En los actos del bebé ya hay intencionalidad, empieza a comprender el “causa-efecto” (si se va mamá… yo me quedo solo y esto no me gusta).

Angustia de la separación

El bebé conoce a la perfección a las personas que forman su familia o sus más allegados. El niño da muestras del apego que tiene a su madre y la prefiere a cualquier otra persona. Es normal que este apego se manifieste con llanto o protesta cuando lo separamos de ella. Cuando está con la madre está feliz pero cuando no la puede ver empieza a llorar.

Cada bebé se calma a un tiempo diferente. Es una fase normal a partir de los ocho o nueve meses. Es importante saber que es transitoria; en ocasiones el padre se puede creer excluido en la relación con el bebé y preguntarse qué está haciendo mal. En realidad todo va bien, es una fase normal del desarrollo de niño.

Balbuceo y comunicación

La comunicación verbal se inicia en esta etapa con el balbuceo. El bebé expresa con más facilidad lo que siente y sus emociones con gestos, gritos, ruiditos y gorgoritos.

Dice sílabas sin sentido y en ocasiones realiza entonaciones típicas de su idioma materno, “pequeños discursos” que los padres deben atender y responder fomentando así la comunicación con el bebé. Al niño le gusta estar acompañado y con una compañía activa y receptiva. Comprende mucho más de lo que sabe expresar por lo que se ha de hablar muchísimo al bebé, nombrando todos los objetos antes de dárselos.

También la comprensión del lenguaje ha mejorado mucho y puede entender órdenes sencillas. Al año empieza el pensamiento simbólico y suelen imitar con gestos a los adultos. Es muy importante aplaudir sus pequeños logros, gracias y ocurrencias.

LO QUE DEBES SABER
  • Ya hay intencionalidad en los actos que realiza el bebé.
  • El bebé siente más apego por la madre que por el padre, pero es normal. El padre no está excluido.
  • Comprende más de lo que sabe expresar, por tanto, hay que hablarle mucho.