En condiciones normales el intestino delgado debería tener menos de 1.000 bacterias/ml, independientemente del tipo de bacterias que sean, porque incluso un exceso de bacterias beneficiosas en el intestino delgado puede resultar problemático. El SIBO se produce cuando hay un exceso de bacterias en el intestino (disbiosis)

¿Qué causa un exceso de bacterias o SIBO?

Hay múltiples causas y trastornos que pueden acabar produciendo un sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado:

  • Trastornos funcionales y de la motilidad, causados por ejemplo por el Síndrome de intestino irritable, el uso de fármacos como los opioides, la diabetes, o la pseudoobstrucción intestinal.
  • Alteraciones anatómicas y estructurales como el Síndrome del asa ciega intestinal, la enfermedad inflamatoria intestinal, las adherencias por intervenciones quirúrgicas previas o por radioterapia, los tumores del intestino delgado, la diverticulosis de intestino delgado, las alteraciones de la válvula ileocecal, o el bypass gástrico realizado como intervención para el tratamiento de la obesidad mórbida.
  • Cirrosis hepática o la insuficiencia pancreática exocrina, porque se altera la cantidad y la composición de la bilis y las enzimas digestivas, permitiendo de esta manera el sobrecrecimiento de las bacterias en el intestino delgado.
  • Trastornos del sistema inmune, como la deficiencia de inmunoglobulina A o la infección por el VIH.
  • Otras causas: determinadas parasitosis, enfermedad celíaca y las alteraciones de la acidez gástrica (sobre todo por la toma crónica de protectores gástricos).

Tipos de SIBO

Siempre que hablamos de SIBO nos referimos a las bacterias. Pero hay otro tipo de microorganismos, las arqueas, que también pueden estar implicadas en su aparición. Para poder hacer un diagnóstico de SIBO es necesario medir con un test los niveles de dos tipos de gases, el hidrógeno y el metano:

  • Las bacterias producen principalmente hidrógeno
  • Las arqueas producen metano.

Eso quiere decir que, si en la prueba de diagnóstico encontramos elevados los niveles de metano, los microorganismos que tendremos que perseguir serán las arqueas.

Síntomas de sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado

El crecimiento de los microorganismos en el intestino delgado provoca inflamación y daño de la superficie intestinal.

A nivel intestinal

El SIBO puede producir múltiples efectos por la mala digestión y la malabsorción de los nutrientes y la alteración de la motilidad intestinal. Es típico que se produzca:

  • Flatulencias y distensión abdominal por exceso de gases, sobre todo cuando se comen alimentos con cierto tipo de azúcares como la fructosa o la lactosa.
  • Diarrea y/o estreñimiento.
  • Dolor abdominal.
  • Pérdida de peso y desnutrición por malabsorción de grasas y proteínas.

A nivel sistémico

Se han descrito múltiples efectos por la producción de toxinas, produciendo un aumento de la permeabilidad intestinal, lo que permite el paso de las toxinas al torrente sanguíneo.

  • Síntomas neurológicos como niebla mental, confusión.
  • Fibromialgia, dolor de cabeza y del aparato locomotor, cansancio.
  • Alteraciones menstruales.
  • Síntomas cutáneos
  • Enfermedades autoinmunes
  • Intolerancia a múltiples alimentos, incluyendo los ricos en histamina por déficit de DAO.

Sin embargo, muchos de estos síntomas no se reconocen aún como relacionados con el SIBO y, de hecho, puede ser difícil saber si son causados por él o por la patología primaria que haya provocado la aparición del SIBO, como por ejemplo una celiaquía no diagnosticada.

¿Quién puede desarrollarlo?

Se ha visto que personas sanas pueden desarrollar SIBO hasta en un 20%. En grupos de personas con síntomas digestivos como el síndrome de intestino irritable, el SIBO puede estar presente hasta en el 65%.

Aunque su prevalencia aumenta con la edad, también los niños pueden sufrirlo.

¿Cómo se diagnostica?

Para diagnosticar SIBO lo más importante es sospecharlo. Cualquier persona que tenga síntomas digestivos (como los que se han descrito) podría tenerlo, asociado o no a otra patología digestiva o sistémica. Por eso es importante realizar una historia clínica completa incluyendo la medicación que toma la persona o los síntomas relacionados con la ingesta de diferentes alimentos junto con una exploración física minuciosa.

Se puede sospechar SIBO en ciertas situaciones, como, por ejemplo:

  • En el caso de una mejoría insuficiente en pacientes celíacos que realizan dieta sin gluten.
  • Si hay un empeoramiento de síntomas digestivos cuando se administran probióticos, prebióticos o una dieta muy rica en fibra.
  • Si hay una mejoría transitoria de síntomas digestivos después de tomar antibióticos, o un empeoramiento con fármacos como los opioides o los protectores gástricos

El diagnóstico del SIBO hoy en día se realiza fundamentalmente con el test de aire espirado para sobrecrecimiento bacteriano que consiste en administrar lactulosa o lactitol y medir en el aliento el hidrógeno y el metano. En una persona sana el hidrógeno y el metano se deberían producir sólo en el intestino grueso, pero en caso de una persona con SIBO se producen también en el intestino delgado.

Esta prueba puede tener bastantes falsos negativos y falsos positivos. Si se sigue sospechando SIBO con una prueba negativa, se puede repetir o realizar una endoscopia.

Además, es importante buscar la causa del sobrecrecimiento bacteriano y tener en cuenta que un paciente con SIBO puede tener varias causas concurrentes.

Tratamiento del SIBO con la dieta FODMAP

El abordaje clásico actual se basa en la dieta FODMAP que explicamos a continuación. No obstante, en algunos casos se recurre a la terapia antibiótica. Lo más importante para poder tratarlo es identificar las causas o factores desencadenantes.

Dieta pobre en FODMAP

Evitar carbohidratos de rápida fermentación para conseguir disminuir el alimento de las bacterias presentes en el intestino delgado. Se trata de controlar los fructooligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y monosacáridos fermentables.

Aunque hacen falta más estudios sobre el efecto de la dieta FODMAP sobre la microbiota intestinal, sí que es cierto que en personas con SIBO o colon irritable pueden experimentar una mejoría. Existe una gran variabilidad interindividual en cuanto a la tolerancia a los FODMAP y el asesoramiento nutricional personalizado es lo más recomendable.

Sin embargo, no resulta conveniente descartar para siempre este tipo de alimentos, pues su fibra fermentable se transforma en el intestino grueso en ácidos grasos de cadena corta necesarios para la correcta fisiología del intestino.

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Lo que debes saber…

    • El SIBO es un sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado que no tienen por qué ser bacterias perjudiciales.
    • A nivel intestinal el SIBO puede producir múltiples efectos por la mala digestión y la malabsorción de los nutrientes y la alteración de la motilidad intestinal.
    • A nivel sistémico se han descrito múltiples efectos por la producción de toxinas, produciendo un aumento de la permeabilidad intestinal, lo que permite el paso