintos ciclos, es conveniente una visita al ginecólogo para averiguar la causa y tratarla si es importante. Con los Seguros de MAPFRE Salud tienes a tu alcance un amplio Cuadro Médico con los mejores especialistas en Ginecología y Obstetricia.
Lo que debes saber…
- Las causas de un sangrado entre reglas pueden ser diversas y la mayoría no revisten gravedad, pero procede una visita al ginecólogo para identificar el origen, sobre todo si no se ha presentado nunca y se repite varios ciclos.
- Un contexto muy frecuente, y que no tiene ninguna importancia, es el sangrado periovulatorio: coincidiendo con un pico hormonal que se produce en el momento de la ovulación.
- Otra causa de sangrado frecuente es el que se produce en los días previos a la regla, durante la segunda fase del ciclo, más frecuente en mujeres de más de 40 años y sobre todo alrededor de la menopausia.
Comentarios (0)