Según la Agencia Española de medicamento y Productos Sanitarios, el uso de fármacos antiinflamatorios ha aumentado un 12% en la última década, aumentando el riesgo de úlcera gástrica, irritación del tracto gastrointestinal, aumento de la presión sanguínea o disminución de la función renal. Por eso, no es de extrañar que el uso de productos naturales con fines terapéuticos haya ido en aumento, como el uso de la planta harpagofito.

¿Qué es el harpagofito?

Es harpagofito es una planta del continente africano, conocida también como “garra del diablo” porque llaman la atención sus grandes flores y su gran resistencia a soportar temperaturas extremas. Su capacidad para retener agua y nutrientes radica en su larga raíz, que puede alcanzar el metro de longitud y que se hunde verticalmente en el suelo lo que favorece su resistencia. Es la raíz y los tallos subterráneos los que se utilizan, pues contienen las sustancias que le proporcionan las propiedades terapéuticas: harpagina, fitoesteroles, flavonoides, etc.

¿Sus beneficios están demostrados?

El harpagofito presenta actividad antiinflamatoria, antirreumática y analgésica. Además, posee propiedades diuréticas, cicatrizantes, digestivas y estimulan el apetito. También parece poseer cierta actividad cardiovascular.

Los ensayos realizados en personas demuestran la efectividad del harpagofito en poliartritis crónica primaria, enfermedades articulares degenerativas y reumatismo articular donde se observa una mejoría importante en la disminución del dolor y en las funciones de movilidad, sin efectos adversos importantes.

En un estudio realizado por Chantre et al (2000), se observó mediante un ensayo realizado con 122 pacientes que sufrían osteoartritis de rodilla y cadera, que tras la administración de harpagofito durante cuatro meses mejoraba la sintomatología si se comparaba con otros tratamientos (diacereína). Los pacientes que tomaron harpagofito tenían mayor tolerancia al dolor y menor necesidad de utilizar analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos.

Otro estudio realizado por Chrubasik et al (2002), con 250 pacientes que sufrían dolor impreciso de espalda o padecían osteoartritis de rodilla o cadera, confirmó que tras una dosis equivalente a 60 mg de harpagósido al día, el dolor disminuía significativamente, disminuyendo más el dolor en los pacientes de mayor edad.

¿Cómo tomar el harpagofito?

En la actualidad el harpagofito está indicado como antiinflamatorio en afecciones reumáticas degenerativas, artrosis, artritis, tendinitis y otros dolores. Se puede recetar solo o asociado a otros antiinflamatorios, por lo que permite reducir sus dosis. Se suele recetar durante un periodo de tiempo de dos a tres meses.

  • Administración: su administración es de tipo oral, pueden ser cápsulas con el fármaco pulverizado en su interior, extracto líquido, extracto seco, infusión… Lo importante, al tratarse de un preparado fitoterapéutico, es que sea un producto estandarizado, para asegurar que las dosis indicadas en el envase sean correctas.
  • Dosis: dependiendo del tipo de administración y del autor la dosis es variable. Blumenthal et al, (2000) aconseja una dosis de 4,5 g/día para tratar molestias articulares. La ESCOP (European Scientific Cooperative on Phytotherapy) recomienda una dosis de 1,5 a 3 g en decocción, tres veces al día o de 1 a 3 g de fármaco o extractos acuosos. La forma más fácil y más frecuente de tomarlo son los comprimidos o cápsulas de harpagofito, por su fácil administración y dosis exacta. Si se toma en infusiones o decocciones, al tratarse de un sabor muy amargo es habitual añadir alguna otra planta como regaliz, menta… para mejorar su sabor. Siempre consultar con tu médico antes de tomar cualquier medicamento.

Toxicidad y contraindicaciones

El harpagofito se considera seguro, si se utiliza por vía oral a dosis adecuadas, durante máximo un año. Su tolerancia es buena, con muy bajos efectos adversos sobre el tracto gastrointestinal, a diferencia de otros antiinflamatorios (AINES’s). El efecto secundario más habitual es la diarrea, el 8% de las personas que participaron en el estudio la padecieron.

Pese a la buena tolerancia se desaconseja su consumo en embarazadas, pues puede causar daño al feto, y tampoco durante la lactancia pues se carece de información suficiente.

También se desaconseja en personas que padezcan diferentes patologías como:

  • Problemas cardiovasculares: problemas de corazón, presión arterial alta o baja, arritmias… ya que puede afectar la frecuencia cardíaca, el ritmo cardíaco y la presión arterial.
  • Úlcera gástrica o duodenal: el harpagofito puede hacer aumentar la producción de ácidos en el sistema digestivo por ello si se padece de úlcera se desaconseja su uso.
  • Diabetes: el harpagofito podría hacer disminuir los niveles de glucosa en sangre, por ello si se utilizan hipoglucemiantes el médico deberá ajustar la dosis de este, es importante consultar con su médico.

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Lo que debes saber…

  • El harpagofito se ha dado a conocer como alternativa a los fármacos tradicionales ya que se le atribuyen propiedades antiinflamatorias y analgésicas sin los indeseados efectos secundarios.
  • Los ensayos realizados en personas demuestran la efectividad en poliartritis crónica primaria, enfermedades articulares degenerativas y reumatismo articular.
  • La forma más fácil y más frecuente de encontrarlo es en comprimidos o cápsulas de harpagofito, por su fácil administración y dosis exacta.