Proceso para congelar óvulos
Resumen del contenido
Médico especializada en ginecología y obstetricia. Con más de dos décadas de experiencia en la profesión, es una experta en ecografía de 20 semanas, diagnóstico prenatal, parto, histeroscopia quirúrgica y laparoscopia, entre otras. Compagina su trabajo en diferentes centros con la docencia y la redacción de artículos.
Hoy en día tenemos a nuestro alcance la tecnología que permite obtener óvulos de una mujer y conservarlos en el laboratorio para ser fertilizados y transferidos al útero en el futuro, para conseguir un embarazo años más tarde.
Existen varios motivos para este procedimiento:
- El más frecuente es demorar la maternidad. Está demostrado que a mayor edad más difícil es conseguir un embarazo de forma espontánea y mayor es la tasa de abortos y anomalías cromosómicas. A partir de los 35 años disminuye significativamente la reserva ovárica y es más frecuente que los óvulos presenten errores, así que una mujer que prevé que demorará su maternidad más allá de los 35 años puede conservar sus óvulos para tener esa “reserva” en caso de que no consiga embarazo espontáneamente.
- También es un procedimiento que debe considerarse en cualquier mujer que quiera conservar sus opciones de ser madre antes de ser sometida a un tratamiento de quimioterapia o radioterapia o cirugía que pueda dañar su capacidad reproductiva. En este caso, en nuestro país el procedimiento puede estar financiado por la seguridad social, al contrario que en el resto de las indicaciones, en que es a cargo de la paciente y tiene un coste medio entre 2.500 y 4.000 €.
- Es una opción para mujeres o parejas que por convicciones morales o religiosas no contemplen la congelación de embriones.
El requisito es que el ovario tenga el potencial de ofrecer una mínima respuesta al tratamiento, por tanto, no está indicado en mujeres con baja reserva ovárica o mayores de 40 años.
Vitrificación
Popularmente hablamos de congelación de óvulos o embriones, pero el término actual es vitrificación. Los primeros casos de criopreservación de óvulos con una técnica a la que se denominó congelación arrojaban resultados mediocres, y paulatinamente se introdujeron mejoras técnicas que nos han llevado a la actualidad a lo que se conoce como vitrificación, que consiste en introducir al óvulo en un medio adecuado y bajar la temperatura de forma ultrarrápida hasta los -196ºC a la que se mantendrá hasta que haya que recuperarlo.
Para entender cómo funciona todo el proceso debemos hacer un recordatorio de lo que pasa en el ovario durante el ciclo menstrual: en condiciones fisiológicas, en función de la edad y las características de cada mujer, durante los primeros días del ciclo se pone en marcha la maduración de una cohorte de folículos iniciales, que serán del orden de 10-15 o más en mujeres jóvenes, número que irá reduciendo con la edad, pero sólo uno seguirá madurando originando un solo óvulo maduro que emitirá en el momento de la ovulación y el resto se perderán, para cumplir una medida de seguridad en las humanas, en la que la mayoría de embarazos son únicos, a diferencia de otras especies que tienen embarazos múltiples.
¿En qué consiste congelar óvulos?
El tratamiento consiste en una inyección subcutánea, que tiene la finalidad de saltar esas medidas de seguridad y que todos los folículos disponibles ese ciclo, en ambos ovarios, lleguen hasta el máximo estado de madurez, momento en el que se administrará una nueva medicación que estimulará la maduración final y se procederá a extraerlos mediante punción ovárica unas 34 horas después de esa última inyección. Todo este proceso dura aproximadamente dos semanas, desde que se inicia el tratamiento hasta la punción, durante los cuales la paciente deberá acudir a la clínica a hacerse controles ecográficos y analíticos con mucha frecuencia.
¿Cómo se realiza?
El procedimiento de la punción ovárica es sencillo y rápido, se realiza bajo sedación y es guiada ecográficamente por vía vaginal. Se puncionan todos los folículos que han llegado a la madurez y se aspira el líquido de su interior en el que flota un óvulo en cada folículo. Este líquido es trasladado rápidamente al laboratorio donde se procederá a su preparación para que los óvulos sean vitrificados. En cuanto los efectos de la anestesia desaparecen, la paciente puede darse de alta a domicilio y hacer vida normal prácticamente de inmediato.
Los óvulos vitrificados pueden mantenerse durante años hasta que sea necesario recuperarlos, momento en que se procederá a un proceso de “descongelación (desvitrificación)” para fertilizarlos mediante una técnica de microinyección de un espermatozoide en el interior el óvulo (ICSI) ya que debido a la técnica que se usa durante la vitrificación, en la que se eliminan algunas células que recubren al óvulo, no será posible hacerlo de la forma habitual de una fertilización in vitro, en la que se pone en contacto el óvulo con los espermatozoides para que uno de ellos consiga fertilizarlo por sí mismo. Y finalmente depositar un embrión a los 3-5 días en el interior del útero y con suerte conseguir un embarazo.
Los riesgos un ciclo de vitrificación de óvulos básicamente son:
- La posibilidad de hiperestimulación ovárica, que es una reacción especialmente exagerada de los ovarios a la medicación, que hará que aumenten en exceso de tamaño y se llenen de líquido, provocando distinta sintomatología que puede llegar a ser grave por la acumulación de líquido en el abdomen y tórax de la mujer. Esta complicación es muy poco frecuente y se minimiza el riesgo haciendo los controles ecográficos y analíticos pertinentes
- Las complicaciones propias de la punción ovárica que tienen el remoto riesgo de lesión de vísceras abdominales, hemorragia o infección.
La tasa de supervivencia de los óvulos vitrificados con la técnica actual es de un 90 % así que constituye una estrategia segura poder preservar la fertilidad en el mejor momento para rescatarla cuando las condiciones hayan cambiado.
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Lo que debes saber…
- Hoy en día tenemos a nuestro alcance la tecnología que permite obtener óvulos de una mujer y conservarlos en el laboratorio para ser fertilizados y transferidos al útero en el futuro, para conseguir un embarazo años más tarde.
- Todo este proceso dura unas dos semanas, desde que se inicia el tratamiento hasta la punción, durante los cuales la paciente deberá acudir a la clínica a hacerse controles ecográficos y analíticos con mucha frecuencia.
- Los óvulos vitrificados pueden mantenerse años hasta que sea necesario recuperarlos, momento en que se procederá a un proceso de “descongelación (desvitrificación)” para fertilizarlos con una técnica de microinyección de un espermatozoide en el interior el óvulo.
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