En todas las mujeres aunque estén asintomáticas se considera necesario llevar un seguimiento ginecológico periódico para la prevención y detección de alteraciones del aparato reproductor y para la detección precoz del cáncer ginecológico y de mama. Además se aclaran dudas y se asesora sobre cuidados y hábitos higiénicos del aparato reproductor.

¿En que consiste el seguimiento ginecológico?

La revisión consta de una anamnesis o historia clínica, una exploración física y las pruebas complementarias necesarias.

En el interrogatorio o anamnesis debe preguntarse por antecedentes personales, enfermedades padecidas, ginecológicas o no, intervenciones quirúrgicas, alergias, hábitos tóxicos y antecedentes familiares de enfermedades importantes o cánceres. Se pregunta también sobre antecedentes ginecológicos, edad de la primera regla, periodicidad de la misma, patología menstrual, métodos anticonceptivos y fecha de última regla. Se interroga también sobre gestaciones anteriores, el resultado de las mismas y la lactancia.

La exploración física consta de una exploración general, observar los genitales externos y la vagina y cuello uterino por medio de la especuloscopia y la colposcopia. Mediante el tacto vaginal se palpa la vagina, el cuello uterino y con la exploración bimanual se palpa el tamaño y consistencia uterina y ovárica así como la presencia de masas ginecológicas.

Se realiza también una exploración mamaria para la detección de posibles nódulos y de la zona axilar si es necesario.

La exploración complementaria básica a realizar es la citología, consistente en la toma de una muestra de células de la vagina y del cuello uterino para su estudio posterior, así como el estudio de posibles infecciones. La colposcopia es la visualización del cuello uterino para identificar lesiones que precisen ser biopsiadas.

A criterio del médico se realizará una ecografía vaginal o abdominal según las circunstancias. Para una ecografía ginecológica abdominal se precisa tener la vejiga de la orina bien llena para así poder visualizar el útero y los ovarios.

Según los antecedentes familiares y personales y la edad de la paciente se solicitará una mamografía para el despistaje de cáncer de mama y si es preciso una ecografía también, más sensible para patología benigna.

Con frecuencia se solicitan también analíticas de sangre y orina en la revisión ginecológica anual.

Conclusión:

Por tanto el seguimiento ginecológico permite detectar patología asintomática, asesorar sobre higiene y planificación familiar y hacer un diagnóstico precoz de cáncer genital. Según la franja de edad de la paciente las consultas se orientarán de distinta manera a pesar de realizarse la exploración con espéculo y citología a todas las mujeres que hayan iniciado las relaciones sexuales.

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