No hay nada más contagioso que el miedo. Aunque, es una emoción básica que tiene como función la defensa tras una señal de alarma (como la que vivimos con el coronavirus), cuando el miedo aumenta desproporcionadamente puede llegar a limitar nuestra cotidianidad. Nos puede llegar a paralizar, impidiéndonos gestionar nuestro día a día. Es aquí cuando empieza a ser un problema psicológico.

Es irrelevante que el origen del miedo sea fundado o infundado, ya que la mente no distingue emocionalmente entre miedo real o irreal: se experimenta de la misma manera. En ocasiones incluso puede ser más amenazante el miedo irracional e imaginario, que el real.

Por eso es muy importante controlar los efectos psicológicos que tiene la enfermedad sobre nosotros y saber gestionar las consecuencias del confinamiento preventivo, por ejemplo.

Cómo se manifiesta el miedo

La reacción fundamental que emerge ante las epidemias es el miedo, que, a corto plazo, puede generar los siguientes síntomas:

  • Ansiedad
  • Estrés.
  • Preocupación y pensamientos repetitivos.
  • Ideas paranoicas.
  • Desorientación.
  • Falta de concentración.
  • Rituales extremos de limpieza.
  • Tristeza
  • Reacciones somáticas (dolores de espalda, digestivos, hipertensión, etc.).

A medio-largo plazo puede desencadenar trastornos como: hipocondría, ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo

10 Consejos para manejar el miedo

  • Aceptar el miedo: este va a ser el punto de partida para superar el miedo, no te engañes a ti mismo, ni minimices tus emociones.
  • Infórmate adecuadamente: usa canales de información oficiales y desconfía de rumores, pero no te aísles del tema como medida de autoprotección: todo lo que evitamos hace que aumente el miedo.
  • Cuidado con la sobreinformación: en un primer momento puede tranquilizarte, pero a largo plazo nos hace permanecer constantemente en alerta y preocupados por el riesgo.
  • No hables constantemente del tema
  • No busques síntomas dónde no los hay
  • Cultiva el buen humor
  • Protégete, pero sin sobreprotegerte: sigue las medidas de prevención de fuentes oficiales, pero no vayas más allá. Un exceso de prevención no te hará sentir más seguro sino al revés, aumentará tu miedo y el de quienes te rodean.
  • Mantén unas rutinas: te ayudará a normalizar tu día a día.
  • Refuerza tu sensación de control: no podemos hacer nada ante las noticias catastróficas que escuchamos, pero sí en lo que nos atañe a nosotros mismos. Céntrate en las cosas que sí dependen de ti.
  • Consulta con un psicoterapeuta si el miedo te sobrepasa o si te impide llevar tu día a día con normalidad.

Lo que debes saber…

  • En ocasiones incluso puede ser más amenazante el miedo irracional e imaginario que el real.
  • La reacción fundamental que emerge ante las epidemias es el miedo. A corto plazo puede generar ansiedad, estrés, tristeza, falta de concentración…
  • Aceptar el miedo, informarte adecuadamente sin sobre informarte y no hablar todo el día del tema son tres de los consejos que pueden ayudarte a controlar tu miedo a la epidemia,