⌚ 2 minutos | Cuidar la piel de tu bebé es necesario, pero algunos excesos también puede pasar factura. Te contamos cómo hacerlo correctamente.
La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y debe ser cuidado desde el nacimiento.
En los niños la piel es más delicada que en los adultos por lo tanto se deben utilizar productos específicos que no agredan el equilibrio de la piel y, a la vez, le proporcionen los cuidados necesarios.
Es fundamental la higiene diaria de la piel mediante el baño y el cambio frecuente de los pañales. La humedad y suciedad durante periodos prolongados en el área del pañal puede irritar la zona y hacerla vulnerable a infecciones.
Los pañales mejor que sean muy absorbentes. No hace falta utilizar siempre crema protectora para el culito, dependerá de si es un niño que se irrita mucho o poco. Para retirar este tipo de cremas tan espesas es recomendable hacerlo con aceite o con crema hidratante, ya que son cremas que repelen el agua.
Se debe utilizar un jabón suave, especial para bebés y que no sea muy agresivo. A veces, el hecho de que no haga mucha espuma es positivo, ya que es un signo directo de que tiene poca cantidad de tensioactivos. La cantidad a utilizar deber ser poca, del tamaño de un garbanzo. Tras la aplicación del jabón se debe aclarar muy bien la piel y el cabello del bebé para evitar irritaciones.
- El secado de la piel debe ser sin frotar, a golpecitos e incidiendo en los pliegues (cuello, ingles, genitales, axilas ). Se debe aplicar una crema hidratante con la piel un poco húmeda.
- El cabello se ha de peinar con un cepillo suave y cortarlo cuando sea necesario.
- Las uñas de las manos y los pies se han de mantener cortas y limpias para evitar infecciones cuando el niño se rasca.
- La cera que producen los oídos no se debe retirar con ningún bastoncillo, tan sólo se debe limpiar la parte externa del pabellón auricular.
Dra. Esther Martínez García
Especialista en Pediatría
Médico consultor de Advance Medical
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