El osteosarcoma es el tumor óseo maligno más frecuente después del mieloma y tiene un predominio en el sexo masculino (1’5:1). Más del 75% de los casos aparecen en pacientes jóvenes, menores de 25 años.  Afortunadamente, los tumores óseos malignos son poco frecuentes, pero no por ello debemos bajar la guardia…

Qué es

El término “osteosarcoma” se aplica a un heterogéneo grupo de tumores malignos que tienen como rasgo común la formación de hueso inmaduro (“osteoide”).  Es un tumor muy agresivo localmente y puede hacer metástasis en los pulmones y en el mismo hueso.

Es un tumor que suele localizarse en los extremos de los huesos (metáfisis) más frecuentemente alrededor de la rodilla. Aproximadamente la mitad de los tumores se presentan en el fémur y con menor frecuencia en la tibia y peroné, húmero, pelvis, mandíbula y costillas. El subtipo más frecuente es el “osteosarcoma clásico” (90% de los casos) con sus variedades:

  • Osteoblástico (45% de los casos)
  • Condroblástico (27%)
  • Fibroblástico (9%)
  • Anaplásico (7%)

¿Qué causa el osteosarcoma?

La causa del osteosarcoma es diversa y todavía no completamente conocida. Se han definido las siguientes causas:

  • Factores genéticos hereditarios.
  • Exposición a radiaciones ionizantes con fines terapéuticos (radioterapia).
  • Antecedentes de padecimiento de enfermedades como la Enfermedad de Paget, infartos óseos (necrosis), osteomielitis crónica (infección crónica del hueso)…

Síntomas de osteosarcoma

Los síntomas que suelen aparecer debido a un osteosarcoma son:

  • Dolor óseo: es el primer síntoma, con o sin palpación de masa en la zona.
  • Fractura ósea (que sucede espontáneamente o tras un movimiento aparentemente inocente).
  • Cojera (si el tumor afecta a la extremidad inferior).
  • Hinchazón, enrojecimiento, abultamiento o aumento de la sensibilidad en la piel de la zona donde se localiza el tumor.

La aparición de fiebre, mal estado general y otros síntomas constitucionales no son típicos del osteosarcoma.

En los niños más pequeños, la cojera puede ser el único síntoma. El dolor puede llevar muchos meses presente y ser inicialmente confundido con causas más corrientes como contracturas musculares o “dolores por el crecimiento”.

¿Cómo diagnosticar un osteosarcoma?

Es precisa una historia clínica con anamnesis exhaustiva y un examen físico del paciente completo. También será preciso la realización de pruebas complementarias como analítica sanguínea o Hemograma y bioquímica, que incluya sobre todo los iones de calcio y fósforo, la fosfatasa alcalina (FA), lactato deshidrogenasa (LDH), etc. También las pruebas por imagen como:

  • Radiografía ósea: en la mayoría de los casos es prácticamente diagnóstica.
  • La TC y la RMN: la primera detalla mejor la magnitud o extensión de la destrucción ósea mientras que la segunda valora el componente de afectación de partes blandas adyacentes (estructuras neurovasculares).
  • La gammagrafía ósea y el PET (tomografía de emisión de positrones): son técnicas adicionales también útiles, más en la estadificación (presencia o no de metástasis) que en la evaluación diagnóstica primaria.
  • Técnicas de estudio histológico de biopsia (observación del tejido al microscopio): la prueba definitoria del osteosarcoma es la visualización de células fusiformes osteoblásticas de malignidad evidente, productoras de material osteoide.

¡Importante! El dolor que no se resuelve con medidas convencionales, su persistencia en estado de reposo del paciente o el que lo despierta por la noche, debe alertar al médico de la necesidad de realizar un estudio más pormenorizado y profundo.

¿Cómo se cura?

  • Cirugía: es el método de elección, antiguamente, la amputación radical era la única opción posible, pero en la actualidad es de elección la cirugía conservadora (extirpando sólo el área tumoral con pocos centímetros de tejido sano de margen).
  • Quimioterapia (QT) debe utilizarse previa a la cirugía.
  • Radioterapia (RT) tiene escasa eficacia y pocas indicaciones.

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Lo que debes saber…

  • El osteosarcoma es el tumor óseo maligno más frecuente después del mieloma
  • En las últimas tres décadas el osteosarcoma ha pasado de ser una enfermedad considerada “irremediablemente fatal” a ser un cuadro clínico potencialmente curable.
  • La cirugía es el método de elección