Equinoterapia, la terapia con caballos
Resumen del contenido
Cristina Agud
Psicóloga sanitaria y psicoterapeuta, con máster en Terapia Cognitivo-Social y en Programación Neurolingüística. Especializada en psicopatología clínica, terapia cognitiva, terapia breve y PNL. Con más de 15 años de experiencia profesional en diferentes centros y teleconsulta.
El caballo ha sido un compañero del ser humano a lo largo de la historia. Tradicionalmente ha sido clave para el transporte de las personas o mercancías, así como en tareas del campo. En la actualidad el vínculo entre el caballo y la persona ha encontrado una nueva forma de interacción: el ámbito terapéutico.
El vínculo persona-animal
El ser humano tiene la necesidad innata de relacionarse y crear vínculos con otras personas. Estas necesidades de apego también se producen naturalmente con otras especies.
La antrozoología es la ciencia que estudia la interrelación entre el ser humano y los animales. Es la conjunción entre diferentes disciplinas: veterinaria, psicología, humanidades, ciencias naturales… Su objetivo es entender las interacciones y el vínculo que tenemos con los animales y potenciar los beneficios que nos aportan en tres niveles:
- Físico.
- Psicológico/mental.
- Emocional
La terapia asistida con animales (TAA)
La terapia asistida con animales (TAA) se define como una intervención con fines terapéuticos preestablecidos, en la que participa un animal seleccionado específicamente para su desarrollo. Su objetivo es promover una mejoría en las áreas para la que fue diseñada, sea el funcionamiento físico, emocional, social y/o cognitivo.
El proceso terapéutico está dirigido por un profesional especializado que estudia las necesidades de cada persona, diseña la intervención precisa, evalúa los progresos y redirige el proceso terapéutico para conseguir los objetivos marcados inicialmente.
Los programas terapéuticos pueden realizarse con diferentes animales (perro, delfín, conejo, gato, aves…), pero uno de los más utilizados es el caballo.
Equinoterapia e hipoterapia
La terapia asistida con caballos se denomina equinoterapia o hipoterapia (caballo, del latín “equus” y del griego “hippos”). Si bien ambos términos se utilizan a menudo como sinónimos, algunos especialistas diferencian entre ellos. La hipoterapia estaría más encaminada a la rehabilitación física y la equinoterapia a la mejora psicológica o social.
La terapia asistida con caballos es un tipo de terapia particularmente indicado para personas con trastornos del movimiento debidos a afecciones neurológicas, neuromusculares o traumatológicas (parálisis cerebral, accidentes vasculares, esclerosis múltiple, traumatismos cerebrales, discapacidades varias…). El movimiento del caballo produce en la pelvis de quien lo monta un movimiento equivalente al caminar, lo que conlleva importantes avances físicos. También la temperatura corporal del caballo ayuda a distender y relajar la musculatura y ligamentos.
Las diversas velocidades en la marcha del caballo generan emociones diversas. El galope ayuda a restaurar la autoconfianza y la autoestima. La solidez y el calor del animal también tienen un importante valor psicoterapéutico cuando la persona lo toca o lo abraza, por lo que es una terapia que está particularmente indicada para personas con problemas psicoafectivos o de sociabilidad, así como en trastornos generalizados del desarrollo como autismo, psicosis y síndromes asociados, Alzheimer, atrofia cerebral… entre otras patologías neurológicas.
Beneficios
La equinoterapia tiene beneficios a cuatro niveles diferentes:
Físico
- Aumenta la fuerza física.
- Normaliza el tono muscular.
- Refuerza la musculatura.
- Mejora la estabilidad articular.
- Mejora el equilibrio y la dinámica postural
- Mejora la coordinación neuromotora.
- Optimiza las destrezas motoras.
Fisiológico
- Con el movimiento del caballo, aumenta la capacidad de percepción de los estímulos.
- Genera reacciones internas y de interacción con el entorno.
Psicológico
- Aumenta la autoestima y seguridad personal.
- Motivación y superación de uno mismo (a medida que se vence el miedo).
- Autocontrol.
- Autonomía.
- Mejora la atención, concentración y lenguaje.
- Estimula el respeto por los animales y empatía.
- Incrementa la tranquilidad, la sensación de bienestar y reduce el estrés.
- Reduce los síntomas de depresión, apatía y ansiedad.
Social
- Mejora la integración social.
- Favorece el sentimiento de pertenencia.
- Mejora de las habilidades de comunicación.
- Reduce la sensación de aislamiento y potencia la expresión emocional.
Modalidades de la terapia con caballos
Existen variedades dentro de la terapia con caballos, según en los aspectos en los que se centra la intervención y en las necesidades físicas y psicológicas de la persona que la utiliza:
- Hipoterapia: ejercicios fisioterapéuticos sobre el caballo (rehabilitación física a partir del patrón locomotor, sensación térmica, ritmo, etc).
- Equitación pedagógica: adaptación del paciente a la monta y estimulación psicoafectiva derivada del vínculo con el animal. Se incorpora en el tratamiento el contexto relacional del paciente: profesionales, familiares, compañeros, etc.
- Equitación adaptada: entrenamiento en equitación adaptado a las necesidades físicas del jinete o amazona. Por ejemplo, adaptaciones instrumentales para subir al caballo o para montarlo de acuerdo con disfunciones físicas concretas.
- Volteo terapéutico: ejercicios encima del caballo para favorecer el equilibrio y la coordinación de las extremidades.
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Lo que debes saber…
- La terapia asistida con caballos se denomina equinoterapia o hipoterapia. Aunque suelen utilizarse como sinónimos, la hipoterapia estaría más encaminada a la rehabilitación física y la equinoterapia a la mejora psicológica o social.
- La terapia asistida con caballos es un tipo de terapia particularmente indicado para personas con trastornos del movimiento debidos a afecciones neurológicas, neuromusculares o traumatológicas (parálisis cerebral, accidentes vasculares, esclerosis múltiple, traumatismos cerebrales, discapacidades varias…).
- Se consiguen beneficios en cuatro niveles: físico, fisiológico, psicológico y social.
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