Nuevas tendencias alimentarias
Resumen del contenido
Judith Torrell
Diplomada en nutrición Humana y Dietética, con un postgrado en Nutrición Clínica y Ciencia Avanzada de los Alimentos. Especializada en obesidad y en patologías digestivas como desequilibrios metabólicos. Dietista y asesora nutricional en las diferentes etapas de la vida. Redactora de contenidos de carácter nutricional.
Estas son algunas de las nuevas tendencias en alimentación que parecen llamadas a quedarse entre nosotros mucho tiempo.
Alimentos y productos de origen vegetal
Miles de consumidores han decidido eliminar o reducir el consumo de alimentos de origen animal y pasar a una alimentación basada en vegetales (verduras, hortalizas, cereales, frutas y legumbres). Esto se debe al impacto medioambiental que produce la ganadería por la emisión de gases de efecto invernadero. Pero también nace de la indignación de miles de personas hacia las condiciones de cría de algunas granjas y crueldad con la que se trata a algunos animales.
Casi el 10% de la población española ha eliminado o reducido el consumo de carne, según el informe The Green Revolution 2019:
- El 0.5% son veganos
- El 1.5% son vegetarianos
- 9% son flexitarianos (consumo esporádico de alimentos de origen vegetal, sobre todo pescado y huevos)
Por ello, la industria alimentaria ha empezado a producir productos basados exclusivamente en vegetales, como hamburguesas elaboradas con soja, y cuyo reto se encuentra en aproximarse al sabor y textura de su análogo animal.
Alimentos fermentados
Cada día podemos encontrar mayor oferta de alimentos fermentados. Su creciente demanda se debe a los numerosos beneficios que la fermentación ejerce en nuestra macrobiótica intestinal y en la salud digestiva. Hablamos de productos como el té kombutcha, el kimchi, el chucrut, el kéfir…
Esta tendencia se aprecia no solo en la cesta de la compra, también han proliferado los cursos y tutoriales que enseñan a los consumidores a hacer fermentados caseros a través del uso de salmuera, macerados o escabechados.
Real Food
Se trata de un movimiento que rechaza los alimentos procesados y ultraprocesados que incluyen, en sus etiquetas, una larga lista de ingredientes. Por tanto, defiende el consumo de productos naturales. Además, el movimiento “realfooder” reivindica la compra en mercados, priorizando el consumo de frutas, verduras, legumbres, pescados, huevos. Es tan creciente el interés por llevar una alimentación basada en comida real que hasta se han diseñado aplicaciones móviles para identificar un procesado saludable de otro más nocivo según el sistema Nutriscore.
Como consecuencia, la industria alimentaria apuesta cada vez más por productos elaborados con un menor número de ingredientes y hacen hincapié en la reducción de grasas saturadas, azúcares y sal en su composición.
Envases y alimentos más sostenibles
Las nuevas tendencias se centran también en los modelos de compra, en concreto en los tipos de embalaje y la cadena de transporte. De nada sirve que reduzcamos el consumo de animales si luego las verduras y frutas que compramos están envueltas en plástico o comprar productos ecológicos que vienen del otro extremo del mundo y cuyo transporte afecta a la contaminación.
Por eso, actualmente se están trabajando nuevos modelos de supermercados focalizados en la gestión cooperativa y comunitaria para favorecer la compra directa al productor, sin intermediarios. También, se pretende favorecer la compra de productos a granel, evitando el uso de envases y bolsas de plástico y optando por materiales alternativos más sostenibles, como envases de vidrio o bolsas reutilizables.
Snacks más saludables
Otro grupo de alimentos que ha desarrollado constantes cambios son los denominados” snacks”, que se consumen entre horas. Para complacer a todo tipo de consumidores y adaptarse al resto de tendencias, antes mencionadas, la industria alimentaria está desarrollando aperitivos sin grasas hidrogenadas, azúcares ni aditivos añadidos.
Además, ya se comercializan snacks con el certificado “plant-based”, elaborados con proteínas vegetales de garbanzos, guisantes o judías y aperitivos cetogénicos para quienes lleven a cabo este tipo de alimentación.
Lo que debes saber:
- Reducir el consumo de alimentos de origen animal para pasar a una alimentación basada en vegetales.
- Nuevos modelos de supermercados de gestión cooperativa y comunitaria para favorecer la compra directa al productor sin intermediarios.
- Creciente interés por la alimentación basada en comida real que rechaza los ultraprocesados.
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