¿En qué consiste la cordocentesis?

La cordocentesis o funiculocentesis es un procedimiento altamente sofisticado, que consiste en puncionar el cordón umbilical en el interior del útero materno con distintas finalidades. Se realiza en centros hospitalarios especializados con capacidad de manejo de embarazos de alto riesgo.

¿Cuándo se realiza?

Se puede realizar a partir de la semana 20 de embarazo, no antes. Es tanto más segura cuanto más avanzado está el embarazo, pero es una técnica que tiene un riesgo de pérdida fetal de alrededor del 3% incluso en las mejores manos.

Existen patologías maternas o fetales en las que para su control o tratamiento está indicado acceder a la sangre del feto, para tomar muestra y conocer datos fetales o para administrar tratamientos endovenosos al feto. Por ejemplo, para casos de patologías que causan anemia fetal puede ser necesario conocer con exactitud los valores analíticos del feto para valorar la gravedad de esa anemia e incluso en caso necesario realizar una transfusión sanguínea a través de esa punción del cordón umbilical. Otras indicaciones pueden ser para descartar enfermedades genéticas, infecciosas o autoinmunes.

¿Cómo se realiza la cordocentesis?

  • Para puncionar el cordón se realiza una detallada ecografía para identificar el punto exacto de salida del cordón umbilical de la placenta, que es el lugar de elección si está fácilmente abordable porque es el que menos se moverá, y con estrictas medidas de asepsia, como si de una intervención quirúrgica se tratase.
  • Se introduce una aguja a través de la pared abdominal materna guiándonos por la imagen ecográfica hasta los vasos del cordón. Hay que acceder a la vena umbilical evitando a ser posible puncionar las arterias.
  • Se extrae una pequeña cantidad de sangre y se retira rápidamente la aguja. En caso de que sea necesaria una transfusión o se prevea un procedimiento complejo o más largo puede estar indicado administrar un relajante muscular al feto para que no se mueva. A pesar de todas las medidas de seguridad tomadas hay que comprobar que la sangre extraída sea fetal, cosa fácilmente identificable en el laboratorio por la presencia de Hemoglobina fetal.

¿Puede haber complicaciones?

Las complicaciones más frecuentes se producen si la zona de punción en el cordón o la placenta sangran. Esta eventualidad suele resolverse espontáneamente en pocos minutos, pero cuando el embarazo es viable hay que tener prevista una cesárea urgente por si fuese necesario realizarla. Por este motivo se administran a la gestante corticoides 48 horas antes del procedimiento, para estimular la maduración del feto en caso de que tenga que ser extraído prematuramente por una complicación de la técnica. Una vez realizado el procedimiento se realiza una monitorización de la frecuencia cardiaca del feto para asegurar su bienestar y es recomendable reposo durante como mínimo 24 horas, en ocasiones antibiótico y prevención de sensibilización materna a las gestantes Rh negativas para que no fabriquen anticuerpos contra la sangre fetal si ésta fuera Rh positiva. Otras complicaciones son la infección, la rotura de la bolsa amniótica o el parto prematuro. Y una hemorragia masiva del cordón podría ocasionar la muerte fetal.

¿Tiene contraindicaciones?

Este procedimiento está contraindicado en madres positivas para las hepatitis B o C o VIH por el riesgo de transmitir estas infecciones al feto.

Se trata de una técnica que requiere mucha precisión y es de alto riesgo, por lo que cuando está indicada, normalmente, es por una patología grave de la que no puede realizarse el seguimiento o diagnóstico de ninguna otra manera. Sin embargo, forma parte del arsenal de pruebas que los avances médicos nos ofrecen para hacer posible el diagnóstico o tratamiento a enfermedades que sin ella serían imposibles y por tanto ser la única opción de supervivencia de algunos fetos, al alcance de unos pocos obstetras entrenados.

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Lo que debes saber…

  • Existen patologías maternas o fetales en las que para su control o tratamiento está indicado acceder a la sangre del feto, para tomar muestra y conocer datos fetales o para administrar tratamientos endovenosos al feto.
  • La cordocentesis o funiculocentesis se puede realizar a partir de la semana 20 de embarazo, no antes. Es tanto más segura cuanto más avanzado está el embarazo.
  • Se trata de una técnica que requiere mucha precisión y es de alto riesgo, por lo que cuando está indicada, normalmente, es por una patología grave de la que no puede realizarse el seguimiento o diagnóstico de ninguna otra manera.