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Bebé sacudido: síntomas y consecuencias

Bebé llorando en la cuna
4 Min de lectura
El síndrome del bebé sacudido es una forma grave de maltrato infantil que puede causar lesiones cerebrales irreversibles e incluso la muerte. Sacudir a un bebé, aunque sea solo unos segundos, puede tener consecuencias devastadoras.

El síndrome del bebé sacudido, también conocido como el síndrome del niño zarandeado o shaken baby síndrome, es una forma de abuso físico caracterizada por un conjunto de signos clínicos que incluyen lesiones cerebrales (hemorragia subdural o subaracnoidea, edema cerebral difuso, hemorragias retinianas) y lesiones cervicales severas de la médula espinal del cuello o del tronco del encéfalo, en ausencia de otras lesiones físicas de lesión traumática y que se producen al sacudir vigorosamente a un menor de dos años, aunque también se puede ver en menores de cinco años.

Es una entidad que puede llegar a ser extremadamente grave e incluso mortal. Su incidencia es elevada: en el mundo 20-25 casos por 100 000 niños menores de dos años.

¿Qué se considera un zarandeo?

El zarandeo es cualquier movimiento brusco que sacuda, agite o menee a una persona. En el caso de los niños menores de dos años, hablamos de síndrome del niño zarandeado cuando estos movimientos conllevan movimientos de aceleración y desaceleración bruscos y vigorosos de cabeza y cuello.

Los motivos, según la literatura científica, por los que se sacude violentamente a un bebé son:

  • La frustración y el enfado del cuidador ante un llanto inconsolable y prolongado de un bebé (causa más frecuente).
  • Intento de “reanimación” ante una situación que el cuidador interpreta como amenazante para la vida del bebé (espasmo del sollozo, un atragantamiento, un ataque de tos, etc).
  • Lanzar al bebé al aire de manera repetida y a alturas mayores de 20 cm de manera repetida (causa menos frecuente).

¿Qué ocurre cuando se zarandea a un bebé?

Los niños menores de dos años tienen unas peculiaridades anatómicas y fisiológicas que les hace especialmente vulnerables a los daños cerebrales:

  • Su cabeza es proporcionalmente más grande respecto al cuerpo: la cabeza de un bebé supone el 25% de su peso total.
  • Los músculos del cuello son más débiles e incapaces de sujetar bien la cabeza.
  • El cerebro es más blando.
  • Los vasos sanguíneos del cerebro son más frágiles.

Al zarandear un niño, el niño deja de respirar durante unos segundos presentando una baja de oxígeno en sangre y en cerebro, y la masa encefálica, que es un tejido muy blando y vascularizado, choca con las paredes duras del cráneo con movimientos de aceleración y desaceleración. Esto produce:

  • Inflamación del cerebro (edema cerebral).
  • Sangrado en el cerebro y estructuras que lo envuelven (hemorragia intracraneal: hemorragia subdural y hemorragia subaracnoidea).
  • Hemorragia en la retina (hasta en el 80% de los casos).
  • Lesiones a nivel de la médula espinal a nivel del cuello.

Se necesitan menos de 5 segundos de zarandeo para provocar un daño de esta gravedad, que puede ser mayor si se termina el zarandeo con un golpe contra una superficie (colchón de la cuna, sofá, etc.).

¿Qué síntomas presenta?

Los síntomas agudos pueden ser:

  • Niño adormilado de manera exagerada, poco reactivo.
  • Niño irritable, inconsolable.
  • Vómitos.
  • Convulsiones.

¿Qué consecuencias puede tener?

El síndrome del niño zarandeado produce con frecuencia secuelas a largo plazo: un 10% fallece, una 45% presentan secuelas graves e irreversibles como:

  • Parálisis cerebral.
  • Ceguera.
  • Sordera.
  • Epilepsia.
  • Paraplejia.

Los niños que han sido sacudidos con menor intensidad, pero de manera repetida, también pueden desarrollar trastornos a largo plazo:

Bebé llorando desconsoladamente

¿Cómo se puede prevenir el síndrome del bebé sacudido?

El síndrome del niño zarandeado se puede prevenir en todos los casos. NUNCA se debe sacudir a un bebé o niño pequeño, ni durante el juego, ni para que se calme ni durante una rabieta o enfado.

El síndrome del niño zarandeado se considera una forma de maltrato infantil, aunque no haya habido intencionalidad de hacer daño, y tiene consecuencias legales.

Consejos de cómo actuar sin recurrir al zarandeo

  1. Si el bebé llora de forma inconsolable, persistente, habrá que buscar si hay una causa que lo justifique y tratarla (hambre, frío, dolor, inicio de un proceso infeccioso, etc). Sea la causa que sea, por muy cansados que estén los padres o los cuidadores, hay que intentar tranquilizarlo cogiéndole en brazos, acariciándole, meciéndole y hablándole de forma suave y cariñosa.
  2. Si el niño se queda “sin respiración” pero está consciente (espasmo del sollozo, ataque de tos, atragantamiento con tos efectiva): coger al bebé en brazos colocándolo en posición sentada y sujetando la cabeza. Se le puede frotar un poco la espalda o dar golpes muy suaves en la espalda.
  3. Si el bebé se queda sin respiración y sin tos efectiva en caso de atragantamiento: colocar al bebé boca abajo y un poco inclinado hacia abajo, dar 5 golpes en la espalda, girar el bebé y dar 5 compresiones en el pecho en dirección “hacia arriba”, y así de forma alterna hasta que el bebé suelte el objeto. Si el bebé pierde el conocimiento, hay que empezar las maniobras de reanimación cardiopulmonar.
  4. Si el bebé se queda sin respiración y está inconsciente, habrá que proceder a la maniobra de reanimación cardiopulmonar.
  5. Si el bebé tiene una convulsión (está inconsciente, movimientos tónicos o clónicos) por ejemplo por un proceso febril, colocarlo de lado y avisar a un servicio de emergencias médicas.

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Lo que debes saber…

  • NUNCA se debe sacudir a un bebé o niño pequeño, ni durante el juego, ni para que se calme ni durante una rabieta o enfado.
  • Se necesitan menos de 5 segundos de zarandeo para provocar un daño de esta gravedad, que puede ser mayor si se termina el zarandeo con un golpe contra una superficie (colchón de la cuna, sofá, etc.).
  • El síndrome del niño zarandeado se considera una forma de maltrato infantil, aunque no haya habido intencionalidad de hacer daño, y tiene consecuencias legales.
Publicado por Blog Salud MAPFRE
- 7 May, 2025
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