Al tener más cantidad de sangre y tener las paredes muy delgadas estas venas se dilatan y contienen sangre acumulada. Cuando estas varices se sitúan en la pelvis, en la zona de los ovarios y el útero se produce el síndrome de congestión pélvica. Muchas veces las varices pélvicas se acompañan de varices en las extremidades inferiores y de varices en los genitales externos, sobre todo en los labios mayores de la vulva.

Causas de las varices en el útero

Los factores de riesgo de padecer este síndrome son:

  • Mujeres entre 30 y 50 años.
  • Mujeres que han tenido uno o más embarazos. Estas venas más dilatadas suelen dañarse en los embarazos ya que durante la gestación la presión y el volumen que el útero ejerce sobre todo el sistema venoso dificulta el retorno de la sangre hacia el corazón y por tanto las dilata y favorece el daño sobre las válvulas venosas.
  • La genética que predispone a insuficiencia venosa.
  • Mujeres con disfunciones hormonales.

La incidencia de este síndrome no está bien determinada ya que es un síndrome de difícil diagnóstico por la clínica tan inespecífica que presenta. Frecuentemente las mujeres que sufren de síndrome de congestión pélvica han visitado varios médicos e incluso de diferentes especialidades por tener esta entidad unos síntomas tan poco claros. Estas mujeres suelen presentar:

  • Dolores en la zona pélvica y de bajo vientre, más intenso los 10-15 días antes de la regla.
  • Síntomas urinarios, como sensación de micción muy frecuente.
  • Reglas dolorosas
  • Dolor en las relaciones sexuales
  • Sensación inespecífica que se describe como peso en el abdomen inferior.

Diagnóstico

Tras la sospecha de un síndrome de congestión pélvica se pueden realizar diferentes tipos de pruebas de imagen para su diagnóstico:

  • Eco-Doppler que puede ser abdominal o transvaginal. Con esta técnica se identifican las venas de la parte inferior del abdomen y se estudia el flujo a través de ellas. Es una prueba que no lleva radiación y que no precisa de una preparación previa de la paciente.
  • Si existen dudas sobre el diagnóstico se puede hacer un angio-TAC o una resonancia magnética para valorar la vascularización abdominal

Tratamiento

Si se confirma el diagnóstico de entrada se puede hacer un tratamiento médico que puede consistir en un fármaco venotónico o en algún tratamiento hormonal.

Si el tratamiento médico no es suficiente puede realizarse un tratamiento de radiología intervencionista. De entrada se introduce un catéter por una vena de la ingle y se lleva el catéter hasta las venas de la pelvis. Allí pueden realizarse dos técnicas distintas:

  • Embolizarse con una espuma que hace que las venas se colapsen y se cierren
  • Colocar unos coils, que son unas espirales metálicas recubiertas de un material especial que hacen que se forme un trombo sobre ellas y así obtura la vena varicosa.

Los días posteriores al cateterismo es frecuente que se pueda tener dolor que se mejore notablemente con analgésicos o incluso algo de fiebre que también mejora con antitérmicos. Existen una serie de ejercicios para prevenir las varices que podrían ayudarte en caso de que empieces a sufrirlas.

LO QUE DEBES SABER…
  • Cuando estas varices se sitúan en la pelvis, en la zona de los ovarios y el útero se produce el síndrome de congestión pélvica.
  • Las mujeres entre 30 y 50 años, que han tenido uno o más embarazos, con disfunciones hormonales… tienen mayor predisposición a sufrirlas.
  • De entrada se puede hacer tratamiento médico un fármaco venotónico o tratamiento hormonal. Si no es suficiente, puede realizarse un tratamiento de radiología intervencionista.

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