La lactosa es un azúcar natural que está presente en la leche de los mamíferos (vaca, cabra, oveja, humana) y también puede encontrarse en muchos alimentos preparados.

Para digerirla el cuerpo necesita de unas enzimas llamadas lactasas, estas enzimas se producen en la mucosa del intestino delgado y son las encargadas de transformar la lactosa (disacárido) en dos monosacáridos (glucosa y galactosa). Cuando el intestino delgado no produce la cantidad suficiente de enzimas, el organismo no es capaz de digerir la lactosa y se produce una intolerancia.

¿Quiénes son más propensos a sufrir intolerancia?

La intolerancia a la lactosa se puede presentar en el momento del nacimiento, desarrollarse en la infancia cuando se introduce la leche de vaca en la dieta o más tarde en la etapa adulta.

La mayoría de la población mundial adulta tiene déficit de lactasa excepto la población del norte y centro de Europa. Parece que los países dónde las personas están acostumbradas a beber leche de los animales, presentan menos casos de intolerancia a la lactosa. Por el contrario aquellos países no acostumbrados al consumo de leche de animales presentan mayor intolerancia a la lactosa (asiáticos, americanos, esquimales…).

Síntomas de intolerancia a la lactosa

Los síntomas aparecen frecuentemente después de la ingestión de productos que contienen lactosa y suelen ser gastrointestinales:

  • Gases
  • Flatulencias
  • Diarrea
  • Vómitos
  • Distensión abdominal
  • Etc.

¿Qué hago si soy intolerante a la lactosa?

En este caso hay que seguir un tratamiento dietético que consiste en suprimir la lactosa de la alimentación diaria.

  • Los quesos y yogures tiene menos cantidad de lactosa que la leche, ya que el proceso de fermentación disminuye su contenido. El yogur contiene un 30% menos de lactosa y el queso curado tiene muy poca cantidad de lactosa o casi nula. Los quesos curados y yogures siempre se deben introducir poco a poco y según tolerancia individual.
  • La lactosa se tolera mejor si se consume durante las comidas principales que si se toma de forma aislada.
  • Se debe determinar a partir de qué cantidad de leche o derivados se desencadenan los síntomas. Una cantidad que no se tolera, si se toma repartida en 2 o más tomas durante el día, puede tolerarse.
  • Es aconsejable leer atentamente las etiquetas de los alimentos. En la etiqueta se encuentra una lista de ingredientes, de más a menos cantidad.
  • Los medicamentos también pueden contener lactosa. Consúltelo con su médico.

Deficiencia de calcio en intolerantes a la lactosa

Para evitar la deficiencia de calcio, se debe ingerir alimentos alternativos a la leche y derivados, ya que la leche es la principal fuente de calcio de la dieta.

  • Leche baja en lactosa (se puede utilizar para empanados, postres, bechamel, salsas, etc.)
  • Leche de soja
  • Quesos fermentados y curados
  • Frutos secos
  • Legumbres
  • Pescados que se consuman enteros con espina (sardina, boqueron).
  • También son fuentes ricas en calcio los berberechos y mejillones.

A continuación se detalla un listado donde se especifica que alimentos se deben limitar su consumo y que alimentos están permitidos porque no contienen lactosa.

Alimentos a evitar o reducir su consumo:

  • Leche (entera, semidesnatada, desnatada)  en polvo, líquida o condensada
  • Postres lácteos (flan, mousses, ……)
  • Quesos (fresco, para untar, en lonchas, porciones, tierno,..) Excepto el curado ya que apenas contiene lactosa.
  • Nata, crema pastelera,..
  • Mantequilla y alimentos que la contengan
  • Cualquier alimentos que contenga leche o algún derivado lácteo durante su preparación (nata, mantequilla, queso…): pan de molde, puré en copos, pastelería industrial, helados, cremas, batidos de fruta, chocolate con leche, etc.

Alimentos permitidos:

  • Todas las frutas, zumos naturales  y verduras (frescas y congeladas).
  • Legumbres
  • Cereales (pasta, arroz, maíz, pan fresco,…) y tubérculos
  • Carnes, pescado y huevos
  • Azúcar de mesa
  • Aceites vegetales (aceite de girasol, maíz, oliva,…)
  • Agua e infusiones.

Ante cualquier indicio de intolerancia a la lactosa es aconsejable seguir estas recomendaciones y para tener un diagnóstico más fiable consultar con el médico, el Seguro de Salud MAPFRE se presenta como la mejor opción para cualquier tipo de dolencia.

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