Efluvio telogénico: causas y tratamiento

Resumen del contenido
Graduada en medicina UPF-UAB.
Máster en medicina estética y anti-envejecimiento COMB-UB.
Licenciada en Comunicación URL.
El efluvio telogénico es una causa frecuente y subestimada de la caída del cabello y no siempre se trata de algo grave, pero sí es una señal de que algo está ocurriendo a nivel orgánico.
Vamos a ver en qué consiste, por qué ocurre y qué se puede hacer al respecto.
¿Qué es exactamente el efluvio telogénico?
Imagina que el ciclo del cabello es como una rueda que nunca deja de girar. Hay una fase en la que el pelo crece activamente (anágena), otra en la que se toma un breve descanso (catágena) y una última etapa en la que simplemente se cae (telógena), para dar paso a uno nuevo.
Normalmente, solo un pequeño porcentaje del cabello está en esa última fase. Pero cuando muchos folículos entran a la vez en “modo reposo”, lo que ocurre unos meses después de algún evento estresante o desequilibrante, se produce el efluvio telogénico. Y es entonces cuando el pelo comienza a caer, a puñados, sin previo aviso.
No hablamos de calvicie en placas ni de entradas marcadas. No. Esto es una pérdida difusa. Más volumen en el cepillo, más mechones en la ducha. Pero sin zonas peladas. Y sin dolor.
¿Qué síntomas lo delatan?
- Caída diaria excesiva, que supera claramente lo habitual.
- Disminución del volumen capilar, sobre todo en mujeres con cabello largo y fino.
- Cabello en la almohada, en la ropa, en el suelo… parece estar en todas partes.
- A veces, una leve sensación de picor o sensibilidad en el cuero cabelludo, aunque no es lo más frecuente.
- A diferencia de otras alopecias más conocidas, como la alopecia areata (que provoca calvas redondeadas y bien definidas) o la alopecia androgenética (que sigue patrones hormonales y suele ser progresiva), el efluvio telogénico no deja cicatrices ni miniaturiza los folículos. Es como si el cabello se desconectara temporalmente, pero sin dañar su raíz.
¿Por qué ocurre?
Detrás de este tipo de caída del cabello, suele haber un desencadenante claro. Lo curioso —y algo frustrante— es que la caída no empieza justo después del evento, sino unos dos o tres meses más tarde. Por eso, a veces cuesta hacer la conexión.
Algunas causas frecuentes:
- Estrés físico o emocional intenso: una cirugía, un accidente, la pérdida de un ser querido, un duelo silencioso.
- Cambios hormonales: especialmente comunes tras el parto, donde muchas mujeres notan que su melena «se desinfla».
- Déficits nutricionales: hierro bajo, falta de zinc, vitamina D o proteínas… el cabello lo nota antes que nadie.
- Trastornos tiroideos, enfermedades autoinmunes o infecciones prolongadas.
- Medicamentos: ciertos fármacos como anticoagulantes, antidepresivos o retinoides pueden actuar como gatillos.
- Dietas extremas, ayunos prolongados o pérdida de peso muy rápida.
Diagnóstico: cuando mirar el cabello es mirar dentro del cuerpo
El diagnóstico del efluvio telogénico no siempre requiere pruebas invasivas. A menudo, basta con una buena entrevista médica, una revisión minuciosa del cuero cabelludo y unas preguntas clave: ¿hubo una cirugía hace tres meses?, ¿un cambio fuerte en la dieta?, ¿un periodo de estrés inusual?
Aun así, en algunos casos, se solicitan pruebas complementarias para descartar otras causas:
- Análisis de sangre para revisar ferritina, vitamina D, zinc, función tiroidea, entre otros.
- Test de tracción: se tira suavemente del cabello para ver cuántos se desprenden.
- Tricoscopía digital: una especie de lupa que permite observar los folículos más de cerca.
- En casos muy dudosos, incluso una biopsia de cuero cabelludo puede aportar claridad, aunque es poco frecuente.
Lo más importante es descartar otras formas de alopecia más agresivas o con evolución permanente.
Tratamiento: paciencia, nutrición y cuidado
La mejor noticia es que el efluvio telogénico no es permanente. Con el enfoque adecuado, la mayoría de los pacientes recuperan su cabello en unos meses. Eso sí, la paciencia es clave: el pelo no responde de inmediato, y muchas veces tarda entre 3 y 6 meses en normalizarse.
¿Qué se puede hacer?
- Tratar la causa: si hay anemia, corregirla. Si hay hipotiroidismo, equilibrarlo. Si el estrés fue el detonante, buscar herramientas de gestión emocional.
- Suplementación específica, solo si hay déficit confirmado.
- Minoxidil tópico: en algunos casos puede acelerar la recuperación, aunque no siempre es necesario.
- Evitar peinados agresivos, químicos fuertes y calor excesivo: el cabello está en una fase vulnerable.
- Y, sobre todo: no entrar en pánico. El miedo solo agrava el problema.
¿Y qué pasa con la alimentación?
No existe una “dieta mágica” para el cabello, pero sí sabemos que ciertos nutrientes son esenciales para mantenerlo fuerte y en su ciclo natural, entre ellos:
- Hierro: en carnes rojas, lentejas, espinacas cocidas.
- Zinc: presente en mariscos, nueces, semillas de calabaza.
- Vitamina D: en pescados grasos, y también a través del sol.
- Proteínas completas: huevos, carnes magras, legumbres.
- Biotina: en yema de huevo, aguacate, almendras.
Una dieta desequilibrada o restrictiva puede disparar un episodio de efluvio telogénico incluso en personas sanas. De hecho, un artículo en Dermatology Practical & Conceptual (2021) resalta cómo seguir un patrón mediterráneo —rico en vegetales, frutas, omega-3 y antioxidantes— protege la salud capilar.
Si estás atravesando una caída de cabello repentina, existen profesionales que te pueden ayudar. Y lo más probable es que haya solución. Con diagnóstico médico, nutrición adecuada y un poco de paciencia, el cabello suele regresar. El Seguro de MAPFRE Salud, cuenta con cientos de especialistas por todo el territorio nacional que podrán tratar las posibles causas de tu caída del cabello y poner el tratamiento más indicado según tu caso.
Lo que debes saber…
• El efluvio telogénico causa caída difusa del cabello meses después de un evento estresante, sin dañar los folículos.
• Suele deberse a estrés, cambios hormonales, déficits nutricionales o medicamentos, y se diagnostica con examen médico.
• El tratamiento es paciencia y buena alimentación, abordando la causa y cuidando el cabello; la recuperación es habitual en pocos meses.
Referencia bibliográfica
- Rebora A. Telogen effluvium: a comprehensive review. Clin Cosmet Investig Dermatol. 2019 Aug 21;12:583-590. doi: 10.2147/CCID.S200471. PMID: 31686886; PMCID: PMC6709511.
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