¿Cómo se manifiesta?

En la esofagitis eosinofílica se produce una reacción inflamatoria desencadenada, sobre todo, aunque no exclusivamente, por determinados alimentos. Ello provoca que los eosinófilos (un tipo de leucocitos) se activen frente a lo que representa un antígeno alimentario , concentrándose en la zona inflamada. Dicha inflamación produce una disfunción del esófago que se manifiesta como una dificultad para realizar los movimientos que permiten que el bolo alimentario llegue al estómago provocando los síntomas de la enfermedad.

Se desconoce la causa por la cual ciertos alimentos (los más frecuentes incluyen la leche, el trigo, los huevos y las legumbres) provocan la enfermedad. Se barajan como factores relacionados con su origen: el cambio de tipo de alimentos consumidos, contaminación química y uso de aditivos, cría de animales con hormonas, así como factores ambientales, alergia a pólenes y contaminantes.

¿A quién afecta y qué síntomas da?

La enfermedad afecta a adultos y niños, representando la segunda causa más frecuente de esofagitis crónica tras el reflujo gastroesofágico y la primera causa de disfagia en niños y adultos jóvenes.

Es una enfermedad crónica y progresiva por lo que puede alterar en gran medida la calidad de vida de los pacientes. Dado que también la padecen niños, esto se traduce en problemas que afectan a su rendimiento escolar y su desarrollo psicosocial.

Los síntomas que presenta se derivan de la alteración de la anatomía y función (remodelamiento) del esófago, con engrosamiento y estenosis (estrechez del calibre). Esto se manifiesta principalmente como:

  • Impactación (el alimento se queda atascado) de alimentos de repetición
  • Disfagia (dificultad al tragar)
  • Otros síntomas: vómitos, dolor torácico e hipersalivación.
  • La limitación en la ingesta de determinados alimentos junto a los síntomas anteriores impacta sobre la calidad de vida.
  • Ansiedad/depresión y trastornos del sueño, especialmente en niños derivado de los síntomas anteriores.
  • En niños: es frecuente que necesiten más tiempo para deglutir y tragar, tomar más líquido y rechacen ciertos alimentos que les cueste tragar.

¿Cómo se diagnostica?

No existe ninguna prueba de alergia para determinar el alimento que la desencadena. En pacientes con esofagitis eosinofílica pueden coexistir otras alergias alimentarias, pero no necesariamente son las que provocan la esofagitis.

El diagnóstico de la enfermedad se base en la realización de una endoscopia digestiva con toma de muestras de tejido esofágico, cuyo resultado al análisis microscópico debe ser la presencia de 15 o más eosinófilos por campo de gran aumento.

¿Qué tratamientos existen disponibles?

Los objetivos del tratamiento incluyen el control de los síntomas y de la inflamación para evitar las complicaciones a largo plazo y mejorar la calidad de vida.

Para ello se indica en una primera fase un tratamiento antiinflamatorio (fármacos /dieta) para el control de la inflamación seguido de un tratamiento de mantenimiento, se utilizan los mismos fármacos, pero a dosis diferentes.

Tratamiento antiinflamatorio/de mantenimiento

  • Inhibidores de la bomba de protones (IBP): omeprazol o similares.
  • Corticoides tópicos deglutidos: budesónida/fluticasona.
  • Dietético:
    • Dieta elemental: se elimina cualquier alimento sólido y se sustituye por fórmulas sin capacidad antigénica. Es muy eficaz (remisión histológica en el 90%) pero de difícil implementación por su mal sabor, escasa adhesión al tratamiento, efectos psicológicos y sociales al restringir el consumo de alimentos convencionales, entre otros factores.
    • Dieta de eliminación empírica: consiste en la eliminación de seis alimentos de la dieta, los más comúnmente asociados a problemas de alergia (proteínas de leche de vaca, trigo, huevo soja, frutos secos, pescado y mariscos). Posteriormente se realiza una reintroducción secuencial bajo control endoscópico e histológico para identificar el alimento responsable en cada paciente. Existen esquemas más sencillos y de más fácil cumplimento con la restricción de solo cuatro alimentos (leche, trigo huevo y legumbres). Se considera un tratamiento eficaz cuando existe una remisión clínica e histológica (es decir, desaparición de los síntomas y de la infiltración de la pared por eosinófilos).

Puntos a destacar de la dieta empírica:

    • Objetivo: eliminar los alimentos causantes de la enfermedad.
    • Beneficio: mantener la enfermedad en remisión sin necesidad de fármacos.
    • Viabilidad: debe ser valorado con cada paciente pues supone una estricta restricción alimentaria.
    • Indicación: se suelen excluir los pacientes con enfermedad muy evolucionada (disfagia grave, estenosis)
    • Alimentos: la leche, el trigo y el huevo son los alimentos que con mayor frecuencia producen la enfermedad. Se debe proporcionar información detallada por escrito para la adecuada lectura de los etiquetados de los
    • En qué consiste: eliminación de un grupo de alimentos (6 a 4) de la dieta y reintroducción escalonado posterior para ver cuáles producen la inflamación.
    • Resultados: entre un 10-25% de los pacientes no responde a esta dieta. Su eficacia es similar en adultos o niños.
    • Duración: entre 6-12 semanas seguido de endoscopia por cada alimento reintroducido. El proceso de reintroducción de alimentos puede durar varios meses.

Otros tratamientos:

Dilatación con endoscopia:

Las dilataciones con balones, bujías o dilatadores son el único tratamiento disponible cuando se produce una alteración de la anatomía del esófago por la inflamación crónica (fibrosis/estenosis) dando lugar a disfagia grave por un esófago de calibre estrecho. Se debe indicar asociada al tratamiento antinflamatorio y se ha visto que mejora los síntomas en más el 75% de los pacientes.  Se puede repetir cuando sea necesario, cada tres o cuatro semanas.

Lo que debes saber…

    • En la esofagitis eosinofílica se produce una reacción inflamatoria desencadenada, sobre todo, aunque no exclusivamente, por determinados alimentos.
    • La enfermedad afecta a adultos y niños, representando la segunda causa más frecuente de esofagitis crónica tras el reflujo gastroesofágico y la primera causa de disfagia en niños y adultos jóvenes.
    • Los objetivos del tratamiento incluyen el control de los síntomas y de la inflamación para evitar las complicaciones a largo plazo y mejorar la calidad de vida.