Propóleos, otro producto de la colmena para tu salud
Resumen del contenido
María José Alonso Osorio
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La recogida de resinas y bálsamos la realizan en las horas más cálidas del día porque es cuando tienen una consistencia blanda y gomosa que pueden procesar, ya que cuando la temperatura es fría se solidifican y endurecen, lo que imposibilita el procesado.
Uso en la colmena y conocimiento antiguo
El uso de los propóleos es muy antiguo y es fruto de la observación. Ya en tiempos de Aristóteles, en la antigua Grecia, se observó que las abejas revocan con própolis el interior de las colmenas, sobre todo la parte de las celdas que está más cercana a las celdas de la abeja reina y de sus larvas, para tapar los agujeros y defenderlas de las infecciones, y que también los utilizan para embalsamar y aislar a los insectos muertos dentro de la colmena. En el antiguo Egipto los propóleos formaban parte de la composición de los ungüentos que usaban en los embalsamamientos. A finales del siglo XVIII y XIX se usaba en las guerras para desinfectar y promover la cicatrización de las heridas.
Propiedades y usos actuales
Los propóleos tienen actividad antimicrobiana (antibacteriana y antiviral), antiinflamatoria, moduladora del sistema inmunitario, antioxidante, cicatrizante y protectora de las mucosas. Se utilizan, en forma de pastillas para disolver en la boca o en forma líquida en spray, para calmar las irritaciones e inflamaciones de la boca y de la garganta. En los niños, en forma de jarabe, se utiliza como tratamiento complementario de resfriados y procesos catarrales. Por su efecto sobre el sistema inmunitario también se utiliza, en tratamientos discontinuos, para prevenir resfriados y problemas de garganta, aunque como preventivo hay estudios contradictorios en cuanto a su posible eficacia. Lo que sí se ha demostrado es su utilidad en el tratamiento de los herpes labiales (calenturas), se ha observado que, además de promover una curación más rápida, calma muy eficazmente el dolor.
Para las personas mayores con prótesis dentales, que padecen a menudo de llaguitas y pequeñas heridas en la boca, también está muy indicado tanto en pastillas para disolver en la boca como en forma líquida, pulverizando directamente sobre la zona, o en forma de gotas para dispersar en agua y hacer gargarismos.
Precauciones
Las personas alérgicas a los productos de las abejas, como la miel, a las coníferas, a los álamos, al bálsamo del Perú y a los salicilatos, deben evitar el uso de jalea real y propóleos, por la posibilidad de que se produzca una alergia cruzada.
En cuanto a las que son alérgicas al polen de las plantas, aunque ni la jalea ni los propóleos contienen polen, es mejor que prueben primero con una pequeña cantidad para descartar una posible alergia cruzada en el caso de que, por contaminación en la colmena, los productos pudieran tener alguna traza de pólenes.
Lo que debes saber…
- Tienen actividad antimicrobiana (antibacteriana y antiviral), antiinflamatoria, moduladora del sistema inmunitario, antioxidante, cicatrizante y protectora de las mucosas.
- Se utiliza en forma de spray o pastillas para disolver en la boca para irritaciones de boca y garganta.
- En los niños, en forma de jarabe, se utiliza como tratamiento complementario de resfriados y procesos catarrales.
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