Capítulo este muy extenso, sobre todo, por lo difícil de acotar, según uno considere desde una navegación costera de horas hasta una regata profesional oceánica. En estos apuntes nos centraremos en el modelo de la actual Volvo Ocean Race que […]
Capítulo este muy extenso, sobre todo, por lo difícil de acotar, según uno considere desde una navegación costera de horas hasta una regata profesional oceánica. En estos apuntes nos centraremos en el modelo de la actual Volvo Ocean Race que ahora nos ocupa.
Lo que sí es claro es que se ven involucradas varias modalidades de la Medicina, tanto de atención primaria como preventiva o especializada (deportiva, dermatología, traumatología, rehabilitación o nutrición).
Lesiones más frecuentes
En regatas oceánicas es evidente que las lesiones más frecuentes son las osteomusculares, a la orden del día por el mero hecho de tripular un barco grande, muy rápido, muy nervioso en su manejo, corto de tripulación…., y buscando las olas más grandes y los vientos más fuertes!
El barco VOR 65 (monotipo elegido para esta edición de la regata) es muy extremo, sin concesión alguna a la comodidad, y esto conlleva un sin fin de golpes y magulladuras, al menos. Tales traumatismos se convierten en mayores fácilmente, en cuanto uno baja la guardia un instante o aparece una ola un poco más grande de lo habitual.
Pero no sólo debemos considerar el riesgo de tripular un barco de este tipo en tales condiciones. No es casual que el mayor riesgo de sufrir un traumatismo se produce cuando uno está “descansando”, bajo cubierta, donde no puede ver las olas (aunque sí sentirlas) y hay todo tipo de trampas posibles para recibir un buen golpe. Como anécdota comentaré que en la edición anterior de la regata, el mayor traumatismo lo sufrió un muy experimentado tripulante inglés, mientras estaba en el baño….!! Según sus propias palabras, el barco saltó una ola y el baño desapareció de debajo de sus posaderas, con el resultado de salir disparado contra la otra banda del barco, a 4m de distancia.
Además, y aún considerando barcos grandes, no debemos olvidar que el esfuerzo físico que exigen a sus tripulaciones es enorme. Por tanto, son individuos que ya trabajan intensamente tanto sesiones de fuerza como de agilidad y movilidad, de manera que también están sometidos a las lesiones deportivas comunes: tendinitis, roturas de fibras, esguinces, fracturas, etc.
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