¿Qué es? El ser humano necesita agua para poder vivir y para asegurar el aporte de agua existe el mecanismo de control de la sed. Al sentir sed, el ser humano se hidrata y así se consigue controlar la osmolaridad […]
¿Qué es?
El ser humano necesita agua para poder vivir y para asegurar el aporte de agua existe el mecanismo de control de la sed. Al sentir sed, el ser humano se hidrata y así se consigue controlar la osmolaridad y los niveles de ciertos iones, proteínas y otras sustancias en el organismo.
Para poder regular la sed y el aporte de agua al organismo, la hipófisis segrega en su parte posterior, la llamada neurohipófisis, una hormona, la hormona antidiurética (ADH), también llamada vasopresina (AVP), que se encarga de potenciar la reabsorción de agua a nivel renal y regular de ese modo la osmolaridad plasmática, así como el volumen de líquido plasmático y consecuentemente la presión y la concentración de varias sustancias en sangre.
Si por algún motivo la ADH no puede ejercer su función, el riñón no recupera tanta agua como debería, con las consiguientes repercusiones sobre el organismo. Si se da esta situación se dirá que el paciente padece una afectación por falta de funcionamiento de la ADH, lo que se conoce como diabetes insípida.
Esta afectación recibe este nombre no porque tenga algo que ver desde un punto de vista causal con la diabetes por falta de insulina (diabetes mellitus), sino por analogía con los síntomas de aumento de la sed, la ingesta de agua y la diuresis que se dan en ambas patologías. La ausencia de pérdida de glucosa en orina hace que esta entidad causada por la alteración de la ADH reciba el calificativo de insípida, para diferenciarla de la diabetes mellitus (dulce).
¿Cómo se produce?
La ausencia de hormona antidiurética (ADH) puede dividirse en dos grandes grupos en función de la causa que la origina:
- diabetes insípida central, por alteración de la producción de ADH a nivel de la hipófisis.
- diabetes insípida renal, por alteración de la respuesta del riñón ante la ADH.
La diabetes insípida central puede ser debida a una ausencia de producción de la ADH a nivel de la neurohipófisis, de forma total o parcial, o bien puede deberse a una alteración de los receptores que detectan los niveles de osmolaridad plasmática y que ante un aumento de la misma activan la producción de ADH, bien porque el umbral de liberación sea más elevado de lo normal, bien porque no respondan a los aumentos de osmolaridad por mucho que ésta aumente.
La diabetes insípida central es de origen desconocido en un 25%-30% de los casos y suele aparecer en personas adultas. En un 20%-25% de los casos es debida a traumatismos craneoencefálicos, en un 15%-20% a tumores hipofisarios y en menor proporción a otras entidades como sarcoidosis, histiocitosis, infecciones, alteraciones vasculares, alcohol u otras sustancias. Existe una forma familiar autosómica dominante que aparece en niños y un síndrome de herencia autosómica recesiva, el llamado síndrome de Wolfram o síndrome DIDMOAD que asocia diabetes insípida, diabetes mellitus, atrofia ocular y sordera.
La diabetes insípida renal es debida a una alteración del control de la osmolaridad a nivel renal por alteración de los receptores de ADH. Las principales causas que pueden causar una diabetes insípida renal son la hipercalcemia, la hipopotasemia y ciertas enfermedades tubulares intersticiales. Existe una forma familiar de aparición en niños de herencia ligada al cromosoma X en forma recesiva, que puede acarrear graves problemas de deshidratación, así como otra forma menos frecuente autosómica recesiva.
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