¿Artoplasia de rodilla ¿para qué sirve?

Resumen del contenido
Licenciada en Medicina y Cirugía, por la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia. Especialista en Reumatología. Doctorado en Psicopatología y Psicología social. Actualmente (desde 2002) es Médico consultor del departamento de Segunda Opinión Médica, en Teladoc Health. Médico colaborador con grupo de Traumatología, especialista en Reumatología, en la Clínica Teknon de Barcelona (desde 2010). Y Médico Colaborador Especialista en Reumatología en el Instituto Poal de Reumatología desde 1990.
La artrosis de rodilla es una enfermedad degenerativa que afecta a la articulación de la rodilla. Causa dolor al caminar, subir y bajar escaleras, rigidez predominante por la mañana o tras largos periodos de inactividad, pérdida de movilidad y, en ocasiones, inflamación o deformación de la rodilla, y todo ello provocado por el desgaste del cartílago de la rodilla.
Se denomina artroplastia de rodilla a la sustitución quirúrgica de las superficies de la articulación en pacientes con dolor severo persistente o gran discapacidad.
¿En qué casos se indica esta intervención?
Ante un paciente con artrosis de rodillas las primera medidas de tratamiento serían conservadoras (tratamiento farmacológico, infiltraciones, terapia física, etc.), pero una vez agotadas estas medidas, si no han sido eficaces puede estar indicada la cirugía.
Así pues, la artroplastia está indicada en pacientes cuya articulación de rodilla está muy dañada y provoca una limitación importante de la movilidad y en quienes el tratamiento conservador no ha logrado aliviar los síntomas. Todos los Seguros de Salud MAPFRE, ofrecen la cobertura de Técnicas diagnósticas para poder diagnosticar cualquier dolencia o lesión cuanto antes.
¿En qué consiste la intervención?
Mediante la artroplastia de rodilla o prótesis, el cirujano ortopédico o traumatólogo reemplaza una parte o la totalidad de la articulación de la rodilla por una articulación artificial, generalmente hecha de metal (acero inoxidable, titanio y otros) y/o plástico (polietileno de alta densidad), que pueden estar cementados o no cementados al hueso.
Puede realizarse la artroplastia de toda la articulación, que es lo que se conoce como artroplastia total, pero en pacientes más jóvenes puede precisar solo reemplazos locales bien de la parte interna (media), la parte externa (lateral) o la parte de la rótula de la rodilla, que es lo que llamamos artroplastia parcial.
El objetivo de esta cirugía es aliviar el dolor, mejorar la movilidad, permitir una mayor actividad y funcionalidad de la rodilla y así mejorar la calidad de vida del paciente.
Durante la cirugía el cartílago y el hueso dañados se retiran de la articulación de la rodilla. Posteriormente, se colocan piezas artificiales en la rodilla (generalmente metálicas) que pueden situarse en la porción distal del fémur. En la zona proximal de la tibia pueden ser de metal y/o plástico fuerte, y en la parte posterior de la rótula suele ser de plástico fuerte.
Puede realizarse con anestesia general o anestesia local (epidural o raquídea); esta última es la más utilizada. Generalmente se realiza en 2-3 horas de quirófano. Si no hay complicaciones, el paciente estará ingresado entre 24-48 horas y podrá apoyar su peso completo sobre la rodilla de inmediato. En casa podrá ir al baño y caminar con ayuda.
Postoperatorio
La recuperación puede tardar varios meses, y es importante seguir las indicaciones del médico y realizar rehabilitación para mejorar el rango de movimiento y fortalecer los músculos alrededor de la rodilla. Ya durante los primeros días, en el hospital, se debe empezar a movilizar la rodilla.
Es obligatorio realizar los ejercicios de forma regular. Aunque pueden resultar incómodos al principio, estos ejercicios te ayudarán en tu recuperación así como a disminuir el dolor postoperatorio y el riesgo de una trombosis.
Se permite ponerse de pie y caminar al segundo o tercer día tras la intervención, pues se considera que caminar es la mejor manera de ayudar a la recuperación, al principio con caminador o muletas a pasos cortos que se irán alargando gradualmente.
Para considerar funcional una prótesis, ésta debe permitir flexionar la rodilla como mínimo a 90 grados y extensión completa. Debemos tener en cuenta que hasta pasado un año de la operación, el paciente no recupera completamente la movilidad y la fuerza muscular.
¿Tiene riesgos?
Como cualquier cirugía, puede tener riesgos, como infección, trombos, problemas respiratorios o problemas con la anestesia, por eso es importante comentar al cirujano y anestesista qué medicamentos estamos tomando, incluso fitoterapia, suplementos y fármaco que haya comprado sin receta.
Hoy en día suelen ser operaciones seguras, que generalmente dan buenos resultados y producen una gran satisfacción tanto al paciente como al cirujano.
Lo que debes saber…
- Esta cirugía se recomienda cuando el tratamiento conservador (medicación, terapia física, etc.) no alivia el dolor o mejora la movilidad, y la artrosis causa una limitación significativa en la función de la rodilla.
- La artroplastia consiste en reemplazar total o parcialmente la articulación de la rodilla con piezas artificiales, generalmente metálicas y de plástico, para aliviar el dolor y mejorar la movilidad.
- La recuperación lleva varios meses e incluye rehabilitación para mejorar el rango de movimiento..
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