Contractura capsular, ¿cómo detectarla?

Resumen del contenido
Médico especializada en ginecología y obstetricia. Con más de dos décadas de experiencia en la profesión, es una experta en ecografía de 20 semanas, diagnóstico prenatal, parto, histeroscopia quirúrgica y laparoscopia, entre otras. Compagina su trabajo en diferentes centros con la docencia y la redacción de artículos.
La contractura capsular es una de las complicaciones más conocidas -aunque poco frecuente- en las portadoras de prótesis mamarias. Para comprender en qué consiste, es útil conocer primero cómo se desarrolló la cirugía de aumento de mamas, cómo se colocan los implantes y qué sucede en el organismo después de la intervención.
Breve contexto histórico
La primera intervención de cirugía estética de aumento de mamas con colocación de prótesis se realizó en EE.UU. en 1962. Su uso se extendió por Europa en la década de los 70 y se popularizó en España entre los años 1980 y 1990, alcanzando su auge en los 2000. Desde entonces, se ha mantenido estable con unas 18.000 a 20.000 intervenciones anuales. Actualmente, aproximadamente el 2% de la población femenina española lleva prótesis mamarias, situando al país entre los que tienen mayor porcentaje de portadoras: por detrás de Italia, pero por delante de varios países del norte de Europa.
¿En qué consiste el aumento de mamas?
La intervención consiste en colocar un dispositivo médico redondeado bajo la mama para reemplazarla, aumentarla o reconstruir su volumen. Con el tiempo, los materiales y técnicas han evolucionado, utilizándose hoy prótesis con envoltura de silicona que presentan distintas características.
Tipos de prótesis según su contenido
- Silicona (gel cohesivo): más natural al tacto.
- Suero fisiológico: solución salina más ligera.
Tipos de prótesis según la superficie externa
- Lisa.
- Texturizada.
Tipos de prótesis según su forma
- Redondas: aportan mayor plenitud en la parte superior.
- Anatómicas o en forma de gota: imitan la forma natural de la mama.
Tipos de colocación del implante
- Subglandular: por debajo de la glándula mamaria y por encima del músculo.
- Submuscular: por debajo del músculo pectoral.
La elección depende de las características de cada mujer. El cirujano, basándose en su experiencia y en el análisis individual, orientará hacia la opción más adecuada.
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¿Cómo se realiza la cirugía?
Independientemente del tipo de prótesis, la intervención implica realizar una incisión en el área más conveniente, siempre buscando que la cicatriz quede lo menos visible posible. Puede ubicarse:
- En el límite de la areola.
- En el surco submamario, o en la axila.
A través de esa incisión se crea un espacio o “bolsillo”, situado por encima o por debajo del músculo pectoral y por detrás de la glándula mamaria, donde se coloca la prótesis.
La cápsula: una reacción normal del organismo
Tras la cirugía, el organismo reconoce la prótesis como un elemento extraño (no peligroso) y se produce una inflamación leve y localizada. Los tejidos cicatrizan formando una capa de tejido fibroso llamada cápsula, una reacción fisiológica que actúa como barrera protectora.
En la gran mayoría de los casos, esta cápsula es fina, flexible y beneficiosa, ya que estabiliza el implante. Es importante destacar que toda prótesis desarrolla su cápsula, y esto no es patológico.

¿Qué es la contractura capsular?
En algunos casos, por diversas causas, la cápsula puede volverse mucho más gruesa, fibrosa y rígida. Al contraerse alrededor de la prótesis, aumenta la presión interna y el implante adquiere una forma más esférica. Es entonces cuando aparece la contractura capsular.
Esta complicación puede ser unilateral o bilateral y se clasifica en cuatro grados de severidad según la clasificación de Baker. Sus manifestaciones incluyen:
- Dolor y molestias.
- Cambios estéticos, como alteración de la forma o la posición del implante.
- Endurecimiento progresivo, pudiendo llegar a ser pétreo en casos extremos.
- En los grados más severos, la contractura puede favorecer la rotura de la prótesis y la salida de su contenido fuera de la envoltura.
Causas de la contractura capsular
Las causas pueden ser diversas:
- Difusión de partículas de silicona procedentes de la envoltura o el interior de la prótesis, desencadenando una reacción exagerada a cuerpo extraño.
- Infecciones.
- Hematomas o seromas postquirúrgicos, que incrementan la inflamación.
- Factores inmunológicos.
La contractura puede aparecer de forma precoz, entre los 4 y 8 meses tras la implantación, aunque también puede presentarse tardíamente, incluso años después.
Incidencia
Su incidencia aproximada es de:
- 2-3% en implantes texturizados colocados en posición submuscular.
- Hasta 10% en implantes lisos colocados en posición subglandular.
Tratamiento
Cuando la contractura es leve y no genera síntomas, puede optarse por seguimiento clínico y masajes.
En los casos más severos, se requiere cirugía para retirar la cápsula anómala y/o cambiar el implante. Aun así, la posibilidad de recurrencia existe.
Lo que debes saber…
- La contractura capsular es una complicación conocida pero poco frecuente en las mujeres portadoras de prótesis mamarias.
- Los avances en los materiales y en las técnicas quirúrgicas han permitido reducir significativamente su incidencia, haciendo que la mayoría de las pacientes disfruten de resultados seguros, estables y duraderos.
- Cuando la contractura es leve y no genera síntomas, puede optarse por seguimiento clínico y masajes.





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