Las bombas de insulina, las agujas desechables, el primer trasplante de corazón, las resonancias magnéticas son solo algunos de los ejemplos del triunfo de la tecnología sanitaria al servicio de la salud. Estos avances, que comenzaron tras la II Guerra Mundial, copan hoy en día los hospitales, pero ¿en qué momento se encuentra y hacia dónde va la tecnología sanitaria del futuro?

¿Qué es la tecnología sanitaria?

Según la definición de la Asociación de Tecnología Médica Avanzada de Estados Unidos, la tecnología sanitaria es una diversidad de productos que conjugan ciencia y tecnología destinados al cuidado de la salud. Estas innovaciones tecnológicas se utilizan para el diagnóstico, vigilancia y tratamiento de diversas enfermedades.

Gracias a ella, se obtienen diagnósticos precoces y más certeros, tratamientos menos invasivos y se reduce el tiempo de hospitalización y de rehabilitación, mejorando así la calidad de la atención sanitaria y aumentando la esperanza de vida de los pacientes.

¿En qué momento se encuentra la tecnología sanitaria?

La tecnología sanitaria es, en la actualidad, un instrumento esencial en la asistencia sanitaria, ya que consigue aliviar el dolor, las lesiones y la discapacidad de los pacientes, al tiempo que mejora la eficacia de las prestaciones sanitarias.

La tecnología sanitaria beneficia a miles de millones de personas en todo el mundo, no solo en los hospitales, sino también en residencias y en el propio hogar. Forman parte de ella desde material desechable, como agujas o test de embarazo, hasta sofisticados equipos de diagnóstico, glucómetros, desfibriladores, robots quirúrgicos menos invasivos, máscaras de oxígeno, marcapasos, y un largo etcétera.

Hoy en día, los avances en tecnología sanitaria se centran en la robótica aplicada a la atención médica, la biotecnología, la telemedicina, los chatbots entre médico y paciente o las aplicaciones móviles orientadas a la salud, entre otros. Según datos de la Plataforma Española de Innovación en Tecnología Sanitaria, disponemos de más de 500.000 tecnologías sanitarias diseñadas para prevenir, diagnosticar y monitorizar diversas enfermedades.

Algunas de estas ideas y conceptos, como vanguardia del cuidado de tu salud, ya están siendo estudiadas o adoptadas por tu Seguro MAPFRE Salud, una gran opción para estar siempre entre los primeros en beneficiarse de este prometedor futuro.

Próximos avances en la tecnología sanitaria

El futuro de la tecnología sanitaria se presenta, cuanto menos, emocionante. Entre los avances que, previsiblemente, veremos en un tiempo no muy lejano, destacan los siguientes:

  • Se perfeccionará la simbiosis entre la inteligencia artificial y el Big Data con el objetivo de desarrollar pautas de tratamiento que tengan en cuenta las necesidades propias de cada paciente, reduciendo el riesgo de efectos secundarios. Una tecnología que se inició en 2018 con la primera IA aprobada por la FDA – un test para la detección de retinopatías diabéticas que ofrece diagnósticos sin intervención humana- y que ya está transformando el sector a pasos agigantados.
  • Veremos vendajes eléctricos que reducirán el tiempo de curación de las heridas mediante la utilización de un nanogenerador portátil.
  • Se podrán implantar órganos artificiales -más allá de implantes de cartílagos, vasos sanguíneos o piel artificiales- con la misma capacidad que el original y a un menor coste, gracias la aplicación de la impresión 3D en la medicina regenerativa.
  • Habrá bisturís moleculares que detectarán, por ejemplo, células tumorales para atacarlas con el fármaco específico sin dañar a las demás células.
  • Gracias a la inteligencia artificial y la automatización, en las salas de operaciones del futuro solo entrará el paciente, mientras los especialistas realizan la intervención de forma remota mediante robots quirúrgicos. Esto hará que las operaciones sean menos invasivas y más precisas.
  • La radiografía en color será, a corto plazo, otro de los grandes avances en España. Con esta tecnología se obtendrán imágenes más detalladas, lo que permitirá elaborar un diagnóstico más preciso.