L-Glutamina y probióticos para la digestión

Resumen del contenido
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética, especializada en nutrición pediátrica y deportiva. Con más de 15 años de experiencia profesional en hospitales, clínicas y empresas de salud. Redactora de contenidos y coautora de diferentes libros de divulgación sobre alimentación.
Cada vez más personas sufren molestias digestivas como hinchazón, dolor abdominal, gases, diarrea o estreñimiento. Condiciones como el síndrome de intestino irritable (SII) o el aumento de la permeabilidad intestinal (también llamado «intestino permeable») están muy relacionadas y pueden ser las causas de esta sintomatología.
¿A qué pueden deberse estas molestias digestivas?
Las principales causas que pueden provocar molestias digestivas que perduran en el tiempo son:
- Dieta inadecuada: el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados, ricos en grasas saturadas y azúcares, puede alterar la microbiota intestinal y dañar la barrera intestinal.
- Estrés crónico: el estrés prolongado puede afectar negativamente la función intestinal, alterando la motilidad, la secreción y la sensibilidad del intestino. Esto puede contribuir al desarrollo de síntomas del SII y aumentar la permeabilidad intestinal. Suele ser un desencadenante habitual del síndrome de intestino irritable.
- Consumo de alcohol y ciertos medicamentos: el alcohol y algunos medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroides (AINEs), los antibióticos… pueden dañar la mucosa intestinal y aumentar la permeabilidad intestinal.
¿Qué es la L-glutamina y cómo ayuda al intestino?
La L-glutamina es un aminoácido, componente que nuestro cuerpo utiliza para componer proteínas, y que realiza diferentes funciones en el organismo. Aunque nuestro organismo puede fabricar L-glutamina, en situaciones de estrés, enfermedades digestivas o inflamaciones, nuestras necesidades aumentan, en el intestino, su papel es especialmente importante porque:
- Fortalece la barrera intestinal: mantiene unidas las células que recubren nuestro intestino, evitando que sustancias dañinas pasen a la sangre
- Disminuye la inflamación: ayuda a reducir la producción de sustancias que provocan inflamación intestinal
Facilita la reparación del tejido intestinal: ayuda a crecer y a sanar rápidamente a las células del intestino
En varios estudios científicos se ha visto que la L-glutamina puede ayudar a cerrar las «grietas» que aparecen en un intestino permeable y mejorar síntomas como el dolor abdominal, la hinchazón o los cambios en el ritmo intestinal.
¿Qué son los probióticos y qué beneficios tienen?
Los probióticos son bacterias «buenas» que, cuando las tomamos en cantidad suficiente, ayudan a mantener un equilibrio saludable en la flora intestinal. Esto puede traducirse en:
- Aumentar la cantidad de bacterias beneficiosas en el intestino.
- Reducir la presencia de bacterias dañinas.
- Mejorar la digestión y reducir la inflamación.
- Mejorar el funcionamiento del sistema inmunológico.
Algunas cepas específicas de probióticos, como Lactobacillus rhamnosus GG o Bifidobacterium infantis, han demostrado mejorar síntomas en personas con síndrome de intestino irritable.
¿Por qué combinarlos?
Recientes investigaciones muestran que combinar L-glutamina con probióticos puede ser una estrategia efectiva para mejorar estas condiciones:
- La glutamina mejora el estado de la pared intestinal, creando un ambiente más favorable para que los probióticos se instalen y crezcan.
- Ambos refuerzan la barrera del intestino y reducen la inflamación.
- Ayudan a restaurar el equilibrio de la flora intestinal de forma más eficaz que por separado.
Un estudio reciente mostró que personas con problemas de permeabilidad intestinal mejoraron más rápido tomando ambos suplementos combinados que cuando solo tomaban uno de ellos.
Es importante recibir un diagnóstico pronto para poder atajar el problema desde el inicio, en los Seguros de Salud de MAPFRE contarás con un gran cuadro médico de especialistas que te serán de gran ayuda.
¿Cómo se deberían tomar?
Según las investigaciones:
- L-glutamina: una cantidad de entre 5 y 15 gramos al día, dividida en 2 o 3 tomas. Por ejemplo, antes de las comidas o con el estómago vacío.
- Probióticos: al menos mil millones de unidades por día (se lle escrito como «10⁹ UFC» en la etiqueta del suplemento). Es importante elegir probióticos de calidad y, preferentemente, que incluyan cepas como Lactobacillus rhamnosus GG, Bifidobacterium infantis o Saccharomyces boulardii.
Se pueden tomar juntos en cápsulas, sobres o polvo. Algunos especialistas recomiendan tomarlos durante un periodo de al menos 4 a 8 semanas para notar mejorías. No debemos olvidar que siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de iniciar suplementaciones, sobre todo si se tiene alguna patología o se está tomando medicación.
No debemos olvidar la alimentación. Seguir una dieta adecuada es fundamental, ya que el suplemento siempre es un complemento de una dieta adecuada, nunca la solución de manera aislada, es importante:
- Comer suficiente fibra como verduras, fruta, legumbres y cereales integrales ya que ayudan a alimentar a las bacterias “buenas” propias de nuestro organismo, este tipo de fibra es la llamada: prebióticos.
- Evitar azúcares refinados y alimentos ultraprocesados, que favorecen a las bacterias perjudiciales, promueven la inflamación y la disbiosis (desequilibrio de la flora intestinal).
- Incluir alimentos fermentados como yogur natural, kéfir o chucrut ya que puede potenciar los efectos de los probióticos.
En casos de mucho malestar, puede ser útil seguir durante un tiempo seguir una dieta baja en FODMAPs (que restringe ciertos tipos de carbohidratos fermentables) para reducir la irritación intestinal. Debe realizarse siempre bajo la supervisión de un dietista nutricionista.
¿Es seguro tomar L-glutamina y probióticos?
En general, sí, son productos considerados seguros para la mayoría de las personas, sin embargo, aquellas personas con un sistema inmunitario debilitado o alguna enfermedad grave, deben consultar primero con su médico antes de empezar a tomar cualquier suplemento. Hasta ahora, no se han reportado efectos secundarios importantes en estudios realizados en personas sanas que los toman en las dosis recomendadas.
Combinar L-glutamina y probióticos puede ser una herramienta muy útil para mejorar problemas digestivos como el intestino irritable o la permeabilidad intestinal ya que su acción conjunta ayuda a fortalecer la barrera del intestino, reducir la inflamación y equilibrar la microbiota intestinal, que son factores clave para recuperar y mantener una buena salud digestiva. Sin olvidar tratar la causa que haya provocado esos problemas digestivos además de acompañar esta estrategia con una alimentación adecuada, rica en fibra y baja en alimentos procesados.
Lo que debes saber…
- Una dieta inadecuada a base de ultraprocesados ricos en grasas y azúcares, el estrés crónico o el consumo de alcohol y determinados alimentos suelen ser la causa de los principales síntomas digestivos como hinchazón y gases.
- Combinar L-glutamina con probióticos mejora la sintomatología ya que ésta mejora el estado de la pared intestinal, creando un ambiente más favorable para que los probióticos se instalen y crezcan, ambos potencian el refuerzo de la barrera del intestino y reducen la inflamación y ayudan a reparar el equilibrio.
- Siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de iniciar suplementaciones, sobre todo si se tiene alguna patología o se está tomando medicación.
Bibliografía
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- Staudacher HM, et al. Mechanisms and efficacy of dietary FODMAP restriction in IBS. Nature Reviews Gastroenterology & Hepatology, 2017.
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