Qué es la disartria y cuando se produce

Resumen del contenido
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A diferencia de la afasia, que afecta el lenguaje, la disartria se limita a problemas físicos al hablar. En la afasia se ve afectada la capacidad de comprender o expresar palabras, mientras que la disartria es un trastorno motor del habla que afecta la articulación y la pronunciación de las palabras.
La consecuencia última de la disartria es que puede ser difícil entender el habla de la persona que la padece, con lo que puede verse afectada su capacidad de comunicación con otras personas.
¿Cómo se produce?
La producción normal del habla requiere la integración de varias estructuras del sistema nerviosos:
- Corteza motora primaria: inicia los movimientos voluntarios.
- Tracto corticoespinal y corticobulbar: transmite órdenes motoras hacia médula espinal y tronco encefálico.
- Núcleos de los nervios craneales (V, VII, IX, X, XII): controlan los músculos de la boca, lengua, laringe, faringe y paladar.
- Ganglios basales y cerebelo: modulan la precisión, fluidez y coordinación de los movimientos del habla.
El daño en cualquiera de estas áreas puede producir una disartria. Así por ejemplo:
- Lesiones en tronco encefálico pueden causar disartria severa por afectar múltiples núcleos de nervios craneales.
- Lesiones en el cerebelo alteran la coordinación del habla, generando disartria atáxica.
- Enfermedades degenerativas (como ELA o Parkinson) afectan progresivamente el control motor.
Clasificación de la disartria
La disartria se clasifica según la localización y tipo de lesión neurológica, lo que genera distintos patrones de afectación. Las principales formas clínicas son:
Tipo de disartria | Características | Área afectada |
Espástica | Habla lenta, rígida, con esfuerzo; voz áspera | Vías cortico-bulbares bilaterales |
Flácida | Voz nasal, débil, imprecisión articulatoria | Nervios craneales periféricos |
Atáxica | Ritmo irregular, explosivo; alteraciones en la prosodia | Cerebelo |
Hipocinética | Voz monótona, baja intensidad, articulación imprecisa | Ganglios basales (Parkinson) |
Hipercinética | Movimientos involuntarios, voz variable | Ganglios basales (corea, distonía) |
Mixta | Combinación de varios tipos, como en ELA | Múltiples sitios del sistema motor |
¿Cuáles son las causas más frecuentes?
- Un gran número de enfermedades que afecten al sistema nervioso pueden causar disartria, entre ellas:
- Accidente cerebrovascular.
- Esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
- Enfermedad de Parkinson.
- Traumatismo craneoencefálico.
- Tumores cerebrales.
- Parálisis cerebral.
- Esclerosis múltiple.
- Infecciones neurológicas (encefalitis, meningitis).
- Efectos secundarios de ciertos fármacos (como sedantes o relajantes musculares)
- Algunos factores de riesgo incluyen la edad avanzada, enfermedades cardiovasculares o neurodegenerativas, diabetes (por daño nervioso periférico), traumatismos craneales previos o consumo crónico de alcohol.
¿Qué caracteriza a la disartria?
Los pacientes que presentan disartria tienen un habla arrastrada o entrecortada, dificultad para pronunciar correctamente (no vocalizan), voz ronca, nasal o monótona, pueden tener problemas para controlar el volumen o tono, así como fatiga al hablar (el habla “se agota” y en algunos casos se acompaña de disfagia (dificultad para tragar).
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de la disartria es clínico, es decir, oyendo hablar al paciente. Este además debe incluir para el estudio de la misma así como su posible causa:
- Exploración neurológica completa.
- Pruebas de Neuroimagen (resonancia magnética , TC, SPECT).
- Estudios de conducción nerviosa y electromiografía si se sospecha afectación periférica.
- Pruebas de deglución, si hay disfagia.
- Análisis de sangre.
Tratamiento
El pronóstico y el tratamiento depende de la causa que la produce. En algunos casos es reversible y, en otros, forma parte del proceso evolutivo de la enfermedad y no mejora.
Aunque no se pueda curar y la disartria no sea reversible, existen formas de mejorar la función comunicativa:
- Terapia del habla (logopedia): ejercicios para fortalecer músculos, mejorar ritmo y articulación.
- Tratamiento de la causa subyacente: antiparkinsonianos, anticoagulantes, cirugía, etc.
- Dispositivos de asistencia comunicativa: tecnología de texto a voz.
- Apoyo psicológico: esencial para mitigar el impacto emocional.
- Fisioterapia y terapia ocupacional: especialmente en casos neurológicos avanzados.
En conclusión, la disartria es un trastorno motor del habla con múltiples causas neurológicas. Su diagnóstico y tratamiento requieren un enfoque multidisciplinar que considere tanto los aspectos físicos como los emocionales del paciente. Con los Seguros de Salud de MAPFRE contarás con grandes especialistas logopedas que te ayudarán a identificar y trabajar esta afección.
Lo que debes saber…
- La disartria es un trastorno motor del habla causado por daños en el sistema nervioso que afectan el control de los músculos responsables de la articulación del lenguaje.
- Puede ser causada por diversas condiciones neurológicas como accidentes cerebrovasculares, enfermedades degenerativas como el Parkinson o ELA, o traumatismos craneales. Y los pacientes presentan síntomas como habla arrastrada, dificultad para pronunciar correctamente, voz monótona, y fatiga al hablar.
- Aunque en algunos casos es reversible, en otros es parte de una enfermedad progresiva. El tratamiento incluye terapia del habla, manejo de la causa subyacente, dispositivos de asistencia comunicativa y apoyo psicológico.
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