Retenedores dentales, ¿qué son?

Resumen del contenido
nº colegiado 08/34.34- Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valladolid 1995. Licenciado en Odontología por la Universidad Internacional de Catalunya. Médico consultor de Blog Salud MAPFRE
Después de invertir tiempo y esfuerzo en un tratamiento de ortodoncia, el siguiente paso crucial es asegurar que esos resultados perduren. Aquí es donde entran en juego los retenedores dentales, dispositivos esenciales diseñados a medida para cada paciente, cuya función principal es estabilizar los dientes en su nueva posición corregida y evitar que regresen a su estado original, fenómeno conocido como recidiva.
El proceso ortodóntico no solo mueve los dientes, sino que también afecta las encías y los tejidos periodontales que los rodean. Tras la retirada de los aparatos, estos tejidos necesitan un período de adaptación y estabilización en la nueva alineación. Los retenedores actúan como un soporte físico, facilitando que estos tejidos se reorganice y que el hueso que rodea los dientes se solidifique, afianzando así el resultado final.
Tipos de retenedores dentales: eligiendo la mejor opción
Principalmente, existen dos categorías de retenedores, cada una con sus propias características, ventajas y consideraciones:
Retenedores Fijos (o Permanentes/Linguales)
Estos retenedores consisten en un fino alambre que se adhiere de forma permanente a la cara interna (lingual) de los dientes, habitualmente de canino a canino, tanto en la arcada superior como en la inferior. Al ser invisibles desde el exterior, ofrecen una solución estética y discreta.
Su principal ventaja radica en su efectividad ininterrumpida; al estar siempre en su lugar, eliminan el riesgo de olvido por parte del paciente, asegurando una retención constante. No obstante, presentan el desafío de una higiene bucal más exigente. El alambre puede retener restos de alimentos y placa bacteriana, lo que demanda un cepillado y uso de hilo dental más meticuloso. Las visitas regulares al dentista para limpiezas profesionales y revisiones son imprescindibles. En caso de rotura o desprendimiento, es vital contactar al ortodoncista a la mayor brevedad posible.
Retenedores Removibles
Como su nombre indica, son dispositivos que el paciente puede ponerse y quitarse. Al igual que los fijos, se fabrican a medida para la boca de cada persona. Los más comunes son:
- Placa de Hawley: Compuesta por una base de acrílico (un material plástico) que se ajusta al o a la cara interna de los dientes (en la arcada inferior), y un arco de metal que abraza la parte frontal de los dientes para mantenerlos en su lugar.
- Retenedores Essix (termoplásticos): Son unas férulas transparentes, muy parecidas a los alineadores invisibles, que cubren la totalidad de los dientes de una arcada. Su popularidad se debe a su gran discreción.
La comodidad de los retenedores removibles reside en su facilidad para ser retirados durante las comidas y la paladar higiene bucal, lo que permite una limpieza dental completa. Los Essix, en particular, son prácticamente indetectables. Sin embargo, su eficacia depende directamente de la constancia y disciplina del paciente en su uso. Si no se utilizan el tiempo indicado, existe el riesgo de que los dientes vuelvan a moverse. Otro factor a considerar es la posibilidad de perderlos o dañarlos si no se manipulan y guardan con cuidado.
¿Cuánto tiempo deben utilizarse los retenedores?
El tiempo de uso es un aspecto crucial y personalizado, que siempre debe ser determinado por el ortodoncista en función de cada caso individual. No obstante, existen pautas generales:
- Durante los primeros 4 a 6 meses después de retirar los aparatos de ortodoncia, es habitual requerir el uso constante de los retenedores (a tiempo completo, retirándolos solo para comer y cepillarse en el caso de los removibles). Este período es fundamental para la estabilización de los tejidos.
- Posteriormente a esta fase inicial, el uso de los retenedores removibles suele reducirse a la noche. Muchos especialistas recomiendan el uso de retenedores, ya sean fijos o removibles nocturnos, de por vida. Esta recomendación se basa en la tendencia natural de los dientes a moverse a lo largo de la vida, influenciados por factores como el envejecimiento, el bruxismo (rechinamiento de dientes) o las fuerzas de masticación.
- En el caso de los retenedores fijos, permanecen en la boca de forma indefinida, siempre y cuando se mantenga una higiene adecuada y no se presenten complicaciones.
La indicación más importante es siempre seguir al pie de la letra las instrucciones de nuestro ortodoncista, ya que cada sonrisa es única.
Higiene y mantenimiento, claves de su durabilidad
Una limpieza y un mantenimiento adecuados son vitales no solo para la vida útil del retenedor, sino también para mantener una óptima salud bucal.
- Para Retenedores Removibles (Hawley, Essix)
- Limpieza Diaria: Enjuágalos con agua fría o tibia (el agua caliente puede deformarlos). Cepíllalos suavemente con un cepillo de dientes de cerdas suaves y jabón neutro. Es importante evitar la pasta de dientes convencional, ya que sus partículas abrasivas pueden rayar la superficie del retenedor, facilitando la acumulación de placa bacteriana.
- Limpieza Profunda (quincenal): Remójalos en una solución limpiadora específica para prótesis dentales o retenedores. Alternativamente, puedes usar una mezcla de agua con bicarbonato de sodio o vinagre blanco diluido en agua durante unos 20 minutos, seguido de un buen enjuague.
- Almacenamiento: Guárdalos siempre en su estuche, limpio y seco, cuando no los estés usando. Esto previene roturas y la proliferación de bacterias. No olvides limpiar también el estuche regularmente.
- Para retenedores fijos:
- Cepillado Meticuloso: utiliza un cepillo interdental o un enhebrador de hilo dental para limpiar bajo y alrededor del alambre, así como entre los dientes a los que está adherido. Un irrigador bucal puede ser una excelente herramienta complementaria.
- Visitas Profesionales: las limpiezas dentales profesionales periódicas (cada 6 meses o 1 año, según la recomendación de tu dentista) son esenciales para eliminar el sarro que pueda acumularse en la zona del retenedor fijo y asegurar que no hay ningún problema.
- Siguiendo estos consejos y las indicaciones del especialista, podremos disfrutar de los beneficios del tratamiento de ortodoncia durante muchos años. Si sigues con dudas, recuerda que en los Seguros dentales de MAPFRE contarás con grandes profesionales que te ayudarán a resolver todas tus dudas.
Lo que debes saber…
- Los retenedores dentales son esenciales tras la ortodoncia para mantener los dientes en su nueva posición y evitar que vuelvan a moverse.
- Existen dos tipos principales: retenedores fijos, que son permanentes y requieren higiene cuidadosa, y retenedores removibles, que se pueden quitar pero dependen de la constancia del paciente.
- El tiempo de uso y cuidado adecuado, junto con el seguimiento profesional, son claves para garantizar resultados duraderos y una buena salud bucal.
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